HASTA EL DOMINGO 6/3
FUNDACIÓN BANCAJA. Tetuán, 3
Estupefactos se quedaron los frailes del Santuario de Arantzazu cuando Javier González de Durana, historiador del arte y comisario de esta muestra, les pidió una de las puertas de la basílica realizadas por Chillida para una exposición conjunta con Oteiza. No obstante, la respuesta fue: “¿Por qué no te llevas dos?”. Y así lo hizo, cargando con él también alguno de los apóstoles esculpidos por Oteiza. Esta ha sido la reacción general al proyecto: un gran escepticismo inicial, dado el peso de los prejuicios por los sonados conflictos entre los dos artistas vascos, dando paso después a una curiosidad e interés absolutos. Y es que esta muestra se centra únicamente en lo compartido, en el diálogo mantenido durante tantos años entre Chillida y Oteiza, en los numerosos puntos de conexión e intereses comunes, como el espacio interior y exterior, la luz, la geometría, la sonoridad visual, el vacío. Ahora, más de un centenar de obras, entre esculturas, pinturas y otros documentos, nos hablan de cómo dos figuras clave del arte del siglo XX resolvieron de maneras muy distintas planteamientos similares y, veinte años después de su muerte y ante nuestros ojos, Oteiza y Chuillida se abrazan de nuevo. GLORIA POZUELO