Susana López Rubio es una de las guionistas más reputadas del momento. Cuenta con una amplia trayectoria profesional en el sector audiovisual. Ha participado en series como Policías: en el corazón de la calle, Hospital Central, La chica de ayer y Física o química, entre otras muchas. Es la responsable de la adaptación televisiva de la miniserie El tiempo entre costuras y ha sido la creadora de Acacias 38. En cine, ha sido coguionista del largometraje Cómo sobrevivir a una despedida y, entre otros, ha firmado los guiones de cortometrajes como Juan y la nube (Premio Goya 2015 al Mejor Cortometraje de Animación). Es autora de dos libros infantiles: La mejor familia del mundo y Martín en el mundo de las cosas perdidas. Forma parte del equipo de docentes del Máster Universitario en Cine y Televisión de la Universidad Carlos III de Madrid y DAMA. Estos días está de promoción con su segunda novela Flor de sal (Espasa) tras el éxito de público y crítica de El encanto, su primera novela. GINÉS J. VERA.
¿Cómo surgió la idea de escribir Flor de sal?
Realmente todo empezó por el Salar de Uyuni. Porque es un sitio muy especial que yo no he visto en casi ningún otro sitio… Se lo dices a la gente y se te queda así mirando, pero cuando le enseñas una foto y les cuentas, ya no se olvidan nunca. El germen fue este lugar y a partir de ahí la historia creció casi sin control.
Hay más de un elemento metafórico en esta novela. De ellos quiero preguntarte por uno muy vivo, ese colibrí tan simbólico ya en tierras bolivianas.
Qué gracioso. Yo creo que el gran símbolo de la novela es el colibrí. El Salar de Uyuni es concretamente un desierto de sal, pero en la época de lluvia, cuando cae el agua, se convierte como en un espejo. La gente lo considera el mayor espejo del mundo. Me hacía gracia sacar a Julieta, a la protagonista, que es una niña bien, de Madrid, totalmente de su ambiente y llevarla a que se mirase al mayor espejo del mundo y a partir de ahí que se mire y sea donde se encuentre a si misma curiosamente. Y lo otro que comentas es verdad, es gracioso. Lo que pasa es que el tema del colibrí no se puede contar mucho sin desvelar parte de la trama.
Me costaría decidirme entre decir si Flor de sales una novela de aventuras con una poderosa historia de amor o viceversa. Lo dejo a gusto de los lectores. Aunque en cuanto al amor, decir que hay amores imposibles o casi. Hasta donde puedas contarnos, háblales a los lectores de esa vuelta forzada de Julieta Carrión a Madrid por amor.
Es una vuelta complicada porque ella viaja a Bolivia siendo una niña bien en Madrid, proviene de un mundo que al llegar a Bolivia conoce otro muy distinto, y de repente, la vuelta que como nos pasa a todos, que abres la mente, vuelves a los lugares de antes y te dices: madre mía. Y además vuelve muy cambiada porque es una mujer casada cuando no le apetece nada volver. Es una vuelta complicada porque hay una historia de amor con Siwar que es otro de los protagonistas, otro hombre en la novela con personalidad fuerte para chocar con ella, que siempre es muy interesante que las historias de amor empiecen tirándose los trastos a la cabeza. Mola más. Si no es un rollo.
Otro tema que palpita en esta novela es la espiritualidad. La vida siempre acaba ganando a la muerte, he leído en alguna página. Coméntanos al hilo de ese enclave tan propenso a leyendas y lo espiritual que es el Salar de Uyuni.
Pues lo de la espiritualidad viene otra vez a que el Salar es un sitio tan especial y tan mágico en sí que parece que las cosas mágicas o misteriosas pueden suceder, te da la sensación de que todo puede pasar allí. Lo que me parecía raro era no meter algún elemento más mágico o espiritual en este lugar. En la fase de documentación estuve hablando con varios historiadores y empecé a descubrir historias como la del propio Salar que es increíble. Lo raro es que en el lugar no tuvieran historias propias de la formación del Salar y leyendas increíbles. Si ya hay leyendas increíbles en lugares menos espectaculares, aquí ya…
También creo que hay una lanza a favor del mestizaje y el indigenismo en esta gran historia de contrastes. Quería que me hablases de ello.
Claro, también me interesaba mucho el darle la vuelta, el contraste, ya que la historia transcurre unos años antes de la Primera Guerra Mundial y parece que todo debía girar alrededor de Europa, y en parte lo era, ya que Europa era un polvorín, pero me gustaba mucho el contraste. De repente, en un pueblo perdido del Salar o de Potosí, parecía como si estuvieran aislados pero no, porque al final iban a sufrir también a causa de la guerra, aunque me gustaba mucho eso, el contraste, los puntos de vista. Ella al principio tiene prejuicios hacia Siwar porque viene de donde viene y demás, pero que él también tuviera prejuicios hacia ella era un juego que me hacía gracia.
