F. BANCAJA. Pl. Tetuán, 23
Últimamente eran todo hombres los que exponían bajo el paraguas de la Fundación Bancaja (Picasso, Alemany, Alfaro, Miquel Navarro…), así que el desembarco de Soledad Sevilla en la plaza de Tetuán suple además una carencia. Hablamos de una de las artistas más destacadas de la escena plástica española, mujer y valenciana. El sentimiento del color es la primera retrospectiva que se realiza de la artista en su Valencia natal, y en ella podéis recorrer más de cuarenta años de trabajo (1975-2018) experimentando con las posibilidades sensoriales de la luz, el color, el espacio y el tiempo. Ella siempre ha trabajado en series, que es lo que se muestra en esta exposición, una selección de las obras que componen sus series más memorables. En las Meninas, los toros o la Alhambra usa la retícula para recrear y estudiar el espacio, y en la serie de los apóstoles parte del apostolado pintado por Rubens para jugar con el color en lienzos que simulan madera. El arte abstracto no siempre tiene un origen, pero en este caso queda claro y meridiano. En la serie más puntillista destaca Insomnio al alba (2000), donde recrea la nebulosa negra y gris del insomnio (que padece) en un cuadro que guarda relación directa con la gran instalación efímera Te llamaré hoja que preside la sala. Está hecha con hojas naturales secadas, fotografiadas, impresas en offset o serigrafías y montadas magistralmente sobre enormes paneles verticales. La pintura le lleva a veces a la instalación y viceversa, este es un claro ejemplo. En la serie Luces de invierno trabaja el paisaje inspirándose en los secadores de tabaco –una especie de arpillera que protege la planta– con muchas capas de pintura que consiguen ese efecto de profundidad y misterio. Soledad Sevilla es el ejemplo de cómo lo abstracto puede ser tremendamente poético. S.M.