En esta sección de AU ya hemos paseado por Sueca, Dénia, Cádiz, Cuba y Literato Azorín, pero Russafa parece no acabarse y este mes nos decantamos por una calle que se alinea en cuadrícula para ir a parar a la calle Cádiz, donde empieza la maraña desordenada de vías en torno al Mercat de Russafa. La calle Puerto Rico es pequeña y humilde, cruza discreta las bulliciosas Sueca y Cuba para morir algo lánguida en el Parc Central, pero tiene rinconcitos que merece la pena visitar. Un templo vegano, un taller de serigrafía, un restaurante marroquí, una mercería que también es tienda de ropa vintage y una freak shop con nombre de bruja nos han abierto sus puertas en octubre. Espera, que hay más: una tienda de miel natural familiar y veterana, un cowork de artesanos y artistas, un rincón para tomar café de especialidad, un asador argentino y un restaurante de fusión asiático-filipina. ¿Pasáis con nosotras?
Café Madrigal
— Puerto Rico, 41
El Café Madrigal es uno de los templos veganos de referencia en Valencia. Abrió hace cuatro años esta cocina cuyos fogones no se apagan en todo el día, puedes desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar todo tipo de propuestas culinarias en las que no hay ni rastro de trazas de origen animal. Pensadas para veganos pero hechas para el disfrute de cualquiera, de echo, nos cuentan que la mayoría de clientes no son veganos y salen encantados. Además de hacer disfrutar a los clientes, el objetivo de Café Madrigal es enseñar que se puede comer rico y variado evitando la carne, el pescado, la leche y los huevos y reivindicar una cultura vegana antiespecista. Lo hacen con un delicioso curry rojo tailandés de garbanzos, espinacas y calabaza, una tortilla de patatas donde el aglutinante no es el huevo, sino una mezcla de harina de garbanzos con agua, o un faux gras hecho con lentejas, un sofrito de ajo y cebolla, setas, tomillo, romero, nueces y salsa de soja. El resultado es una especie de paté de hierbas untable y sabroso. De postre podéis probar la tarta de zanahoria o una cheesecake hecha con tofu y anacardos. El dueño es alemán, de ahí que la carta incluya también ensaladilla alemana de patata, tofu ahumado y pepinillos, y Glühwain, el vino caliente especiado típico de la Navidad germana.
Lanevera
— Puerto Rico, 46
Lanevera se vende. Los propietarios del local lo han vendido y Jussi tendrá que abandonarlo antes de octubre de 2025 y buscar otro sitio donde seguir trasteando con la serigrafía. Pero, de momento, la actividad no para en Puerto Rico 46, aunque sea con una marcha menos. A Lanevera se viene a comprar serigrafía o a aprenderla, y a disfrutar de exposiciones en un altillo encantador que quiere romper con ese aura de cementerio que envuelve a los museos convencionales. Ahora mismo podéis ver la exposición Especie en escisión donde Toni Cuatrero presenta esculturas simbólicas de madera pintadas con esos rojos, azules y naranjas tan suyos, una reflexión sobre la tendencia del ser humano a escindirse de la naturaleza y de si mismo. Por otro lado, en Lanevera se vende obra a precios muy razonables, firmada por artistas de la talla de Luis Galbis, Lawerta, Enric Alepuz, Víctor Visa, Elena Unamesa, Agustín Esteso, Vendo Oro, Elías Taño, Fátima Bravo, Don Rogerio, Israel Pinilla AKA Oveism o Raquel Barberà con esa línea suya de pop sádico pero amable. Y del uruguayo Negro Ilustre, según Jussi, un ilustrador que va a dar mucho que hablar en Valencia en los próximos años. Nos ha chivado que sus diseños ya están triunfando en Corea. Si lo que quieres es darle cancha a tu vena artística, en Lanevera hacen cursos de serigrafía (iniciación y perfeccionamiento), en cuatricromía, en dúotono o de estampa directa con monotipos serigráficos. Y los talleres de monotipo serigráfico (monoprint) con Luis Galbis de este verano han funcionado tan bien que probablemente sigan con ellos el resto del año. Lanevera es también una imprenta artesanal que hace ediciones propias y para ilustradores y empresas externas. Estampan, sobre todo, cartelería y camisetas, pero también tote bags, portadas de libros y discos, etiquetas de vino y soportes más locos y exigentes como abanicos que resultan piezas únicas y originales.
Madame Mim
— Puerto Rico, 30
¿No me digas que no has oído hablar de la loca maravillosa Madame Mim? ¡La lunática y única, loca, genial, Madame Mim! La bruja de Merlín el encantador da nombre a esta freak shop de Russafa, una tienda de ropa vintage y de artilugios de segunda mano que es todo un museo. Un gran proyector de cine antiguo preside un local atestado de tesoros bizarros: una máscara de gas, tirantes, radios antiquísimas, bisutería de los años 20-50, muñecos shunga, viejas cartas de tarot, amuletos oceánicos hechos de hueso y pelo natural, un corsé lleno de medallas chinas, material de laboratorio de principios del siglo XX, originales tocados de los años cincuenta, bikinis retro, ahuecadores de falda antiguos… Madame Mim vende y alquila material para producciones audiovisuales y teatrales, mundos que están muy presentes en el espacio porque María, la dueña, viene de ahí. Ya os hemos hablado del proyector de cine, pero además descubriréis una pequeña tramoya de teatro al fondo y probadores de lo más teatrales con sus telones colgantes. Tan original es esta tienda que sirve de decorado de película, aquí se acaba de rodar un trocito del film de Movistar Pequeños calvarios de los hermanos Polo (The mistery of the pink flamingo) que se estrena el año que viene. El fondo de la tienda nos reserva una última sorpresa, un espacio en el que, antes de la pandemia, se programaban exposiciones, microteatro, sesiones de fotos, danza contemporánea… El mes pasado, piezas de Russafa Escénica. De momento la programación está algo parada, pero la idea es recuperar la actividad lo antes posible, que Madame Mim vuelva a volar sobre su escoba.
Zakaria
— Puerto Rico, 26
Hace 28 años que la simpatiquísima Amina cocina platos marroquís caseros en Zakaria, un festín para los amantes de la gastronomía de nuestros vecinos del sur. Tenéis que probar el msemen casero, ese pan plano tan típico de la cocina del Magreg; el zaalouk, entrante típico marroquí que es una especie de pisto de tomate y berenjena muy especiado (¡no puede faltar el comino!); la calabaza con sésamo, y por supuesto, el cous cous elaborado a la manera tradicional, con la receta original que Amina aprendió de su madre, con cebolla caramelizada, ciruelas pasas, almendras y esa sémola de trigo que empapa como nadie el caldo en el que se han cocido las verduras. La comida tiene que acabar con un té moruno de hierbabuena bien azucarado y alguno (o todos) de los dulces árabes caseros que se desparraman por la barra: chebakia, ese crujiente frito completamente cubierto de miel y agua de rosas con semillas de sésamo por encima tan típico durante el Ramadán; briwat, el pequeño triángulo frito endulzado con miel y relleno de almendras o las ghriba, suaves galletas de almendra. ¡Reservad ya!
Lokita Botones & Kamille Vintage
— Puerto Rico, 15
Pocas mercerías quedan ya, sobre todo en barrios tan gentrificados como Russafa, pero en el número 15 de la calle Puerto Rico se levanta una llamada Lokita Botones desde hace once años. Elisabeth vende hilo, pasamanería antigua y botones, muchos botones, que te puede forrar con una máquina de las de antes que da gusto verla. Son dos socias, la otra cara del negocio es Marta, que tiene su zona de ropa vintage seleccionada de diferentes proveedores de España y Europa. Kamille vintage existe online desde 2018 y en 2021 encontró un huequito físico en este negocio de Russafa que son dos en uno y se complementan a la perfección. Aquí puedes comprar ropa vintage en Kamille y customizarla con todos los recursos que ofrece Lokita.
Canoa Lab
— Puerto Rico, 40
De Canoa Lab os hemos hablado más de una vez en AU, así que seremos breves. Es un taller cerámico donde se elaboran creaciones inspiradas en las piezas clásicas mediterráneas de íberos, egipcios, griegos y romanos, pero con un diseño contemporáneo que las hace únicas. El latón dorado acompaña a veces candelabros y vasijas recubiertas de esmaltes de formulación propia que le dan a la pieza una textura rocosa y ruda de esencia mediterránea. Artesanía, diseño y arte al servicio del barro.
Miel J. Regal
— Puerto Rico, 6
Arrancamos por el negocio con más solera de la zona. 65 añazos lleva la familia Regal cultivando en València rica miel natural y vendiéndola en la calle Puerto Rico, en la única tienda dedicada exclusivamente a la miel de la capital. Susana, detrás del mostrador, nos presenta las distintas clases a la venta, las hay de romero, de eucalipto, de brezo, de azahar… y trocitos de panal también. Las de eucalipto y romero van bien para los constipados, la de azahar para el insomnio, la de milflores para prevenir la anemia y la de brezo (un antibiótico natural) para problemas urinarios. La encontraréis también en formato crema, es miel cruda cristalizada y batida en frío que adquiere una textura ideal para untar sobre tostadas. De echo, con el tiempo, todas las mieles puras cristalizan de forma natural con el frío del ambiente, se vuelven amarillas y duras y no pasa absolutamente nada, es la prueba definitiva de que la miel es 100% natural. La miel es un endulzante natural sin sacarosa que no tiene calorías vacías y combina a las mil maravillas con las infusiones, los yogures o el queso fresco. Pero su utilidad no se ciñe a lo gastronómico. Podéis comprar también jabones fabricados con miel, agua de rosas, polen para las agujetas, crema de manos, propóleo (sustancia parecida a la resina extraída por las abejas de las yemas de los árboles) para el dolor de garganta, gripes y resfriados y crema facial hecha con jalea real, sustancia que en el reino abejil queda reservada para alimentar a la abeja reina y que a los humanos nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. Vienen grandes compradores de Holanda o de Marruecos a llevarse cubos de miel de cinco kilos atraídos por la calidad de un negocio que recibe premios habitualmente en Fivamel, la feria valenciana de la miel que se celebra en Montroi cada noviembre desde hace más de 25 años.
Punk-O
— Sueca, 30
Lo sabemos, lo sabemos, Punk-O no está en la calle Puerto Rico, pero no queremos dejarla de lado porque, cuando le dedicamos un Carrers Agranats a la calle Sueca, Punk-O todavía no existía. Así que la metemos con calzador en este repaso por la calle Puerto Rico con la que hace esquina. Hace tres años que Nanay sirve comida de fusión asiático-filipina inspirándose en el concepto de pungko, es como llaman a los puestos de comida callejera en la isla de Cebú, de donde es ella. Hay que probar la humba (o adobo), un guiso de cerdo en salsa cocinado a fuego lento hecho con salsa de soja y vinagre de coco que desprende influencias españolas y chinas. De origen chino son los ngohiong típicos de la ciudad de Cebú, aperitivo que cosiste en rollitos rellenos de carne picada, zanahoria y repollo que Nanay acaba con bambú y remolacha para darles un toque personal. Su firma también está en las samosas de lentejas, un plato que se inventó para que su hija se comiera este típico plato de cuchara sin darse ni cuenta. En Punk-O estas samosas van rellenas de calabacín y un combo de especias filipinas, mayonesa de soja o de setas y mayonesa de kimchi. Y tranquilos, porque en Punk-O adaptan el nivel de picante a nuestros paladares occidentales, ¡qué no cunda el pánico!
Coworkshop Spain
— Puerto Rico, 52
Coworkshop Spain es un modelo de negocio innovador, diferente, que el mes pasado celebraba ocho años en Russafa. Es un cowork donde trabajan diferentes artesanos y artistas. Tienen su rincón dos pintores, Pablo trabaja con maderas recuperadas y ha fabricado la estructura de los talleres, y Rosana, la cara más visible, se dedica a la cerámica. Ofrece talleres regulares de cerámica y una experiencia al mes por 40€ en la que puedes escuchar música en directo mientras degustas vino o vermut y moldeas la pieza cerámica que acabarás llevándote a casa. La próxima cita se celebra el diez de noviembre, con música de flauta travesera. Nos cuenta Rosana que el local, antes, lo ocupaba una asociación musulmana de la que conservan un Corán de madera, y que tenía un acceso que conectaba con la mezquita de la calle Buenos Aires, hoy desaparecida. ¡Se podía escuchar el sonido tántrico de los rezos vecinos! Coworkshop Spain también es una tienda de artesanía que despliega, sobre grandes puertas (¡preciosas!) convertidas en mostradores, postales, llaveros, pendientes, estructuras hechas con diferentes fetas de madera reciclada y tratadas con cera natural (sin barniz) y objetos de cerámica. Si entras, no podrás resistirte, te llevarás una maceta a casa. ¡Nosotras lo hicimos!
Fran Café
— Puerto Rico, 29
Como estamos algo cansadas y somnolientas, paramos a descansar en Fran Café, nos lo han recomendado en la tienda de segunda mano Kamille Vintage. Dentro no hay mesas ni sillas, solo un bonito banco corrido desde el que puedes ver la calle tras una cristalera gigante mientras te tomas tu tacita de café de espacialidad. Nos atiende Lana, una ucraniana muy simpática que aún no está preparada para tener una conversación en castellano, pero nos explica en inglés que cada mes sirven un café expreso diferente, a nosotras nos toca el colombiano Santa Bárbara. También tienen tés, zumo de naranja y dulces caseros: pan vegano de banana, brownie, cookies, croissants y alfajores. La dueña, Vicky, es argentina.
Asador San Telmo
— Puerto Rico, 14
Las carnes y sus diferentes cortes al más puro estilo argentino son los protagonistas de la parrilla de San Telmo, uno de los buenos asadores argentinos de València. La mayor parte de la carne la importan de Argentina, pero también sirven cortes de carne españoles, siempre cocinados a la brasa. Reinan la tira de asado de angus y el lomo alto, pero en la carta tienen carne para todos los gustos: solomillo, milanesa de ternera, bife (chuletón), picaña, tira de asado… Como entrante proponen empanadas argentinas, la criolla con ternera picada, otra con ají molido, cebolla, vacío de ternera y queso, la de espinacas con queso de cabra tomate seco, mozzarella y cebolla, la Tucumana con matambre de ternera cortada a cuchillo o la Pobre Juan con una mezcla de carne picada de cerdo y de ternera condimentada. Esta empanada le da nombre al puesto que San Telmo tiene dentro de El mercado de la imprenta, donde sirven carnes y empanadas argentinas para el que quiera probarlas. Y de postre, una tarta de galletas de chocolate con mouse de dulce de leche y crocante de almendras, la Copa Balcarce con bizcocho de vainilla, merengue, nueces, dulce de leche y crema de Cahntilly, todo cubierto con coco rallado, o el crumble de manzana, como el típico inglés, pero más fino y con mucho azúcar caramelizado por encima. Si os queréis dar un buen homenaje, hay menús degustación por 40, 49 o 70 euros.