“NO HAY QUE ELIMINAR LAS GRASAS SINO QUE HAY QUE UTILIZAR GRASAS QUE SEAN SALUDABLES”

Nos concede una simpática entrevista la coach nutricional Ángela Quintas. Acaba de publicar un libro muy práctico Las recetas de Adelgaza para siempre (Planeta), tras el éxito de su anterior Adelgaza para siempre (Planeta), convertido ya en todo un éxito editorial. Licenciada en Ciencias Químicas y máster en Dietética y Nutrición Humana, desde hace más de quince años trabaja y dirige su propia consulta de nutrición que compagina con la docencia en la UNED. Dirige BeOk, un programa semanal sobre nutrición en cadenaser.com, y colabora en programas como: A vivir, que son dos días, en la Cadena SER. Sus artículos pueden leerse en la revista “Buenavida” de El País, Objetivo Bienestar, etc. También ha sido asesora nutricional en películas de gran éxito a las órdenes de directores como Daniel Sánchez Arévalo, Pedro Almodóvar o Alberto Rodríguez, entre otros.

Parece que hablar de adelgazar lleva de la mano eliminar las grasas de nuestra dieta, pero leemos en este libro que las grasas no son tan malas como parecen.
Claro, el problema es que no hay que eliminar las grasas sino que hay que utilizar grasas que sean saludables. Hay unas vitaminas que se llaman liposolubles que necesitan las grasas para ser absorbidas. Si tú eliminas las grasas, tendrás déficit de estas vitaminas. No consiste en eliminar la grasa sino que tu consumo de grasa sea mayoritariamente de grasas saludables.

Uno de los puntos fuertes de este método es el de la importancia de las proteínas.
La proteína lo que me aporta son aminoácidos, y dentro de los aminoácidos hay dos grupos: los esenciales y los no esenciales. Los no esenciales yo los puedo fabricar, es decir, el ser humano tiene rutas metabólicas para poderlos fabricar. Pero los esenciales los tengo que coger sí o sí de los alimentos. Entonces, si yo no consumo suficiente cantidad de proteína tendré déficit de estos aminoácidos. Te pongo un ejemplo, el triptófano; el triptófano es un aminoácido esencial que mi cuerpo no puede fabricar, a partir del triptófano se construye un neurotransmisor que se llama serotonina que es la hormona de la felicidad, del placer, y a partir de esta serotonina se construye la melatonina que es la que te hace dormir de manera profunda. Entonces, fíjate: no consumo proteína, no tengo triptófano, no tengo serotonina, no tengo melatonina…

El concepto del metabolismo basal, relacionado con estas, también parece sustancial, ¿nos lo comenta?
El metabolismo basal es la energía que tú gastas para mantener tus constantes vitales. Es decir, que tu corazón lata, que tus pulmones respiren…, y depende directamente de tu masa muscular. Tu gasto total al final del día es: mayoritariamente tu masa muscular, luego es la energía que gastas a nivel físico e intelectual y luego la energía que tu gastas en hacer la digestión de los alimentos. Si tú haces una dieta en la que bajas mayoritariamente la masa muscular te bajará ese metabolismo basal y al final tendrás menos kilocalorías para repartir a lo largo del día.

Otro concepto interesante que se introduce es el de comer cada tres o cuatro horas, esto es, comer muchas veces pero poco cada vez.
Esto tiene dos razones, la primera es que si, por ejemplo, yo como a las dos y ceno a las diez, yo no sé tú, pero cuando llego a las nueve a casa empiezo con el picoteo y al final me estoy perdiendo lo verdaderamente importante que era la cena. Esa es una razón que para mí es muy importante. Si tú haces una merienda luego no tendrás tantas ganas de comer. Y la segunda, es porque cuando pasa demasiado tiempo entre una ingesta y otra, tú corres el riesgo de empezar a usar tu masa muscular, te bajará el metabolismo basal y al final tendrás menos energía.

Al hilo de todo lo anterior, vemos que este método propugna una idea clara y es que no hay que pasar hambre mientras se está a dieta.
No. Y por dos razones también. La primera porque si tu pasas hambre no lo vas a mantener en el tiempo, es como si dices: vale, yo aguanto, ¿cuánto, una semana, dos semanas?… A la tercera semana vas a comer, no tiene sentido. Y la segunda es que si tú pasas hambre eso puede ser indicativo de que estás usando tu masa muscular, mal; eso hará que te baje el metabolismo basal y como consecuencia todo lo que he explicado antes. GINÉS J. VERA

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