TEATRO ROMANO DE SAGUNT. Pl. Facundo Roca, s/n (Sagunt)
Dicen sus responsables que en ningún momento llegó a estar sobre la mesa la suspensión del Sagunt a Escena por Coronavirus, las instituciones públicas que sustentan el festival empujaron para sacar adelante esta complicada edición por ser la manera más efectiva de apoyar al sector escénico, tan castigado por las circunstancias. El lema del festival este año es clarificador: “Recuperem l’escena”. Incrementa el presupuesto en 100.000, habrá siete propuestas más que en 2019 y siete estrenos absolutos que le dan empaque al certamen. Uno de ellos es Elektra.25 [8/8] de la magnífica Atalaya, una compañía que lleva 25 años adaptando grandes textos del teatro clásico universal al lenguaje contemporáneo. En la mitología griega, Electra ideó un plan para vengar el asesinato de su padre, urdido por su propia madre, Clitemnestra, y el amante de ésta, Egisto. Esta es, por tanto, una obra que gira en torno a la venganza, y avanza al ritmo de los cánticos étnicos y las coreografías que ya son marca de la compañía. El segundo gran estreno del festival es InCovidsació en Do Major [5/8], un espectáculo de danza de Sol Picó y el músico J.S. Chapi, con la colaboración de Carles Dénia, donde la improvisación, la repetición y el minimalismo se conjugan sobre el contexto de pandemia actual. Eduardo II, Ojos de niebla [29/8] recrea la vida del rey Eduardo II de Inglaterra en el siglo XIV dando a entender que las cosas no han cambiado tanto siete siglos después: la Iglesia continúa condenando el amor homosexual, las religiones siguen sembrando el mundo de fanatismo y dolor, y el poder del dinero somete más que nunca la voluntad de los pueblos. La aportación local viene de la mano de Hongaresa de Teatre que, como Atalya, cumple 25 años sobre los escenarios y ha creado para la ocasión la obra Sagunilíada [4/9] en la que el propio Teatro Romano de Sagunt es protagonista. Desde la época de los romanos hasta la actualidad, pasando por la Edad Media, el Siglo de Oro y la dictadura franquista, Sagunilíada nos hará vivir los hechos más destacados que han tenido lugar en el coliseo saguntino.
Estrenos a parte, llega una obra que trae bajo el brazo cuatro nominaciones a los Premio MAX (Mejor Espectáculo de Teatro, Dirección, Adaptación Teatral y Vestuario), la adaptación de Romeo y Julieta [14-15/8] de William Shakespeare a cargo de Teatro Clásico de Sevilla. El archiconocido argumento no merece más comentario, una historia de amor que se cuece a medio camino de dos familias enfrentadas que ejemplifica como el odio entre pueblos, naciones o ideologías destroza los lazos de convivencia. Uno que no falta a la cita con Sagunt es el Festival de Teatro Clásico de Mérida, que este año nos acerca Anfitrión [22-23/8] con Pepón Nieto, Toni Acosta y Fele Martínez en el reparto. La base es un texto de Plauto rescatado por Molière sobre seres duplicados que viven la asombrosa paradoja de verse de piel hacia fuera. El apartado musical del festival es corto pero sucoso. Por un lado, los Manel [18/8] presentan las canciones de su último trabajo, Per la bona gent, cada vez más alejadas del folk con el que rompieron todas las previsiones para un disco cantado en catalán. Por el otro, la flamenca Mayte Martín [25/8] entonará nuevo repertorio y vestirá con nuevo atuendo los discos Querencia y Muy frágil, que han pasado por derecho propio a las altas esferas de la historia del flamenco.
Esta es, a grandes rasgos, la programación delicatesen del festival, pero la guarnición que acompaña bien podría estar en el centro del plato. Hablamos, por ejemplo, de las obras del Off Romà 9 [3/9] de Perros Daneses, un thriller psicológico que plantea hasta donde estaríamos dispuestos a llegar para defender una duda razonable; o de (R)Minds [5/9], la producción de calle del Institut Valencià de Cultura. Podréis volver a ver obras muy interesantes que ya han pasado por escenarios y calles valencianas como Ingovernables [6/8] de Atirohecho, un homenaje a los que han luchado por defender el territorio, la huerta y el derecho a vivir en paz, estrenado a finales de año en La Rambleta; The Wolves [4/8] de La Fam Teatre de Vila-Real, invitados fijos al MIM de Sueca; Lázaro [5/8] de Roberto Hoyo, que pudimos ver en La Mutant, el clásico Lazarillo de Tormes adaptado al hip hop y nuevos lenguajes escénicos; Delirium [19/8] de Isabel Martí en la que tres mujeres y dos hombres apostados en la barra del bar copa en mano conversan sobre la pena de muerte, la corrupción o la eclosión de los runners; El pacte [20/8], que nos sumerge (el público tiene un papel activo en la obra) en las negociaciones de tres partidos políticos que intentan aliarse para llegar al poder; y La ciudad de escarcha [22/8] de Crit, una adaptación de la novela Entre visillos de Carmen Martín Gaite que retrata la juventud de una ciudad española durante el primer franquismo. De entre lo que no ha pasado nunca por Valencia destacamos Juicio y muerte de Sócrates [10-11/8], que recrea el juicio en el que el filósofo griego fue condenado por corromper a la juventud y las visitas que sus amigos le hicieron en la cárcel; Diktat [12/8] sobre dos hermanastros que intentan comunicarse en el contexto de un nacionalismo excluyente que impide la convivencia; y Mauthausen. La voz de mi abuelo [13/8], basada en los recuerdos que grabó un superviviente del campo de concentración nazi, contados por su nieta. Para terminar, el festival sigue apostando fuerte por el circo en la calle y programa este año hasta ocho espectáculos como Tiravol de Daraomaï [13/8], Espera de Circo EIA [27/8] y Flou Papagayo de Mumusic Circus [29/8]. AU
