MUSEU DE BELLES ARTS. San Pius V, 9
El retablo de San Jorge del Centenar de la Ploma es una obra de temple sobre tabla de grandes dimensiones del siglo XV que supura valor histórico y artístico por los cuatro costados por ser el gran referente del gótico internacional hecho en València. No es casualidad que actualmente presida una de las salas más importantes del Victoria & Albert Museum de Londres, que le ha cedido la predela (la parte inferior del retablo) a nuestro Institut Valencià de Conservació i Restauració de Bens Culturals (IVCR+) para que la investigue y la restaure. La última fase de la restauración, que tuvo que ver con la reintegración cromática, se hizo de cara al público y hasta finales de enero, después de 18 meses de investigación y restauración, la pieza estará expuesta en el Museo de Bellas Artes de Valencia hasta finales de enero. Hablamos de un retablo que lleva las insignias de la Compañía de Ballesteros, una agrupación de cien arqueros de doble vertiente, militar y religiosa, creada en 1365 para salvaguardar la ciudad. Iban vestidos de hábito blanco con una cruz de San Jorge y ornamentaban su cabeza con una pluma de garza. En 1711 fue abolida la cofradía y más de un siglo después, en 1864, la obra fue a parar a manos de un comprador parisino para acabar finalmente en Londres.
El retablo de San Jorge, atribuido a Miquel Alcanyís y Marçal de Sax (y probablemente otros pintores afincados en València), que fue pintado a inicios del siglo XV, estaba situado en la desaparecida iglesia de San Jorge de València. La ordenación del retablo no es nada habitual y una de sus escenas centrales está dedicada a la batalla de El Puig que abrió las puertas a la conquista de València en 1238. No hay unidad en el conjunto ya que se combinan escenas de fondo dorado con otras en las que la arquitectura tiene cierto afán de perspectiva, y se mezclan rasgos florentinos y germánicos. El retablo está formado por cinco calles: la central representa la lucha de San Jorge contra el dragón ante la princesa; arriba, la batalla del Puig; y la cimera, la coronación de la Virgen y Cristo sentado en majestad dominando la composición del conjunto. En las calles laterales aparecen dieciséis escenas alusivas a la leyenda de San Jorge, coronadas por las cuatro figuras de los evangelistas. En las entrecalles se disponen veinticuatro profetas, la mayoría identificados por una cartela, y en el guardapolvo los doce apóstoles, alternados con el emblema de la cruz de San Jorge y una ballesta. En cuanto a la pieza que podréis ver en el Museo de Bellas Artes, la predela, peor conservada que el cuerpo del retablo, encontraréis diez escenas de la Pasión y un hueco central donde falta una pieza desaparecida. No perdáis esta maravillosa oportunidad de apreciar en casa una de las mejores obras de arte de nuestro patrimonio valenciano que no se mostraba en València desde 1856, es un tren que quizá no vuelva a pasar. S.M.