TEATRE PRINCIPAL. Barques, 15
Borja Ortiz de Gondra adapta al castellano la opera prima con la que el belga Fabrice Murgia –con apenas veinte años– deslumbró en 2009 y que no ha dejado de representarse en los últimos nueve años, La tristeza de los ogros. El impulsor del proyecto fue Àlex Rigola, ex director artístico de Teatros del Canal que nos presentó Vania en el TEM el pasado febrero. El 20 de noviembre de 2006, Bastian Bosse, alemán de 18 años, disparó a cinco compañeros de su instituto y después se suicidó. Había cumplido con precisión el plan que había anunciado en las redes. Unos meses antes, la austriaca Natascha Kampusch, de la misma edad, escapaba de la casa donde había vivido diez años secuestrada. A partir de estos dos casos reales, Murgia montó una obra que exploraba la soledad adolescente y que ahora incorpora nuevos ingredientes a la trama como Facebook, que no era masivo por aquel entonces. Además, sobre esta versión española sobrevuela el triple asesinato de la niñas de Alcàsser, por ser el crimen que dejó una cicatriz generacional en nuestra historia reciente. Un espectáculo que, según Murgia, se dirige al adolescente que todos llevamos dentro. S.M.