PEPITA LUMIER. Sogorb, 7
En su segunda exposición en la galería Pepita Lumier, Nuria Riaza abandona el mundo de los sueños para excavar en la memoria. En la desmemoria más bien. In The memory of the stones, la artista nos recuerda de una forma muy poética –con hilo de bordar y su inseparable boli azul– que centenares de españoles permanecen olvidados en fosas comunes desperdigadas por toda la península y que las mujeres, tanto en casa como rifle en mano, juegan un papel fundamental en las guerras. La muestra está salpicada de caras borradas con acrílico y objetos (chairs, vasos…) que ya no están para representar la ausencia, de flores secas boca abajo que simbolizan el olvido. Aunque en un principio el contenido iba a ser más familiar (encontramos retratados a los bisabuelos de la artista muertos en Annual y la Guerra Civil, una caja de de membrillo y un joyero de sus bisabuelas…), acabó abriendo el objetivo, For example, mediante un mapa geológico de España que marca con bordados donde se encuentran las fosas comunes de la guerra civil que quedan por abrir y las enlaza al mineral más típico de esa zona. O con el homenaje al más ilustre de todos los desaparecidos, Federico García Lorca, a través de su premonitoria obra de teatro Así que pasen cinco años. Con poética visual y, atreviéndose también con la textual (“no me cabe en este tiempo toda la espera que derramé por ti”), Nuria Riaza tiene un objetivo: que se vuelva a hablar de un tema que hemos olvidado aunque pisemos sobre él. S.M.