Pelai

Subimos por la calle Xàtiva, dejamos atrás la plaza de toros y la estación del norte, y nos adentramos en el barrio de La Roqueta (Extramurs) por una calle en la que se mezclan los sabores de la tradición genuinamente valenciana, con los asiáticos que llegan de Oriente pero han encontrado aquí, a orillas del Mediterráneo, su lugar. El primer tramo de Pelai permanece intacto desde hace más de veinte años, con su estanco, las tiendas de petardos y cinturones y la tienda Acetato de compra-venta de vinilos. Y por encima de todos, el templo de la pilota valenciana en la capital, el Trinquet de Pelayo, que históricamente le ha dado mucha solera a esta calle de portalones de madera con aldaba de la que han desaparecido bares típicos como Los Tanques (en el portal de al lado se vendía pan blanco de estraperlo) o el Bar Navarro. Era la calle de los ordinarios que transportaban paquetes dentro de la ciudad, y también podías encontrar una marmolería, un ultramarinos de lujo, una carbonería, una lechería que servía la leche directa (de la que hay que hervir) de las vacas que descansaban en el cobertizo y una tienda de alquiler de trajes de fiesta (moros y cristianos), de disfraces, de teatro o de valenciana, la Casa Mejías. Hoy, a partir de la librería París-Valencia, cambia el acento y encontramos una tienda de productos rumanos, pastelería y restaurantes chinos, una tetería diferente y con el ojo puesto en los más jóvenes y un supermercado asiático visitado por clientes de otros barrios de la ciudad y de fuera de València. Estamos en el chinatown valenciano. Hemos recorrido uno a uno los negocios más interesantes de tan emblemática calle buscando curiosidades, detalles e historias que descubren una vía fascinante a dos pasos del trasiego de visitantes que llegan en tren a la ciudad. 

PETARDOS VALENCIA & PAPELERÍA MARTI
— Pelai, 3
De la veintena de tiendas de petardos que existen en la ciudad, Petardos Valencia es de las pocas que abre todo el año, y quizá la única que lo hace todos los días laborales. Hay que llamar al timbre para entrar porque el personal trabaja en el negocio vecino, la Papelería Marti, donde además del material típico de cualquier papelería, podéis encontrar plumillas de caligrafía y lacre, esa pasta bermellona que se usaba para sellar cartas y paquetes entre los siglos XVII y XVII. Pero volviendo a la tienda de petardos –negocio familiar desde hace más de veinte años– un escaparate kirsch de suvenires nos recibe antes de acceder a cajas de masclets, cohetes, bombetas y tracas para las semanas de Fallas, sobre todo, pero también para Navidad y todos los días del año en bodas, bautizos y comuniones. ¡Esto es València!
JOYMA
— Pelai, 5
En Joyma son fabricantes de cinturones muy valencianistas, desde hace 25 años aproximadamente. En las paredes del local serpentean cientos de cinturones para señora y caballero hechos a mano con piel y materiales sintéticos. Ellos han vivido de primera mano la transformación de la calle: los primeros negocios chinos en instalarse fueron una peluquería y una casa de comidas, y a partir de ahí, fueron brotando el resto de forma natural. Hoy, muchos chinos que  van de vacaciones a su país y compran cinturones demasiado largos, al volver pasan por Joyma para que les hagan el arreglo.

LIBRERÍA PARÍS-VALENCIA
Pelai, 7
Y llegamos a la emblemática librería de gran superficie París-Valencia, con más de cincuenta años de historia en esta calle. La abrió el padre y ahora son cuatro hermanos los que mantienen a flote el negocio contra el gigante Amazon y las grandes cadenas. Esta y las otras tres librerías de la casa (calle Navellos, G.V. Marques del Turia y Pl. Alfonso el Magnánimo) ponen a disposición del lector novedades, libros antiguos y de ocasión, facsímiles, un buena oferta de libros infantiles, una nutrida sección dedicada a la ciudad y mucho cariño hacia los libros.

ROSEBUD
Pelai, 9
La siguiente parada nos transporta al Ciudadano Kane de Orson Welles. Esta tienda con nombre de trineo vende lo que se le supone, artículos de cine. A bajo precio. Especialistas en bandas sonoras (tienen más de 14.000), ofrecen también merchandising relacionado con el séptimo arte y un gran catálogo de películas nuevas muy baratas (no compran nada de segunda mano) que pueden rondar los 2’95€. ¡Gangas cinéfilas!

ACETATO DISCOS
Pelai, 12
En este clásico de las tiendas de discos de nuestra ciudad lo que trabajan es la segunda mano, comprar, vender y cambiar vinilos. Abrieron hace 25 años y han amasado una gran cantidad de material, de segunda mano y para coleccionistas de todos los estilos y formatos (7, 10 y 12 pulgadas). Por allí pasan desde chavales de 16 años a hombres curtidos de 70 que no encontrarán los grandes tesoros en exposición. Esos, se guardan bajo llave. Rebuscando entre lo que sí está a mano del visitante curioso podéis encontrar, por ejemplo, el 7 pulgadas de edición limitada Boys keep swinging de David Bowie por unos 180 euros.

EL TRINQUET DE PELAYO
Pelai, 6
El Trinquet de Pelayo es uno de los tótems de la tradición valenciana. Escondido detrás de la fachada de un bajo comercial que no llama en absoluto la atención se juegan partidas de pilota valenciana en el recinto deportivo en activo más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa. Es el único trinquet que sobrevive en la capital, una ciudad que tuvo hasta cinco funcionando a la vez. El edificio fue inaugurado el 20 de agosto de 1868 en una calle que aún no había sido trazada y de la que tomaría el nombre, la calle Pelayo, al lado de un juego de “tiro de gallina”. Es conocido como La Catedral de la Escala i corda, la modalidad reina de la pilota valenciana, y solo se puede acceder a ella a través de un pasillo forrado de noticas que desemboca en uno de los elementos imprescindibles en el juego de pilota, el bar. Hoy Pelayo es mucho más que un recinto deportivo, se ha abierto a la moda (Trinquet Fashion), y lucha por quitarse la caspa machista de encima abriéndole las puertas a las mujeres, como espectadoras travessadores y como deportistas.

PASTELERÍA TIRAMISÚ
Pelai, 13
Esta pastelería pertenece a una familia de reposteros chinos que lleva dos años en Pelai vendiendo productos artesanales y caseros típicos de su país. Las tartas del escaparate no tienen desperdicio y dentro encontraréis, entre otros muchos dulces, pastelitos de hojaldre rellenos de azukis y bizcochos de té o de boniato.

EXTRA ALIMENT
Pelai, 19
Y como el carrer Pelai es una caja de sorpresa, entre la zona española y la china, tropezamos con una tienda de productos rumanos. La dueña es una antigua empleada que desde 2012 está al frente de este local que vende carne ahumada proveniente de Rumanía, jugosos pasteles hechos con sirope que traen de Castelló, conservas (menos dulces que las españolas) de pepinillos con ajo, eneldo y otras muchas especias, ¡sandía en salmuera!, sarmale (col fermentada rellena de carne y arroz) y mămăligă, un pan hecho con harina de maíz muy típico del país que se sirve generalmente con nata agria (leche batida) untada por encima.

EL FRENAZO
Pelai, 23
Llega la hora de comer y nuestra primera recomendación es un restaurante chino que lleva siete años ofreciendo en su carta platos como la medusa con setas aguja de oro, lengua de pato (producto estrella) y platos combinados que tienen mucho éxito como el arroz con pato agridulce o al curry. Eso sí, ellos mismos reconocen que han cambiado un poco los sabores originales de su país para adaptarlos al gusto de aquí. Tal vez el restaurante chino de la zona con más tirón entre los españoles. ¡Siempre hay cola!

MIN DOU
— Pelai, 31
Más auténtico es este restaurante chino que tiene once años de historia en Pelai. Con una clientela china y española a partes iguales, Min Dou destaca, primero, por el precio, más que asequible, y segundo, por su amplísima carta de platos, algunos especiales con ancas de rana y tiburón. En ella encontramos muchísimo marisco y, sobre todo, comida típica del sur de China, menos picante que la del norte. A los españoles nos pirran la cazuela de berenjena y las empanadillas al vapor, a los chinos las navajas y la lubina, pero hay muchísimo más: auténticas gambas al ajillo, pato Pekín, carne de caracol con salsa de soja y puerro (muy laboriosa de preparar), sopa de bolas de surimi (carne de pescado picada), calamares salteados con arroz de vino…

SUPERMERCADO ASIÁTICO YUEN TONG
Pelai, 28
Este gran supermercado asiático pertenece a una cadena holandesa que tiene sedes en Barcelona y en la misma Estación del Norte de Valencia. Antes estaba en la calle Centelles de Russafa, en la esquina que da a la Pantera Rosa, pero desde hace unos años da servicio en la calle Pelai a clientes que vienen incluso de Alacant y Castelló buscando productos indios, tailandeses, coreanos… Todo los tipos de salsas (la teriyaki, la más buscada), infusiones, tallarines, comida vegana (tofu, brotes de soja disecada…), snaks (chips de cassava para freír), mochis (pastel japonés hecho de arroz glutinoso), alga wakame, samosas… Amplio horario, orden y calidad del servicio en un local que en vez de calamares en la sección de congelados tiene dim sum, que podéis acompañar con un buen sirope de jengibre.

CASA RÚSTICA
G.V. Ramón y Cajal, 4
Al final de la calle Pelai, haciendo esquina con la Gran Vía más escondida, desembocamos en este comedor ecuatoriano que lleva catorce años sirviendo platos típicos del país los mediodías de lunes a domingo (jueves cerrado) en un menú de 7-8 euros. Su especialidad son las elaboraciones con pescado, como el ceviche ecuatoriano, el viche de marisco (parecido a nuestra zarzuela), el encocado de camarón o dorada (con arroz, patacones y ensalada), el encebollado de pescado (una sopa) o el sancocho cocinado con patata, yuca, plátano macho, una mazorca de maíz, cacahuete o maní para que espese y pescado (también se puede preparar con gallina o ternera).

EL PIRAI
Pelai, 56
El Pirai es un restaurante regentado por un matrimonio boliviano que sirve comida típica de la parte oriental de su país, casera y siempre del día, en un menú de 7 euros (entre semana). Son platos muy consistentes, llevan de todo: arroz, patata, ensalada, carne y picante. Siempre picante. Un buen ejemplo es el Pique a lo macho, sobre una cama de patatas fritas, lleva trocitos de ternera que se ha retostado a fuego lento con cebolla, comino, ajo, salsa de soya y cerveza. Luego se le añade salchicha, huevo duro y pimiento (en sustitución del locoto típico de Sudamérica) y se condimenta con mayonesa, mostaza y kepchup. Una auténtica bomba calórica.

IMÁGENES COMICS
Pelai, 18-22
Imágenes Cómics abrió en la calle Pelai hace veinte años cuando el cómic en España tenía muchos menos lectores y poquísimo pedigrí. Hablamos de una tienda mítica de la ciudad especializada en sci-fi, cómics, manga y merchandising de series de culto como Star Wars, The Simpsons, Padre de Familia, Dragon Ball… Después abrirían otra en Russafa y la de San Vicent, pero hoy solo queda esta que vende manga en un local y comic europeo en el de al lado, con una inmensa cantidad de colecciones completas.

INFRAGRANTEA
Pelai, 8
Infragantea es una franquicia que ofrece bubble tea. Se dice que tras una larga reunión, varios hombres de negocios de Taiwan encontraron cerrado el comedor del hotel en el que se encontraban y tuvieron que improvisar un tentempié con lo que encontraron a mano: té, futa troceada y bolas de tapioca. Así nació la idea que, tras diversas adaptaciones y mejoras, desembocó en el bubble tea. ¿Pero qué es hoy exactamente? Pues una nueva forma de consumir té muy conocida en China y Estados Unidos que mezcla aromas, texturas y sabores. Consiste en combinar té con leche, batido de té o granizado de té de sabores (fresa, manzana verde, fruta de la pasión, mango…) con perlas de tapioca, bolas de zumo que explotan en la boca y distintas gelatinas, por ejemplo de lichi. Y si quieres algo sólido, sushi, como no. En València, con una estética muy moderna y orientada al público más joven, podéis encontrar esta tienda en la Estación del Norte y en la calle Pelai –desde hace unos seis años– con clientela china y española a partes iguales.

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