Muchos son los años que carga a sus espaldas la calle Dénia, una vía que nace al abrigo de la Calle Russafa, y muere en el muro de la concurrida y chillona estación de tren. Los niños que ahora ya no son tan niños recuerdan cómo se colaban las pelotas tras ese muro y habían de saltarlo para recuperarlas. Eran tiempos de jugar juntos en la calle, de correr frente a las puertas de la lechería y la tienda de aceite a granel, saludar a la Tasca Los ajos que no cerraba ni de día ni de noche, entrar en un Cine Ideal donde uno podía ver dos películas por tres pesetas, comprar en la pollería, no perder de vista a los forzudos de lucha libre (los conocidos catch) que entrenaban en el gimnasio y reponían fuerzas después en el bar los Navarros, o soñar en un pequeño teatro donde algunos afortunados pudieron ver actuar a Blasco Ibáñez. La calle de adoquines donde cenaban en corrillo los vecinos se ha convertido en una de las más eclécticas del barrio de Russafa, donde ahora podemos degustar delicias de Brasil, marisco fresco, cocina asiática o las tapas de toda la vida, comprarnos una joya única o una mochila hecha a mano, disfrutar de una exposición del arte más actual, ver una buena obra de teatro o bailar lo inimaginable.
COSÍN ESTUDIO
— Dénia, 3
Nuestra primera parada es un bajo con puerta de madera y escaparate llamativo, hay que ver qué estilazo. How could it be otherwise?, esta es la guarida de un estudio de diseño de interiores (oficinas, viviendas, restaurantes, hoteles, stands de feria) y gráfico. Se atreven con todo, confiesan, siempre con un afán de superación muy presente que les empuja a superarse en cada trabajo. Se caracterizan por un asesoramiento personalizado de cada cliente y por diseños atemporales que escapan de modas. Les encanta desnudar los espacios, utilizar materiales naturales, huyen de la ostentación y crean refugios con estilo donde uno no puede más que sentirse a gusto.
BOCAMADA
— Dénia, 4
En este local se respira arte y amor por la cocina. Entre preciosos cuadros, los comensales disfrutan del mejor pescado y marisco, de la carne vasca, de los platos de cuchara elaborados con el mejor producto de mercado que Edmundo prepara con cariño desde que abrió las puertas de Bocamada en 1976. De una carta que cambia cada semana y donde todo es fresco, hay que destacar la famosa lubina a la sal, para muchos, la mejor de la ciudad.
5 CAFÉ BAR
— Dénia, 5
He 5 Café Bar mira, on the one hand, a la concurrida calle Denia y, on the other, a la tranquila y peatonal Calle del Clero, lo que le confiere la inmensa suerte de poseer una de las mejores terrazas de todo el barrio. Su interior es igualmente acogedor, presidido por un precioso piano al que miran sus sillones, decorado con gusto, ya sabéis, uno de esos lugares donde uno se siente cómodo sin saber por qué. Suponemos que ayudan sus cañas bien tiradas y sus vermuts caseros de grifo, sus deliciosos pinchos de tortilla, sus pepitos y, en las noches animadas, sus estupendos cócteles (el Spritz, el Yayo o el Negroni son los imprescindibles).
BORU
— Dénia, 6
El toque asiático lo pone en Boru, la última incorporación a la calle que ya ha desatado mucha curiosidad. Inaugurado hace tan solo unas semanas, Boru ofrece una fusión perfecta de cocina española y asiática, con unas gyozas de pollo al ajillo y un ramen de cocido que morimos por probar. Todo lo que comamos será en boles, de ahí el nombre (Boru es bol en japonés), por lo que que encontremos varios cuencos en la mesa listos para ser llenados con nuestras comandas. Ambiente moderno y agradable, definitely, una nota de color en la calle.
SIO2
— Dénia, 14
En esta preciosa tienda-taller encontramos verdaderas joyas, y no en sentido figurado, joyas de verdad, pero en vidrio. Tiziana Chiara es la artista responsable del espacio, la creadora de las piezas que vemos expuestas, todas ellas atemporales y modernas, mimadas hasta el último detalle, que le han llevado a ganar el premio de Artesanía de Vanguardia de la Comunidad Valenciana en 2018. Con la reforma que ha llevado a cabo hace tan solo unas semanas, ahora podemos ver su taller al completo, comprender el proceso creativo de la artista, sentir la calidez del espacio donde surge el arte cada día. La nueva línea en vidrio soplado es verdaderamente impresionante, con joyas aéreas, transparentes, que simulan nubes, sin menospreciar en absoluto su colección más urbana y colorida ideal para cualquier ocasión. Encontraremos también bolsos de la marca Botó de Cotó, y joyas en metal de la marca Pedramar.
KOWALSKI
— Dénia, 20
Kowalsky es, definitely, una de las tiendas más chulas que pisaréis en la vida. Nació hace seis años con el objetivo de vender material de bellas artes, discos y libros. Con el paso del tiempo se ha ido reinventando, incorporando a su curioso repertorio calzado y ropa de marcas icónicas, antiques, material de restauración, bombillas y material eléctrico, bastones, camisetas de grupos de música o gafas de sol. Entre sus tesoros vemos una chupa de cuero Schoott Nyc, (Yeah, Yeah, la clásica), (Yeah, Yeah, vale 1.200€, pero solo hay que verla y tocarla para enamorarse), sombreros Bailey of Hollywood y vaqueros Levy’s, tres prendas imprescindibles para revivir la gran película The wild one con un Marlon Brando que quita el hipo. Si al equipo le unimos un modelo de gafas Ray-Ban americanas, de las de acetato (las que ya no se fabrican), preparémonos para romper corazones.
SLAUGHTERHOUSE FOOD & BOOKS
— Dénia, 22
Esta antigua carnicería se convirtió hace diez años en uno de los clásicos del barrio, abriendo sus puertas como bar-librería. Pero ha llovido mucho desde el inicio, y ahora a la oferta de libros y copas se suma también una propuesta gastronómica ambiciosa, que presenta una carta corta pero intensa, con mucho producto italiano (sus actuales dueños vienen del precioso país vecino) como el chivito de porchetta o la tabla de embutidos italianos, unas hamburguesas inabarcables (de esas que desafían la ley de la gravedad, pero que al final nos comemos como podemos porque son deliciosas), y una amplia oferta vegetariana. La vertiente cultural continúa con las clases de dibujo (modelo en cueros incluido) todas las semanas, las exposiciones cambiantes y la venta de libros a muy buen precio. Larga vida a Slaughterhouse.
CURTIDOS EMILIO GÓMEZ
— Dénia, 23
From 1940 se dedica esta familia a la venta de todo lo relacionado con la piel (wallets, belts, cremas) y productos para el calzado (plantillas, cordones, cepilles, dyes). Entrar en su local es un viaje al pasado, pues poco ha cambiado en los más de 70 años en los que diferentes generaciones del clan han continuado con el legado de sus antepasados.
LOS NAVARROS
— Dénia, 28
Los Navarros es el tradicional bar de bravas y calamares, de los que ya quedan pocos, sobre todo en un barrio tan de moda como Russafa, donde abundan las propuestas más sofisticadas. Aquí nada de brunch, aquí almuerzos y comidas de toda la vida, volvemos a lo esencial: al pincho de tortilla (de patata, habas, ham, queso, atún), a la puntilla bien fritita, a la ensaladilla rusa casera. Actualmente lo regentan dos hermanos, Amparo y Manuel, hijos de una familia de Russafa de siempre, que ha visto pasar frente a sus puertas todos los cambios de un barrio que no ha dejado de traer sorpresas y que, aseguran, ha mejorado mucho en los últimos años.
APELO
— Dénia, 31
En Russafa hay montones de peluquerías, pero esta tiene una filosofía particular: es la única que utiliza todo productos 100% naturales y orgánicos. Nos olvidamos de decoloraciones o moldeados con productos agresivos, aquí no huele a amoniaco ni a nada que se le parezca, y los resultados son cabellos más fuertes y sanos. ¿El precio? Un poco superior, pero si el resultado también lo es, justificado queda. Buen ambiente, mejor música y mucha simpatía están garantizados.
LA ESCUELA DE RUZAFA
— Dénia, 32
Todo el que venga a La Escuela de Ruzafa ha de tener ganas de pasarlo bien, de moverse, de reír: este es el único requisito para entrar pues, por lo demás, ofrecen de todo y para todos. A diferencia de otras escuelas más especializadas en un baile concreto, aquí podemos bailar tango, lindy hop, flamenco, capoeira, forró (un baile brasileño sencillo y muy de moda), danza oriental o africana, y muchas otras disciplinas divertidas. En la variedad está el gusto, y aquí una oferta extremadamente variopinta acaba, without knowing how, teniendo sentido, pues solo vemos entre sus paredes caras sonrientes. Y no solo de los alumnos, sino de cualquier visitante ocasional que acude a disfrutar de su variada programación cultural, que propone markets, cine mudo con música en directo, sociales de baile, intercambios de idiomas o conciertos.
ISABEL SORIA – INDUMENTARIA VALENCIANA
— Dénia, 35
La pintoresca calle Denia alberga también la única tienda de trajes de valenciana del barrio de Russafa, tan conocido por ser el epicentro de las fiestas falleras, repleto de luces, casales y animados puestos callejeros durante esos días. Su dueña cuenta que llevan ya más de doce años en este local, ofreciendo confecciones a medida, telas y aderezos para la fiesta que los habitantes del barrio aman u odian.
HAT GALLERY. SANAHUJA& PARTNERS
— Dénia, 37
Al entrar encontramos un montón de sillas diferentes, todas ellas impactantes. Esperad, en realidad es la misma silla, solo que todas forman parte de un proyecto en el que 40 artistas modificaron la misma pieza, haciendo de cada una un ejemplar único. Esta es solo una de las muchas iniciativas que surgen en este lugar en el que se encuentran la arquitectura, el arte y el diseño, y donde se realizan exposiciones, proyecciones, workshops, performances, conciertos o conferencias. Sanahuja&partners es el corazón de este espacio vivo, un estudio de arquitectura muy ligado al mediterráneo (tienen sede en Ibiza, Castellón y Valencia) que refleja en sus trabajos el mar, la luz, el paisaje, la cultura mediterránea y su gente con diseños que responden a esa innata necesidad humana de conexión con la naturaleza.
RIBAGS HOUSE
— Dénia, 44
Seguro que recordaréis Tresillos Rivadulla (su eslogan sonaba “Tresillos Rivadula, la decisión es suya”). Bien, pues es el hijo del dueño de la que fue una de las más potentes tiendas valencianas del mueble quien ha seguido los pasos familiares y ha fundado Ribags, una marca de mochilas artesanales únicas, hechas con piel de vacuno de alta calidad. David empezó elaborando bolsas para su amigos con retales desechados de la fábrica familiar, y terminó fundando su propia marca años más tarde, moviendo su excepcional producto por markets de todo el país, dejando piezas a la venta en tiendas de distintas ciudades, hasta que abrió sus puertas este local en el número 44 de la calle que nos ocupa. Una Ribag hay que verla, tocarla y olerla, pues se trata de una pieza artesana que nos acompañará puede que por siempre: si un tirante se rompe o una zona se descose, podemos pasar a que nos la arreglen en este espacio multifuncional que pone en el mapa este producto único y 100% Valencian. Estamos deseando ver la nueva colección en textil, más económica y, seguro, igual de chula.
PLASTIC MURS
— Dénia, 45
Vaya cuadros, quién los tuviera. Esta sencilla galería de arte contemporáneo cuyo principal interés es la cultura urbana, la pintura contemporánea, el diseño o la cerámica muestra en sus paredes lo mejor de artistas como los valencianos Pichiavo, César Goce y Antonio Tone, o los internacionales Dulk, Liam Fallow o Philip Gerald. Su propietario nos cuenta que la mayoría de las ventas se realizan fuera de España, pero que los artistas han de exponer en muchas ciudades, mover su arte para ser reclamados y reconocidos en su propia tierra y fuera de ella. Así sobrevive una galería como la suya, que alegra los ojos de los paseantes con su arte atrevido, actual y siempre sorprendente.
CAFÉ ARTYSANA
— Dénia, 49
Muy en la línea del nuevo cariz que está tomando el barrio, el Café Artysana propone una selección de comida sana y rica, en un ambiente acogedor y con una propuesta cultural interesante. Su brunch es ya conocido por delicioso y abundante, su terracita interior es más que apetecible, y los sábados son días de fiesta en los que siempre encontramos música en directo. Cabe destacar la multiculturalidad del local, donde se juntan habitantes del barrio con visitantes ocasionales de la ciudad de todos los rincones del globo, todos atraídos por el ambientazo y el buen rollo de este pequeño bar con mucho que ofrecer.
RUSSAFA ROOM
— Dénia, 55
En las instalaciones de una vieja empresa de maquinaria industrial nace en 2011 Russafa Room. Abren sus puertas en el corazón de un barrio que durante muchos años adoptó el teatro como parte de su vida cotidiana, cuyos habitantes acudían semanalmente a alguno de los muchos teatros que salpicaban el entorno, e incluso participaban activamente en las funciones teatrales de ateneos, salas, salones o recreativos. Eran otros tiempos, pero Russafa lleva impresa esa tradición teatral, así que solo había que resucitar ese espíritu. Y parece que lo han conseguido. Arden Producciones es la compañía encargada de dar vida a este espacio, una compañía de teatro de autor contemporáneo que se especializa en la recreación histórica. La sala acoge actualmente sus producciones y las de mucha otras compañías locales, nacionales e internacionales, conformando una programación para todos los públicos que incorpora lenguajes como el teatro, the dance, music, las artes plásticas y la literatura.
SAUDADES DO BRASIL GOURMET
— Dénia, 62
Hay negocios que uno solo concibe en Russafa. Es el caso de Saudades do Brasil, la única tienda de la ciudad especializada en productos brasile ños, que no podía encontrarse en otro lugar más que aquí. Echamos un vistazo a sus estanterías y tenemos ganas de probarlo todo. Encontramos farofa, esa harina de yuca condimentada que acompaña diversos platos, tapioca, ese crepe de de la harina de mandioca que podemos rellenar con dulce o salado, delicioso pan de queso, cachaça para la caipirinha, café brasileño (del fuerte), galletas, chorizo brasileño ahumado, coxinhas y todas las delicias probadas o por probar. Curiosísimo también el rincón cosmético, con los productos específicos para pelo rizado más utilizados en Brasil o pintauñas fabricado en el país. Todo un descubrimiento.
ESPACIO NOLICH
— Dénia, 73
Llegamos ya al final de la vía cuando tropezamos con Espacio Nolich. En la puerta nos dan la bienvenida un maniquí y unas sillas de avión. No sabríamos muy bien cómo definir este lugar, así que entramos a preguntar. Resulta que se trata de un coworking donde trabajan empresas y freelances dedicados al mundo audiovisual; todo aquel que tiene que ver con la creación de cultura audiovisual tiene su hueco aquí, pues entre estas paredes se crean colaboraciones y sinergias muy interesantes. Nada más y nada menos que 420 metros cuadrados nos esperan en el interior, ocupados entre salas de fotografía y videoclip, salas de montaje, doblaje, salón para eventos y reuniones, camerinos y zona relax. Todo un lujo. Ya nos imaginamos los eventos que se han sucedido aquí: pop up stores, presentaciones de productos, desfiles de moda, shootings fotográficos o cursos de formación, son solo algunos de ellos. Alquilan el super espacio para eventos, so, por preguntar, que no quede.