La pequeña calle Sant Ferran supura historia escondida entre dos grandes arterias del centro de València, el arranque de la kilométrica Sant Vicent Màrtir y la avenida María Cristina que va a morir al Mercado Central. Este pequeño ramal fue construido a principios del siglo XIX sobre un trozo de la muralla árabe y los antiguos cementerios parroquiales de Sant Martí y Santa Caterina (en 1805 fueron prohibidos los cementerios urbanos), en un área de transición entre dos zonas comerciales muy diferentes: la calle Sant Vicent repleta de tiendas de lujo y la más popular zona del mercado. De echo, todos los bajos eran caballerizas de los comerciantes que trajinaban en el mercado. En 1879 se inauguró El Siglo Valenciano –hoy el Octubre Centre de Cultura Comtemporània– una gran galería comercial que seguía los cánones marcados desde París con el primer ascensor que se instala en la ciudad. De 1937 a 1939 la calle fue bautizada como Tripulación del Komsomol, en homenaje a los marineros soviéticos del carguero Komsomol hundido el 14 de diciembre de 1936 con su cargamento de alimentos y armas para el bando republicano. ¡Incluso la farmacia supura historia! Centenaria, conserva una increíble cúpula rematada con una pintura hecha ex profeso para el lugar, preciosas estanterías originales de madera y una báscula añeja que merece mucho la pena. Con los años, especialmente tras el cierre de cierre de El Siglo en los años 80, la calle vivió una época de declive pero ha reviscolado de la mano de los libros antiguos, el té, diseño y el Octubre, gran templo de la cultura en valenciano.
OCTUBRE CCC
– Sant Ferran, 12
Acció Cultural del País Valencià (ACPV) abrió el centro cultural Octubre en 2006 como casa de la cultura en valenciano. Ha querido ser adalid en la defensa de la lengua, punto de referencia para creadores valencianos, escaparate para los jóvenes y amalgama de lo bueno que se hace en otros sitios, especialmente en el terreno de la música y el cine (poco teatro se representa habitualmente en su pequeño escenario). Ofrece una programación regular de conciertos y muchos ciclos y festivales de cine que se celebran en València han escogido el espacio como (sub)sede: Docs, Mostra Viva, Mice, Cinema Jove, Dona i cinema, etc. Además, ha acogido exposiciones importantísimas como la dedicada a Carles Santos, Visca el piano!, producida por la Fundación Miró de Barcelona, o la última gran exposición sobre Josep Renau hecha en colaboración con La Nau de la Universitat de València para conmemorar el 70 aniversario de la València capital de la República. Tampoco se olvidan de disciplinas artísticas minoritarias como la performance o el vídeoarte.
LIBRERÍA RAFAEL SOLAZ
– Sant Ferran, 7
Esta preciosa y estrecha librería de planta baja y tres pisos, cruzada por vigas de madera que le otorgan un marcado aire británico, atesora libros antiguos anteriores a la Guerra Civil y está especializada en ejemplares de temática valenciana. Textos de ciencia, postales, carteles, fotografías, barajas, cromos, grabados y globos terráqueos conviven con libros góticos, algún que otro incunable y rarezas como la colección de cinco novelas a las que les falta alguna de las vocales. Merece la pena entrar solo para verla por dentro, es una auténtica joya de madera y papel en el corazón de València. Su abigarramiento resulta encantador.
LA PETITE PLANÈTHÉ
– Sant Ferran, 4
Hace ocho años que el local de la París Valencia empezó a oler a té. La petite planèthe vende tés de todo tipo, accesorios para prepararlos y degustarlos, y dulces para acompañarlos. Uno de los más famosos es Esencia de València (marca registrada), que le pirra a los turistas como souvenir, hecho a base de cítricos y azahar. Pero también tienen mucho tirón el de fruta de la pasión, el negro de avellana y canela, el rojo de Navidad en invierno y el de jengibre y limón en verano. Además ofrecen rarezas que piden ser probadas: natillas de la iaia (con canela), el té ahumado (fuerte, pero toda una experiencia) o el japonés de arroz tostado. Tienen venta a granel, si llevas tu propio recipiente te hacen un pequeño descuento, y además ofrecen servicio a domicilio en bicicleta para compras de 20€ (si no eres socio) y de 10€ (si eres socio). Y una ventaja más para estos últimos: los talleres de cata gratuitos que dan conocer la increíble historia de esta milenaria bebida, e invitan descubrir sus leyendas y orígenes, sus aromas, sabores y propiedades. Por otro lado, todo el mundo puede participar en el concurso de relato breve relacionado con el té que presentan desde hace siete años el Día del Libro.
J. MONTANER
– Sant Ferran, 18
Montaner se dedica a la filatelia y la numismática en Sant Ferran desde 1978, justo ahora cumplen cuarenta años. Al margen de tasaciones y expertizaciones, su actividad principal es la compra-venta de sellos y monedas, agrupados a veces en grandes colecciones. Las monedas –de cobre, oro o plata– no han cambiado demasiado desde la época de griegos y romanos, aunque sí existieron pueblos menos diestros (los visigodos) que otros en esto de acuñar monedas. Es un mundo apasionante el de las monedas, podemos encontrar billetes georgianos de un millón de laris (la inflación se disparó en la joven República de Georgia solo dos años después de su independencia) o un centén de oro grandísimo de la época de Felipe IV, la pieza de mayor valor y más peso de la historia monetaria española (338 gramos). Pero no hace falta tener mucho dinero para ser coleccionista, solamente paciencia, para coleccionar, por ejemplo, monedas de un céntimo de todo el mundo.
SEBASTIAN MELMOTH
– Sant Ferran, 17
Sebastian Melmoth fue un pseudónimo utilizado por Oscar Wilde y es una de las tiendas con más personalidad de València. Llevan cuatro años vendiendo objetos únicos de todo el mundo, papelería, cerámica, obras de arte y piezas diseño de jóvenes (y no tan jóvenes) creadores que solo puedes encontrar aquí. Como la vajilla de preciosa cerámica firmada por Takashi Matsuo (la veréis en la taberna japonesa Tora), joyería de Canoa, ilustraciones de Mirambell, Paul Loubet o Angela Dalinger (en el segundo piso se organizan exposiciones periódicamente), objetos kirsch de Artefecto Madrid, mochilas Ölend de Barcelona o libretas con diseños exclusivos en portada de artistas como Ana Montiel o Ricardo Cavolo. Es una auténtica delicia curiosear en Sebastian Melmoth, repleto objetos únicos y diferentes que armonizan en la elegancia.
CITEES
– Sant Vicent Màrtir, 16
Lo que antes eran alcachofas, tomates, naranjas o berenjenas de la tierra hoy son camisetas, sudaderas, zapatillas, bolsas y demás complementos. La Unió de Llauradors abrió en 2012 la tienda Punt de Sabor en la esquina de Sant Ferran con Sant Vicent, con diseño de Daniel Nebot y Paco Roca, pero más tarde se trasladó a un local más pequeño de la calle Avellanas, dejando vía libre a esta tienda multimarca que vende Pampling, Wituka y Johnny Dee desde octubre de 2017. Pampling es una franquicia (con tienda física en la Plaza Lope de Vega) que invita a diseñadores de todo el mundo a subir sus diseños y transforma los más votados en camisetas de algodón producidas bajo condiciones de trabajo justas. Wituka (con tienda física en la calle Trench, 10), por su parte, fabrica camisetas de algodón orgánico diseñadas por artistas locales e internacionales en las que son habituales los guiños cinéfilos (Pulp Fiction, El Gran Lebowsky…), artísticos (Roy Lichtenstein), tecnológicos (cámaras de fotos), retro (cintas VHS) y pop. Tienen auténticas obras de arte. Juan Delgado es fotógrafo, fundador y el director creativo de Johnny Dee, la más seria y poética de las tres.
EL ASILO DEL LIBRO
– Sant Ferran, 14
El Asilo del Libro da la bienvenida al visitante con un cartel gigante en la entrada que invita a pasar y husmear entre rollos de papel y columnas de libros que brotan sin control, dejando a penas un pasillito para moverse. Montones y montones de libros encierran grandes y preciosas sorpresas: ediciones especiales, encuadernaciones exclusivas, ejemplares particulares. Aquí el papel es el único protagonista, y no solo el formato libro, sino que también daremos con grabados de cobre del siglo XVIII, aguafuertes, serigrafías, arte gráfico actual o postales antiguas, pequeñas joyas susceptibles de ser coleccionadas por los más fetichistas o curiosos. Su dueño ha de combinar el mantenimiento de la tienda con la constante presencia en ferias especializadas, pues es difícil continuar con un negocio así en los tiempos de la tecnología digital, pero de momento espera paciente nuevas hornadas de coleccionistas que encontrarán lo que buscan, seguro, entre estas montañas de sabiduría y belleza.
MEDITERRÁNEA DE HAMBURGUESAS
– Sant Ferran, 22
El boom de las hamburguesas gourmet es más que palpable en las calles de València, cada mes aterriza un nuevo negocio, una nueva franquicia. Pero ellos fueron los primeros en servir hamburguesas gourmet en la ciudad, desde el barrio de Russafa (Sueca, 45), después llegaría este segundo local en el corazón de Ciutat Vella. Hacen las hamburguesas artesanalmente, picando y mezclando la carne de buey proveniente del Valle del Esla y dicen ser la única hamburguesería de España con más de catorce tipos de hamburguesas 100% carne de buey. Los panes además son artesanales, es decir, que entre otras cosas, respetan el proceso de reposo y fermentación de las masas y son cocidos en hornos de leña con ingredientes 100% naturales. Cuatro tipos a elegir: mediterráneo (tipo chapata), americano con semillas de amapolas, coca valenciana (tipo focaccia) y sin gluten. Ahí va una propuesta: Pakoras al estilo de Tarig (con salsa de yogur y menta) de entrante, una hamburguesa mediterránea de buey con queso de cabra, espinacas baby, chutney de manzana y mango en pan americano y una tarta de queso cremoso con base de galleta, dulce de leche y frutos del bosque.