HASTA EL DOMINGO 15/1/2023
IVAM. Guillem de Castro, 118
Tres murallas ha tenido la ciudad de València y los vestigios de una de ellas, la medieval cristiana, recorren la sala que acoge la última exposición dedicada a Ignacio Pinazo en el IVAM. Estas ruinas son consecuencia del derribo que en 1865 propiciaría la expansión urbanística y nuevos espacios de socialización como la Alameda, contexto de uno de los grandes cuadros de Pinazo en el espacio público. Pinazo plasma en este óleo una escena carnavalesca donde los personajes principales —dos mujeres en actitud jocosa y dos bufones haciendo bufonadas— forman el vértice de una V que constata el dominio del artista en la composición de escenas. Escenas cotidianas que son bulliciosas porque el leitmotiv de esta exposición son las multitudes urbanas en movimiento, participando en misas, tartanas, procesiones del Corpus, chocolatàs, fallas humeantes y atardeceres en la playa. Pinazo dejó atrás el academicismo para abrazar la vida cotidiana en las calles. Con veinte años, y hasta el final de sus días, el artista recogió con su trazo veloz e intenso las nuevas formas de ocio y socialización en el espacio público, primero en la ciudad y después en espacios más rurales de Moncada o Godella. AU