HASTA EL VIERNES 7/2
F. BANCAJA. Pl. Tetuán, 23
Sueños cromáticos va más de sentir que de interpretar. Como siempre que entra el arte abstracto a una exposición. Cuando no hay figuración, son los materiales, las formas y los colores los que hablan, y sus mensajes no pueden ser decodificados por la razón, sino por la piel. Nanda Botella reúne en la Fundación Bancaja cuarenta obras, entre pinturas, esculturas e instalaciones, creadas durante los últimos diez años. Entre ellas, una instalación que se pudo ver en Sagunt hace poco tiempo y que hoy preside el espacio. Es una estructura esférica de hierro que recuerda a una colmena con sus cientos de piezas de papel y la cuerda que las une a otras. Interactúan entre si diferentes materiales, formas y colores, y estos lo hacen a su vez con el espacio, construyendo profundidad y evocando transparencia. Los que saben, dicen de Botella que es heredera de la tradición de la abstracción matérica porque recupera la dimensión monumental de Mark Rothko y la intensidad gestual de Jackson Pollock. Dicen también que es manifiesta la influencia de artistas de la tierra como Joaquín Michavila y José María Yturralde. Influjos a parte, es la pasión cromática la que marca su obra. AU