Calixto III

Esconde calles muy interesante este barrio de La Petxina que se frota con el cauce del Turia entre la Gran Vía y la avenida Pérez Galdós. Por la zona brotan proyectos culturales y de ocio tan interesantes como El Teatret de la Caixeta, la sala de conciertos El Loco Club, el Centro Deportivo y Cultural La Petxina o la mítica Akuarela de Juan Llorens, pub que cerró a principios de año después de tres décadas en activo por culpa de la catastrófica situación económica derivada de la pandemia. La calle que nos ocupa este mes lleva el nombre de un religioso nacido en Xàtiva, Alfonso de Borja, que llegó a la cúspide de la Iglesia Católica en el año 1455 al convertirse en el Papa número 209 bajo el nombre de Calixto III. La casualidad ha plantado el colegio católico Jesús y María en la primera manzana de la calle, pero como no nos gusta nada rezar, y mucho comer, nosotras empezamos nuestro recorrido pidiéndole a Javi unos chipirones en la Cafetería Doré, la especialidad de la casa. Hoy nos ponemos las botas con un desayuno a domicilio y un buen surtido de empanadas argentinas, compramos verdadera artesanía hecha con cuero (ya que no tendremos Fira Alternativa este año en el cauce del río) y paramos a tomar un chato de vino en una de las bodegas con más encanto y movimiento de Valencia. ¡Vamos!

Sugar Home Bakery & Party Studio
Gran Via Ferran el Catòlic, 35
El olor a azúcar te invade en cuanto cruzas el umbral de Sugar Home Bakery & Party Studio. Este rincón de pastelería creativa tocado con detalles de turquesa pastel es el refugio de muchas madres que llevan a sus hijos a extraescolares (al lado está el colegio Jesús y María y muy cerquita Escolapias) y esperan a sus hijos sudorosos merendando un capricho con algo dulce, tienen mucho y muy bueno donde elegir: cookies, muffins, tartaleta de limón, cheesecake, alfajores, tarta de chocolate con mousse de Nutella… Ana y Gisela, madre e hija, hornean todo esto desde hace cinco años en el obrador de detrás, donde también preparan tartas de fondant decoradas al gusto y mesas dulces de pastelería y chucherías para eventos, y desayunos gourmet a domicilio para sorprender a alguien especial de buena mañana.

13 Repulgues
Gran Via Ferran el Catòlic, 35
Esta tienda de empanadas argentinas es hija de la pandemia. Nos explicamos. Facundo es un mochilero argentino, de Misiones, que renunció a un trabajo fijo en Australia para venir a València, la oferta australiana era tentadora pero aún no conocía Europa (más allá de Italia) y le pudieron más las ganas de seguir recorriendo mundo. Así que, por carambolas de la vida, acabó en Valencia, trabajando en el bar Los Picapiedra de El Carmen. La idea era seguir camino después de un tiempo, hacia Dinamarca, pero llegó ese virus distópico que nos ha tenido encerrados en casa con las fronteras entre países selladas y no le quedó otra que parar, confinado entre cuatro paredes con su hermano Francisco, al que le dio por cocinar empanadas argentinas. Y… ¡oh, sorpresa, estaban buenas, más incluso que las de mamá! Se hicieron con un antiguo local de tartas chinas y abrieron con unos pequeños ahorros el negocio take away 13 Repulgues en agosto de 2020 ofreciendo pizzas napolitanas, milanesas y un buen surtido de empanadas criollas hechas con todo el saber argentino y mucha creatividad. Tienen las clásicas de jamón y queso (Jam Jam), y la Argenta de carne de ternera, aceitunas, huevo, cebolla, pimiento rojo y especias⁠ — que tradicionalmente se freían en grasa de pella (vacuna)—, pero han innovado con la de entraña asada con chimichurri y huevo (Asado), la de crema calabaza asada con beicon y cebolla caramelizada (13 repulgues), o la Valenciana, hecha con crema de puerro y gambas salteadas al ajillo. Por cierto, repulgues son los pliegues que cierran las empanadas y se dice que lo ideal es que tengan trece, de ahí el nombre del negocio. Pásate y descubre el sabor que esconden esos trece repulgues.

Taconcete
Calixto III, 15
Taconcete no es una simple tienda de reparación de calzado y duplicado de llaves, que también. Y ojo, desde hace la friolera de 32 años. En esta esquina de la calle Calixto III además se trabaja el cuero artesanalmente para confeccionar todo tipo de accesorios personalizados por encargo. Cansados y frustrados por la poca Artesanía que veían en las ferias de artesanía de la zona en las que han participado (tiene narices la cosa…), decidieron echar el ancla y vender su arte solo desde su cuartel de Calixto III. En las vitrinas de la entrada descansan algunos ejemplos de lo que pueden llegar a hacer: pulseras de distinto pelaje, una cartera repujada con la nave de Star Wars o la trabajada funda de una Biblia a la que, fácilmente, le pueden dedicar cinco días de trabajo. Cuando nosotras visitamos la tienda-taller andaban metidos en la estampación de un motivo africano en un bolso de cuero, por encargo. Las posibilidades son infinitas, también caben todo tipo de frikadas. ¿Quieres en el cinturón tu nombre con las letras del El Señor de los Anillos? Hecho.

Bodega Valero
Palleter, 54
La Bodega Valero, solo ella, ya es suficiente reclamo para visitar la zona. Por su historia, por su decoración, por su comida, por su clientela y por sus conciertos, cuando los había. Cuando nos dejaban. Desde 1987, dos hermanos, Antonio y Javier, dirigen entre barriles esta vieja bodega reconvertida en bar, mirando de reojo a su madre, que se sienta en la mesa larga todas las mañanas y charla con la clientela. Aquí es obligatorio pedir morro frito, una de sus especialidades, y falafel, el mejor de la Comunitat Valenciana, dicen. Pero hay muchas otras tapas desplegadas en la barra, al modo tradicional, y también preparan bocadillos y platos de comida casera todos los días de lunes a sábado. Puedes disfrutar de una buena ración de paella, fideuà, arroz al horno, gazpacho manchego o rabo de ternera por 8-10 euros. La clientela es variopinta, pero muchos músicos visitan Bodega Valero por su ambientación musical (blues, jazz y rock) y por los muchos conciertos acústicos que se han celebrado aquí a lo largo de los años. Pequeñas fotos enmarcadas forran varias paredes del local recordando los bolos más memorables, encontraréis, entre muchos otros, a Tonino Gaitán (ex reportero del programa Caiga quien caiga) entonando una buena ranchera. Los que lo han oído dicen que imita de maravilla la voz quebrada de Chavela Vargas. Se te pueden pasar las horas curioseando en los rincones, entre carteles de Elvis, Morrisey y Led Zeppelin, una máscara antigás, radios y acordeones antiguos, y viejos molinillos de café. Antes de irnos nos fijamos en una portada enmarcada de la Cartelera Turia de 1987 anunciando el estreno de la obra de teatro ¡Ay, Carmela!, la que pudimos ver el mes pasado en el Teatre Micalet con los mismos actores que la interpretaron hace 24 años, Pilar Almería y Josep Manel Casany, clientes y buenos amigos de la bodega.

Carto-art
Palleter, 40
Hay que desviarse un poco de Calixto III, pero no hemos podido evitar la visita a esta tienda de cajas de cartón reciclado llamada Carto-art. La fábrica fue fundada por el padre de Álvaro en 1931 y él la reconvirtió en tienda-taller en 1992. Desde fuera veréis dos máquinas antiguas para la fabricación de cajas, de las que trabajaban a pedal, y un buen surtidos de cajas con todo tipo de cometidos, para guardar trastos en el armario, para envolver un regalo especial, con cajones, para “encuadernar” proyectos de final de carrera, con lateral desplegable para mostrar maquetas, tipo joyero para guardar los arreglos de fallera y el moño debajo… Trae las medidas, elige la forma, decide el estampado y llévate una caja para guardar en ella el tesoro más preciado (o unos calcetines hechos bola). Bonita, será.

Umami
Calixto III, 17
Dulce, salado, ácido, amargo y umami, uno de los cinco sabores que puede percibir nuestro paladar, el más difícil de describir, el más sofisticado. Y el que da nombre a este restaurante liderado desde hace cinco años por Miguel, un chef valenciano con titulación. En su cocina no encontrarás freidora, porque aquí lo que manda es la comida sana, de mercado y kilómetro cero cocinada al horno, al vapor o a baja temperatura, con buenos caldos y aceite de oliva virgen extra. De Umami sales oliendo a ti, no a fritanga, y sin rastro de acidez en el estómago después de degustar el menú del día por un precio muy asequible: trece euros, bebida a parte. De primero, por ejemplo, una ensalada de hojas verdes con beicon, champiñones, maíz, arándanos, queso fresco y vinagreta de frutos rojos; y de segundo, judía Bobby con salsa de tomate frito, ajo, alcachofa y huevo cocinado a baja temperatura. Todo regado con un buen vino valenciano (Los Frailes, el de la casa), y para acabar, un buen cremaet hecho el licor de ron valenciano La caña. Miguel es un profesional de la gastronomía y vive este mundo con pasión, de ahí su frustración ante la falta de cultura gastronómica generalizada de gente que no ve más allá del esmorzar calórico o de las hamburguesas, pero que no sabe lo que es una alcachofa y reniega del pescado. Igual es que todavía no han probado un rodaballo fileteado bien cocinado como el que preparan en Umami.

Granujas
Calixto III, 18
Granujas es el templo del porteo en Valencia. Ni un carrito verás en esta tienda de crianza sostenible que Sara y Adriano llevan con mimo desde hace tres años (online, mucho más). Aquí encontrarás bandoleras y mochilas con anillos reguladores para llevar al pequeño piel con piel, fulares diseñados para portar a los recién nacidos, abrigos y cobertores. De todos los tipos y estampados. También alquilan portabebés si los necesitas para un viaje, una excursión, un momento puntual o, simplemente, porque no sabes decidirte, y ofrecen asesoría en porteo ergonómico. Además venden bañadores, baberos, pechitos, pañales de tela reutilizables o biodegradables, libros de crianza, botellas, fiambreras y juguetes de madera o silicona. Aquí nada, NADA, es de plástico, por lo menos no del plástico derivado del petróleo. El bioplástico hecho de productos vegetales como el maíz o la fécula de patata sí que es bienvenido. Si eres una persona preocupada por la ecología y la sostenibilidad, también para la crianza, granujas es tu tienda en València.

Gastromantic
Calixto III, 19
Diez años lleva ya abierto este local sencillo y encantador donde Silvia prepara comida casera con un toque divertido. Como le gusta innovar, cada semana varía las propuestas de su menú, pero siempre encontraremos arroces y fideuàs a medio día, además de opciones vegetarianas y veganas deliciosas: buñuelos de coliflor con cremosos de zanahoria y curry, tabulé de bulgur con queso feta, frutos secos y aceite de lima… Las noches en su patio interior son especiales, y más si las aderezamos con las croquetas de gorgonzola, arroz, nueces y mermelada de tomate, las de pollo al curry o las de calamares en su tinta, o con unos buñuelos de bacalao en tempura con esgarraet y all i oli gratinado, con sus cocas o baos, o alguno de sus postres caseros.

Forn Pastisseria Tonet i Roseta
Calixto III, 23
Tonet pare va posar en marxa el Forn Pastisseria Tonet fa uns trenta anys, però aquest local de Calixt III és un obrador des de principis de la Guerra Civil, cinc famílies de forners han passat per ací. La primera, ens conten, li servia el pa a la caserna de la Guardia Civil d’Arrancapins quan tot allò era camp. Tonet era carnisser, tenia una empresa d’embotits a Meliana amb altres socis però va decidir eixir-se del negoci i alçar un forn. Sense tindre cap mena de coneixements ni experiència amb la farina! Un amic forner li va ensenyar els bàsics de l’ofici i ell, valent, va tirar endavant. Hui son els seus fills els que fan navegar un forn amb obrador en la rebotiga on es fan absolutament totes les elaboracions. Per a les rosquilletes de pipes i de brosses (laxants), els pastissos (també sense sucre, però només per comanda), la coca d’anous i panses, i molts tipus de pans fets amb molt poquet rent per a que la massa fermente com abans, com cal, lentament. Diu Tonet que “el pa no vol carreres”, per això ells nos les corren. Trobareu pans de fajol sense gluten per a celíacs, d’oliva i anous 100% integral, d’espelta, gallec i bregaos amb la molla molt atapeïda. Tots artesans! Però si el que vos abelleix és un mosset dolç quedeu-vos amb el malfet, un dolç molt típic d’ací fet amb la massa del croissant i anous. Tornareu i tornareu a per ell!

Charlie Brownie
Calixto III, 35
¿Brownie? El nombre se explica porque Charlie Brownie antes era una cafetería, que mutó en restaurante manteniendo, por supuesto, el brownie de chocolate con helado de vainilla en su carta de postres, junto a la tarta de queso con coulis de frutos rojos o dulce de leche o las torrijas de pan brioche de canela y helado de leche merengada. En su cocina conviven un colombiano, un español y un italiano, lo que da una idea de la fusión mediterráneodetodo que puede salir de los fogones. Puedes empezar con un taco de arroz y yuca con pulled pork, emulsión de aguacate, pico de gallo y hummus de frijoles, un croquetón de yuca relleno de pato confitado y manzana, o unas arepas de ternera y pollo, y acabar con un arroz, que nunca falta.

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