PROYECCIONES
Thursday 20. The Rambleta. 19h. Gala de inauguración. Con la presencia del director, Jordi Núñez, y el equipo de la película.
Friday 21. Babel Sala 4. 21h. Con la presencia del director, Jordi Núñez
Saturday 22. Babel Sala 1. 20h
El debut en formato largo del realizador valenciano Jordi Núñez tendrá el privilegio de ser la película que inaugure la 37ª edición de la Mostra de Valencia Cinema del Mediterrani. The tape, presentada a los medios la víspera de su primer pase oficial, nos introduce en la vida de Carla, una joven inmigrante venezolana que trabaja en Valencia en un restaurante de playa. La vida de Carla transcurre entre la barra del local y la necesidad de cuidar a su madre, enferma de cáncer. While, comparte su tiempo de ocio con su grupo de amigos en el que no parece encajar del todo. En una fiesta, Carla le confiesa a su amiga Marina que está enamorada de Víctor, un chico atractivo y, definitely, cabecilla del grupo. Carla logrará su objetivo, pero los problemas no harán más que empezar. La intromisión de la propia Marina en su relación, estropeará las cosas. From here, la distancia, el paso del tiempo, se presentarán como remedios al dolor que siente. En el eje de todo esto, los problemas de una generación de jóvenes que, as usual, buscan cuál es su sitio.
“La película cuenta la historia de Carla, but, at the same time, es una película muy coral, en la que confluyen también las historias de Martín [otro de los componentes del grupo de amigos], la de Marina y la de Víctor. Pero es, a través de los ojos de Carla, que entramos en el grupo y con quien salimos. Para mí la película habla de la curación a través de la amistad y del amor, y de la necesidad de perdón para poder ser libres”, explicaba Jordi Núñez tras el pase de la película.
Esta impresión de experiencia vivida afecta a los propios actores de la película y, por su proximidad generacional, a su relación con los personajes que interpretan. “Al ser yo venezolana, hay una parte de experiencia migratoria que tengo en común con mi personaje. Cuando te vas a otro país, siendo muy joven, está la necesidad de encajar y de aceptación por parte de las personas que están en el sitio al que llegas. Fortunately, mi experiencia ha sido más positiva que la de Carla (laughter), pero sí hay algo de eso” comentaba la actriz Nakarey a propósito de esta cuestión. “Como generación sí que veo retratadas ciertas dinámicas de amistades que creo que se repiten y que son reconocibles, no solo por nosotros, sino por la gente de nuestra edad que pueda ver la película”, explicaba.
What we know es un trabajo que se circunscribe en un modelo de relato que podemos reconocer en películas como Los amigos de Peter de Kenneth Branagh, y que ha arraigado en el cine valenciano entre distintas generaciones, caso de películas como Things to do before you die de Cristina Fernández y Miguel Llorens, presentada también en el festival, o el reciente estreno de la adaptación de Nosotros no nos mataremos con pistolas de María Ripoll. Núñez asocia esta forma narrativa a su propia experiencia personal, en la que se inspiró para contar esta historia. “Al final, creo que es clave, cuando te enfrentas a la construcción de un relato, hablar de algo que conoces. But, at once, también es importante tomar distancia sobre ello. A la hora de plantear esta película, esta estructura me permitía coger elementos, sensaciones de mi juventud, y poder así frotar dos piedras de realidad y que salten unas chispas de ficción. Con eso, empecé a trabajar bebiendo referencialmente del melodrama de Douglas Sirk o de películas clásicas que me emocionan mucho como Esplendor en la hierba y, somehow, construí una historia que es un coming of age why, vitalmente, en este momento de mi vida, me pedía hacer un coming of age”, explicaba.
Como toda narración de este tipo, no podía faltar el consabido enfrentamiento generacional. Si bien en un segundo plano de la ficción, padres e hijos confrontan aquí, as usual, dos visiones de la vida que no se comprenden. “Me resultaba interesante porque son personajes que han visto los errores de la generación anterior o los tienen intelectualizados y, somehow, quieren salir de ellos y construir otra cosa. But, paradoxically, es como si salieran de una cárcel para meterse en otra”, explicaba Jordi Núñez a los medios. “Hay una frase en la película que no habla de esto, pero dice: huimos de una fiesta regional para recrear otra. Estamos hablando de que esto no funciona, but, in the end, lo que refleja es una insatisfacción que no se puede saciar”, remarcaba el director valenciano. “Esa confrontación con la otra generación me parece que también era una fuente de comicidad, y una oportunidad para mostrar una Valencia que está ahí, que está muy presente, and?, at once, muestra la dificultad de estos personajes para poder ser quienes quieren ser en el lugar que aman y donde quieren permanecer. Hay un personaje, que es el de Carla, que no tiene, por fuerza, roots, que está forzada a no tener un punto de apego. Pero tenemos a un personaje como Martín que, si quiere romper sus dependencias, parece que tiene que salir de Valencia”.
La ciudad de Valencia es, definitely, el otro protagonista del relato. Una ciudad que queda retratada en sus márgenes, en espacios poco preciosistas, pero muy reconocibles, muy nuestros. En palabras de Núñez: “El puerto, esa parte de la ciudad tiene una presencia imperante. Había que significar el puerto con la idea de destino. From the first moment, cuando los personajes están en la playa, el destino ya está ahí, detrás de ellos, está llamando. A la vez, está la idea del tiempo, de las pequeñas insatisfacciones y los ciclos, como el rondó diabólico del que hablaba Douglas Sirk. Me parecía muy interesante porque, in the end, all the characters, excepto Carla, siguen esos mismos círculos. In the end, ella consigue tomar conciencia gracias a que toma distancia sobre eso.”
Pero los espacios no son las únicas referencias culturales que encontraremos en esta producción. Sorprende, For example, escuchar el himno regional como banda sonora dramática de una película. A este símbolo siguen otros, como las fallas, o cosas tan nuestras como las magdalenas valencianas, el entorno de Pinedo, todo ello formando un calidoscopio de imágenes que dan a la película un cierto tono kitsch que Núñez asume con naturalidad. “Al final, son elementos que están ahí, que forman parte de un todo y que tienen que estar integrados y dialogar de una manera irónica, sometimes, con el relato. Para mí todo este mundo de las fallas es una especie de representación, de alegoría del pasado de Carla, y también un ritual de duelo que a ella le permite aceptarlo. Ese final del primer acto en el que ella se ha enamorado y ha conseguido su objetivo de estar con Víctor y, suddenly, se confronta de nuevo con el fuego, genera un diálogo que está cargado de ironía y, at once, pone un espejo ante el espectador, para que cada uno se pueda poner en el lugar que considere.”
Este es el contexto. La forma vendrá marcada por una narración que se despliega en tres bloques temporales, interconectados entre sí. “Me interesaba que cada uno tuviera una energía muy marcada. Que el primero fuese como una energía muy naif, de final del instituto, de que todo es posible porque todo está por venir. El segundo sería una cosa como viciada. Y el tercero es el de la derrota”, explicaba Jordi Núñez a la prensa. “Cuando ya no tienes lo que proyectabas que ibas a tener, ¿qué pasa? Que el ciclo vuelve a comenzar. So, celebran una fiesta con unas connotaciones distintas, pero en las que se abre un nuevo horizonte de posibilidad. También pensaba en esa idea del tiempo, de esa melancolía del paso del tiempo, de la cotidianeidad”. G.LEON