Hace treinta años abrió en el barrio del Carmen el Jimmy Glass, un club de jazz que cogió el testigo de otros como Tres Tristes Tigres (1977-1979) y Perdido Club (1980-1995), un garito situado en un antiguo sótano comercial de la calle Sueca con el que convivió cuatro años. Hoy solo queda el Jimmy Glass, templo para los amantes del jazz en Valencia que en el año 2018 fue incluido por la prestigiosa revista Downbeat en su lista de los mejores clubs de jazz del mundo. No es para menos, las giras de los grandes músicos del género lo tienen en cuenta y ha conseguido hacerse un nombre a nivel estatal, europeo y mundial programando jazz que no atiende a modas. En su espacio alargado, el público se amontona muy, muy, cerca de los músicos, en penumbra, rodeado de fotos de jazz, mientras disfruta de buena cerveza, cocktails, cocas y jazz de altura. Además del treinta aniversario, en noviembre celebran los diez años de su Festival Internacional de Jazz Contemporáneo programando a cuatro grupos neoyorquinos, cinco europeos y una buena pléyade de músicos locales que se han fogueado y crecido entre sus cuatro paredes. Hemos hablado con el cabecilla de todo esto, Chevi Martínez, sobre el cartel del festival, sobre músicos valencianos, y sobre el estado del jazz en Valencia. En noviembre, el saxo y el piano suenan más alto que nunca.
El Jimmy Glass recogió la herencia de Perdido, un club con el que convivió unos pocos años y que fue escuela para muchos músicos de jazz valencianos. Perdido abrió en Russafa en 1980 cuando la actividad cultural estaba en el Carme, y Jimmy Glass resiste en el Carme ahora que la marcha se ha trasladado a Russafa. ¿Cómo es tu relación con el barrio?
El Carmen siempre será el Carmen. Antes de Perdido ya había jazz en el Carmen. Yo estoy muy vinculado a este barrio desde que lo pisara por primera vez al final de los años sesenta, when, tanto lo cultural como lo lúdico, eran su seña de identidad. Es el sitio en el que quiero estar. Como cualquier barrio ha tenido sus etapas pero, for me, no hay otro igual.
Has conseguido poner a Valencia dentro del circuito internacional de jazz. En treinta años de historia, el Jimmy Glass ha recibido a grandes figuras como Benny Golson, Kenny Garret, Lee Konitz, Lou Donaldson o Pat Martino. ¿Qué momentos gloriosos vividos en el club recuerdas con más cariño?
Uf, momentos gloriosos hay continuamente, porque el jazz es así, sobre todo si tienes la posibilidad de tener a grandes figuras y estrellas, Of course. En cualquier momento ocurre algo especial y sorprendente. Pero todos los que has mencionado han dejado huella. Benny Golson fue un momento excepcional y muy emocionante.
Decíamos que en tu club han actuado músicos muy reconocidos, habituales de los clubs más famosos de Nueva York y Londres, pero también le has dado cancha a formaciones que están empezando en el mundo del jazz. ¿Considera que el Jimmy Glass, además de sala de conciertos, es cantera de músicos? ¿Qué grupos desconocidos que empezaron en el Jimmy han alcanzado un estatus considerable?
Por el Jimmy han pasado músicos que actualmente se han convertido en grandes figuras internacionales, como Melissa Aldana, Linda Oh o Ambrose Akinmusire, entre muchísimos más. Y por supuesto músicos de aquí también. Respecto al protagonismo de muchas estrellas actuales en grandes festivales, muchos asiduos al Jimmy se dan cuenta de que estos ya pasaron por el Jimmy diez años atrás. Eso es lo que valora realmente la parroquia, tener la certeza de que con lo que programas, aun siendo desconocido para la mayoría, das en el clavo. El Jimmy Glass recibe las canteras que se crean en las escuelas de todo el mundo, también las valencianas, les da cancha, las promociona y se van curtiendo.
El Festival de Jazz del Palau de la Música aspira a programar a grandes estrellas del jazz que atraigan a su vez buenas cifras de público. Tu objetivo es otro, cuidar la escena local, la vanguardia, el jazz en activo y las nuevas tendencias, sin caer en lo comercial. ¿Cómo valoras la labor de los festivales como el del Palau, Peñíscola o Torrent en la difusión del jazz? ¿Y la del colectivo Sedajazz o la Berklee College of Music?
Bueno, yo mismo he estado programando para el Palau y he traído a grandes estrellas como Charles Lloyd o Archie Shepp para compensar el exceso de comercialidad y ha funcionado, pero es lógico que los festivales necesiten también presencias mediáticas y populares. La labor de Sedajazz es indiscutible y la Berklee o el Conservatorio también están aportando lo suyo.
La Comunidad Valenciana es tierra de músicos, muchos de viento gracias al arraigo de las bandas de música. En el apartado jazz podemos presumir de figuras como las de Perico Sambeat, Jesus Santandreu, Albert Sanz, Voro García o Toni Belenguer. Tierra de músicos sí, ¿pero lo es también de oyentes de jazz?
Yo creo que cada vez más. La gente se está aficionando al jazz, o por lo menos lo intenta. Desde luego en el Jimmy tenemos un buen número de asiduos convertidos ya en auténticos conocedores que saben valorar esta música.
Esta décima edición de vuestro Festival Internacional de Jazz Contemporáneo empezó el mes pasado con Rick Margitza, miembro de la banda de Miles Davis en los ochenta y noventa. Cuéntanos de qué artistas podremos disfrutar en noviembre y por qué no hay que perdérselos.
Bueno, pese a las dificultades que padecemos por culpa del maldito Covid, este año he conseguido programar para el festival una selección de artistas que ofrecen una variedad interesante dentro del jazz contemporáneo. De momento hemos tenido al saxofonista Rick Margitza, a la pianista y cantante Champian Fulton y al trío del gran contrabajista griego Petros Klampanis, ambos residentes en Nueva York. He 1/11 de noviembre presentaremos el nuevo disco del saxofonista Tobias Meinhart con su cuarteto neoyorquino, que incluye a una base rítmica de excepción. También el guitarrista Tom Ollendorff presenta disco en trío el día 4/11. The day 9/11, mars, el cuarteto Scopes, con el pianista Tony Tixier, también presenta nuevo disco, al igual que la gran baterista coreana Sun Mi Hong en quinteto para el jueves 11/11. Como cierre del festival, la JG 30 Aniversario Jazz Band actúa el día 23/11. Besides, todos los conciertos del Off Festival incluyen a destacados músicos de la escena valenciana, española e internacional.
Justo sobre la JG 30 Aniversario Jazz Band iba nuestra próxima pregunta. Para celebrar el vigésimo aniversario del local montaste este festival que aún hoy sigue activo, para el trigésimo has creado la JG 30 Aniversario Jazz Band con Perico Sambeat y otros músicos residentes en la Comunidad Valenciana. ¿Qué podemos esperar de su concierto?
Para este concierto, Perico y yo hemos montado dos bandas, con dos tríos de base y varios solistas que se irán intercambiando entre los dos pases del concierto. Contamos con algunos de los mejores músicos de aquí que han estado presentes en la evolución del Jimmy Glass durante estos treinta años: Javier Vercher, Jesus Santandreu, Vicente Macián, Latino Blanco, Carlos Martín, Voro García, Pepe Zaragoza, Albert Sanz, Alberto Palau, Lucho Aguilar, Masa Kamaguchi, Vicente Espí y Miquel Asensio. Todo lo que se puede esperar con esta alineación es más que bueno.
Hay dos mujeres en la sección oficial del festival, la baterista coreana Sun Mi Hong y la pianista Champian Fulton, una fija de los círculos jazzísticos neoyorquinos. ¿Empiezan las mujeres a conquistar más espacios dentro del mundo del jazz?
Hay más mujeres en el festival aunque no sea en la sección oficial. Está la pianista Kontxi Lorente, que presenta disco con Latino Blanco, la pianista SonAh Chae, la guitarrista y cantante Thaïs Morell, la pianista Chaerin Im o la pianista Marina Alcantud. Hace tiempo que las mujeres tienen protagonismo en el jazz como instrumentistas. Y, afortunadamente, va a más.
Hace poco se creó la asociación sin ánimo de lucro Gente del Jimmy Glass para apoyar la actividad del club. ¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Cómo has vivido estos catorce meses de cierre por pandemia?
La iniciativa partió de un grupo de gente amiga, asiduos del Jimmy Glass que quisieron colaborar de forma altruista en el mantenimiento de la actividad de este local que tanto estiman y tanto significa para ellos. Gente que lleva años viniendo a todos los conciertos, que tienen a este sitio como su lugar de encuentro entre afines, como su segunda casa. Gente a la que aprecio inmensamente. El cierre lo he vivido con la mayor serenidad posible dentro del momento excepcional que ha sido. Pero claro, con un estado de incertidumbre total. Todo se alargaba y no veías el momento en que se acabara, si es que se ha acabado.