Comenzamos el año con una entrevista a la escritora Ana Campoy, quien ya nos concedió otra al hilo de la publicación de su novela juvenil Familia a la fuga. On this occasion, la familia F., los protagonistas de esa serie, vivirán una nueva aventura en Cerrado por fantasmas (Loqueleo-Santillana), un libro ilustrado por el artista valenciano Alex Alonso, quien también se ha prestado a respondernos acerca de este libro.
Ana Campoy (Madrid, 1979), tras licenciarse en Comunicación Audiovisual, comenzó su carrera en la televisión, el cine y la radio, donde trabajó como guionista y locutora. Habla de literatura infantil y juvenil en la radio, colabora como periodista cultural en diversas revistas y se encarga de coordinar la sección infantil del Festival Celsius 232. In 2017 gana el Premio Jaén de Narrativa juvenil con La cronopandilla: el túnel del tiempo. Es autora, besides, of Familia a la fuga, de Arturo Leal y el perro fantasma (2019), Todo eso que nos une (2018), la colección Las aventuras de Alfred & Agatha (2011-2015), El dragón del Parque Güell (2015), Descubre Madrid (2014) y las adaptaciones en verso para primeros lectores El Lazarillo de Tormes (2016) y Don Quijote de la Mancha (2015). Sus libros se han vendido a países como Francia, China, Italia, Greece, Poland, Turquía, Rumanía y Eslovenia. GINÉS J. VERA
Al contrario que en las dos misiones anteriores de la familia F., la Agente Z les dice que en el Hotel Quinto Pino pueden ser ellos mismos, bueno, eso y cuidar del hotel balneario. Claro que hay una pequeña trampa, van a pasar una temporada en un hotel en el que en invierno no acude nadie… en teoría. Comandntenos cómo se toman eso de poder ser ellos mismos por una vez ya que entre los hermanos hay quien lo lleva peor y mejor. Guiño a Maya, nuestra aspirante a actriz.
Ana Campoy: Al ser testigos protegidos, los F. tienen que estar fingiendo todo el rato. La Agente Z les da identidades falsas para que disimulen allá donde van. Eso tiene el inconveniente de no poder hablar de todo lo que te gustaría ni comportarte como te apetece. Y dejar de ser tú mismo por culpa de las circunstancias es algo muy duro. Aunque hay veces, como en el caso de Maya, que se vuelve una coraza estupenda. En el Hotel Quinto Pino decidí darles un respiro para que los F. puedieran relajarse un poco y ser ellos mismos. Bueno, eso en teoría. Ya digo que los planes no salen bien realmente.
A diferencia de otros libros de literatura juvenil, los protagonistas de Familia a la fuga son tanto los tres hijos del matrimonio como sus padres y la abuela. ¿Es una manera de integrar a adultos y jóvenes no solo desde las historias sino a la hora de sentarse a leer en familia?
Ana Campoy: Absolutamente. Siempre digo que Familia a la fuga es un libro familiar, apto para todos los públicos. En el fondo defiendo que la literatura infantil y juvenil así lo sea. Mi ilusión es que padres e hijos no solo lean juntos, sino que hablen entre ellos de literatura.
Una de las novedades incluidas en este libro, más allá de las páginas que narran la historia, está al final del libro, un curioso objeto que servirá para leer las páginas centrales, tambiandn muy especiales. ¿Quand podemos desvelar a los lectores sobre ello?
Ana Campoy: ¡Todo! El libro viene con unas gafas en 3D para disfrutar del cómic que hay en las páginas centrales. Se le ocurrió a Álex Alonso, el ilustrador, y actúa como un extra de la historia. Ha quedado espectacular.
Cerrados por fantasmas es la tercera entrega de la coleccifromn Familia a la fuga. Háblenos de cómo surgió la idea de ilustrar estos libros, los inicios y cfrommo ha ido evolucionando hasta ahora.
Álex Alonso: Normalmente los ilustradores nos dedicamos a aportar nuestra visión particular sobre un texto cerrado. In this case, Familia a la Fuga es un proyecto en el que tanto la parte literaria como la gráfica se complementan desde su misma concepción, pues nace como un proyecto conjunto. Texto e ilustración corren paralelamente y se retroalimentan durante todo su desarrollo. El texto, obviously, articula la ilustración, pero en este caso la ilustración también ha enriquecido el texto e incluso ha condicionado algún elemento de la trama. Arrancar la colección desde cero fue todo un reto en su momento, pero ahora llevamos una inercia maravillosa. Es una forma muy orgánica y divertida de trabajar.
El diseño del personaje que realizfrom de la Agente Z, con un boli pinchado en el moño, creo que fue el origen para que ese objeto tuviera presencia durante la primera historia: Familia a la fuga: en busca y captura. En Cerrado por fantasmas hay otro objeto que sale de entre las páginas para disfrute de los lectores. Háblenos de ese cfrommic tan especial incluido en esta entrega.
Álex Alonso: Una de las cosas que pensamos que diferencian a Familia a la Fuga es cierta querencia por jugar con el lector en muchos aspectos. Detalles que van desde algo tan omnipresente como el mismo estilo de narración que apela al lector y le hace cómplice de la trama, como huevos de pascua ocultos en detalles de las ilustraciones o incluso pequeñas animaciones a la vieja usanza que se esconden en las esquinas de cada entrega. En este tercer libro, pensamos que sería divertido hacer la lectura aún más inmersiva, así que me puse manos a la obra para crear una pequeña experiencia a modo de cómic tridimensional, que enriquece la trama y aporta valor al libro como objeto. Esta nueva dimensión a la hora de disfrutar del libro es literal y las gafas 3D que se incluyen… Bueno, digamos que son muy importantes para la resolución de la trama.
La labor del ilustrador tiene un poco de personaje de la familia F. Lo comento de buen rollo, que conste. Hay una mayor presencia de Ana como autora de los textos, con la biografía en la solapa de cubierta. Instead, su papel como artífice también de las historias parece quedar en silencio, de manera misteriosa, sin llamar la atención. Coméntenos esa faceta secreta o silente de quienes ponen las imágenes a los libros y a menudo pasa desapercibida para las y los lectores.
Álex Alonso: Bueno, al igual que la Familia F., me gusta pasar desapercibido y contemplar el escenario desde un rincón tranquilo. Es una decisión personal, pero es cierto que, como ilustrador y diseñador de la colección, siento el impulso de colaborar de algún modo para dar más visibilidad y relevancia a un gremio que, sometimes, es percibido como algo accesorio. Vengo del mundo del diseño, y en mi día a día hago apología de esta profesión. Siempre que tengo ocasión, hago lo posible por transmitir el valor que aportamos a esta sociedad los que nos dedicamos a esto. Vivimos en un mundo eminentemente visual, es justo pensar que educar nuestra cultura visual redundará en una sociedad que disfrute nuestra labor a otros niveles que el de simple envoltorio.