HASTA EL DOMINGO 9/11
IVAM. Guillem de Castro, 112
¿Cómo meter un producto contracultural como el fanzine en una institución oficial como el IVAM y no matarlo en el intento? Ese era el gran reto (irrealizable) de los comisarios de la muestra ¡Esto no es cómic!, Noelia Ibarra y Álvaro Pons; este último, baluarte de la exposición gracias a la donación de cuatro mil fanzines que le hizo a IVAM para montar su fanzinoteca, la primera fanzinoteca de historieta del país y una de las más importantes de Europa. Cuando el street art entra en una sala, el voguing lo baila Madonna y los fanzines salen del circuito underground, la esencia se pierde, pero ganamos una panorámica sobre medio siglo de creación hasta llegar a la actualidad.
La selección de ¡Esto no es cómic! incluye fanzines míticos españoles de los años setenta como La piraña divina de Nazario, uno de los pioneros del cómic underground patrio, o el primer número de la revista horizontal de humor ácrata TMEO; representaciones del fanzine valenciano con la firma de Don Rogelio y piezas de autores contemporáneos. No están los más representativos, pero sí se despliega un amplio abanico temático, estético y de formato, donde caben creadores de ficción (Carlos Maiques), artistas que trabajan la abstracción (Cynthia Alonso), el humor (Ana Coco), la autoficción y costumbrismo (Esteban Hernández) o el trasfondo social (Nadia Hafid), autores enmarcados en la experimentación formal y la poesía gráfica (Ana Galvañ) y representantes del underground como Magius, un ejemplo evidente de que, desde los márgenes, se puede alcanzar la gloria institucional con todo un Premio Nacional del Cómic. Una exposición para comprobar que el fanzine es el germen de la vanguardia y la modernidad del cómic. AU