En las piezas de Andrea vemos el Mediterráneo, el Atlántico, vemos Marrakech o Turquía, el Sahara y el Amazonas. Pero, sobre todo, vemos Colombia. Y es que fue este país el que inspiró a la diseñadora catalana para crear lo que ahora es una marca de joyas inigualables. Encontraremos desde grandes y llamativos collares de bolitas de colores deslumbrantes, a otros más discretos que mezclan los diseños latinoamericanos con los conceptos urbanos europeos. Todos ellos son pequeños tesoros hechos a mano que pueden llevar más de veinte horas de trabajo, piezas únicas de un estilo exquisito. En poco tiempo esperamos ver Oh Oh Andrea en tiendas, pero de momento os chivamos que lo mejor es contactar con ella directamente en su web, si es que podéis decidiros por un modelo. GLORIA POZUELO
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