HASTA EL DOMINGO 30/1
MUSEU BB.AA. Pius V, 9
Un gran activo de la colección del Museo de Bellas Artes de Valencia es el conjunto de estampas del grabador y arquitecto veneciano Giovanni Battista Piranesi, que la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos adquirió solo diez años después de la muerte del artista. Y como joya que son estos gravados, la institución los exhibe con regularidad (1994, 2011…), en este caso, con la excusa del 300 aniversario del nacimiento de Piranesi. Su obra fue importante por su técnica excepcional en el dominio del aguafuerte y la perspectiva y por su imaginación prodigiosa, por supuesto, pero también por su influencia. Sus láminas se exportaron a Europa a modo de souvenirs del Grand Tour (un viaje formativo por Europa que hacían los vástagos de clase alta británica, antecedente del turismo cultural) y tuvieron mucho influjo en la arquitectura palaciega, especialmente en las casas campestres inglesas. Cuando Piranesi en 1740 viajó por primera vez a Roma, la vastedad y el estado de abandono en que se encontraban los restos de la antigüedad marcaron de manera definitiva su vocación. Quiso dejar constancia gráfica de la magnificencia y grandiosidad de aquellos amontonamientos de moles inmensas de travertino corroídas por el tiempo y la vegetación antes de que desaparecieran definitivamente por culpa de la indiferencia y la rapiña. Esta exposición recoge algunas de estas estampas que idealizan la arquitectura romana monumental (acueductos, puentes, cámaras subterráneas…) e inventan construcciones descomunales, sobrehumanas y umbrías, para dar una visión pesimista de la decadencia del presente. S.M.