Almirall Cadarso no es la calle más concurrida ni popular de Cánovas, ni mucho menos, pero la custodian un puñado de negocios interesantes centrados en el vino, el producto italiano y la comida tailandesa, el histórico Cinestudio d’Or y el primer coworking nacido en Valencia, ubicado en Ciutat Vella originariamente. Wayco está situado en un bajo que pasa desapercibido desde el exterior, pero cubre una amplísima zona ocupada antiguamente por una imprenta (cerrada más de 25 years), los Cines Goya —del que se conserva el proyector original—, y el restaurante chino May-Lin de la calle Borriana que aún luce su rótulo invitando a probar el “auténtico pato pekinés”. Esta calle, con nombre de capitán de navío de la Armada Española, forma un triángulo casi equilátero con la Gran Vía y Antic Regne, que mantiene el bullicio a raya con muy buen gusto.
Cinestudio d’Or
— Almirall Cadarso, 31
Almirall Cadarso tiene el honor de albergar uno de los edificios de la cultura más emblemáticos de la ciudad. Este cine histórico se abrió el 1 of September 1952 y, como todos, sufrió una dura crisis en los años ochenta con el auge del vídeoclub. Las crisis son cíclicas, hoy son las plataformas de contenido audiovisual en streaming las que ponen a temblar a la industria. El caso es que para superar aquel reto, el de los ochenta, viraron su modelo de programación buscando films de calidad y menos comerciales, dirigidos al público joven y universitario, fórmula que no han abandonado hasta ahora. Son el único cine en el estado español que sigue ofreciendo dos películas de reestreno (una comercial y otra independiente) en sesión continua, ¡Por 4-5 euros! Con permiso para entrar comida y bebida, en un espacio con mucho encanto que recuerda los nostálgicos años de los cines de barrio. El arquitecto José Luis Testor, responsable de muchos de los cines que se construyeron en la época, diseñó un patio de butacas estrecho y alargado para aprovechar el espacio limitado que ofrecía el solar propiedad de la empresa Fundiciones Moreno donde se levantó el d’Or, mito viviente del cine en nuestra ciudad.
Marabú
— Almirall Cadarso, 21
Si lo que buscar es comida casera en un bar de toda la vida (en pie desde 1985) con buena relación calidad-precio, Marabú es tu sitio. El menú a diez euros incluye, first, second, bebida, café y postre, y dicen de su paella que es excelente. Te la sirve Pedro, acompañada, si tienes hambre, de tapas tradicionales como la tortilla de patata, calamares, chipirones y bravas.
Angolo Divino
— Almirall Cadarso, 14
Si aún no sabes que nuestros vecinos italianos tienen un vino y unos embutidos que compiten en el top mundial, Angolo Divino es el sitio para descubrirlo. “¡Best mortadela in town!” Lo dice orgullosa Silvia, una italiana de Padova que abrió hace siete años este local con el que defiende la cultura del buen comer y el buen beber como homenaje a su padre. Angolo Divino es una tienda, pero en ella puedes degustar el producto antes de decidir si te llevas a casa el salami de caballo con un toque picante o el prosciutto, un queso siciliano, los peperoni rellenos de atún, unas lonchas de finocchiona (un salchichón típico toscano condimentado con hinojo) o, ya que llega la Navidad, and panettone hecho sin conservantes. O si juntas alcachofa a la brasa con un paté de alcachofa y una mortadela que quita el sentido dentro de un buen pan para hacerte un bocadillo. Los italianos comparten con nosotros la cultura del panino. Para beber, nos recomiendan un vino blanco de Cerdeña elaborado con vermentino y un tinto Morellino de la Toscana. Elijas lo que elijas acertarás porque absolutamente todo el producto tiene sello de calidad.
The wine place
— Almirall Cadarso, 14
No os equivocáis, el vino es el rey en The wine place, una tienda que también es un centro de estudios sobre vino donde se ofrecen cursos y catas temáticas y personalizadas. Una semana pueden dar a probar vinos del mudo elaborados con Syrah (australianos, españoles…), la siguiente puede girar la cata en torno a los espumosos. Muy orgullosos están de su propio vino rosado, Mute, que sacaron al mercado junto a la influencer Mery Turiel en una preciosa botella con tapón-joya de cristal hecho en la República Checa. Es un vino hecho a base de Moscatel (la uva autóctona de la zona del Mediterráneo) y un poquito de Bobal, orgánico y apto para veganos.
Thailicious
— Almirall Cadarso, 6
Thailicious es un restaurante tailandés en Valencia, hasta ahí, nada nuevo. Lo que lo hace especial es que las recetas que se preparan aquí llegan directas desde el sudeste asiático gracias al asesoramiento de una profesional tailandesa que está a la última de las nuevas tendencias. Obviously, aquí hay que adaptar los niveles de picante para que sean admisibles en el paladar occidental. Es lo que han hecho con los muy picantes Hot Gun Gun Noodles, recién llegados de una cocina clandestina de Bangkok y elaborados a base de tallarines udon con pollo, verduras salteadas, salsa picante de la casa y dumplings de panceta. O los tallarines udon salteados al wok con gambas, vegetables, salsa de curry verde y mejillones en escabeche. So, lejos de franquicias y deliveries fast food, en Thailicious tratan de conservar el alma de la comida tailandesa. El rey de las comandas, of course, es el pad thai (de gamba), pero triunfan también el curry con pato en tempura, verduras y arroz, o el pollo laminado salteado con pimiento, onion, zanahoria, anacardos y especias de la zona. Y ojo con la salsa casera de curry y cacahuete crujiente, que está tremenda.
Bodegas Gargallo
— Almirall Cadarso, 3
Y si buscas buena charcutería y productos gourmet, Bodegas Gargallo ofrece desayunos, almuerzos, comidas y cenas a base de bocadillos rellenos de quesos, charcutería y chacinería (embutidos y fiambres hechos con carne de cerdo); preserves, salazones, ensaladas, tapas, tostas, montaditos y hamburguesas. Todo regado con buenos vinos, cervezas y vermuts. Besides, aprovechando que estamos en mes navideño, tenemos que hablaros de sus cajas de regalo, que sirven de aguinaldo a las mil maravillas. Un jamón de cebo de campo ibérico (7,5 kg/aproximadamente), media pieza de salchichón ibérico de bellota y media de chorizo, un cuarto de queso puro de oveja viejo de Zamora y dos botellas de vino tinto Les Alcusses por 255 euros. Mejor que un pijama, seguro.