DEL VIERNES 1/3 DOMINGO 9/6
CAIXAFORUM. Eduardo Primo Yúfera, 1A
Lorquiano, orwelliano, goyesco, dantesco… Son adjetivos formados a partir de los nombres propios de artistas que han marcado con letras de fuego la cultural occidental, cuya influencia está al margen de toda duda. Nuestro cineasta más ilustre, José Luis García Berlanga, se ganó este privilegio por su capacidad para bañar sus películas en sátira, costumbrismo y caricatura, por eso “berlanguiano” es una entrada más del Diccionario de la Real Academia Española desde 2020. Precisamente Berlanguiano fue el título de la exposición montada por la Academia de Cine en Bombas Gens en 2022, año en que València acogió la gala delos Goya; dos años antes el MuVIM había organizado ¡Viva Berlanga! para celebrar los cien años del nacimiento del director valenciano. Así que no vale cualquier excusa para montar una exposición sobre Berlanga en València y Caixaforum lo sabe. Igual que tuvo claro que la muestra debía inaugurarse aquí, en su tierra, en el Mediterráneo, en València. El objetivo de Interior Berlanga es ofrecer una mirada íntima y nunca explicada sobre su figura gracias a un equipo de comisarios muy cercanos al él y a los trabajos de catalogación y digitalización de su archivo ubicado en la Filmoteca Española, por primera vez, a disposición del público. La exposición ahonda en la trayectoria del cineasta a partir de proyecciones, objetos y documentos de su archivo personal, muchos de los cuales han permanecido inéditos hasta hoy. Pone por primera vez al alcance del público más de 300 piezas originales dentro de una escenografía cuidadamente cinematográfica que invita a los espectadores a descubrir las múltiples facetas de un creador fundamental del siglo XX en Europa: el visitante podrá adentrarse en su estudio, visitar una escuela inspirada en las que aparecen en Bienvenido, Mister Marshall o Calabuch, regresar a la mítica sala de cine Atlántico o ver cómo la obra de Berlanga se transmuta en una peculiar falla. Servirá para hacer una radiografía de la España de la época y para entender la gran proyección internacional de sus películas, para recorrer también su vida, sus miedos (a la muerte y al futuro, entre otros) y su inacabable lista de grandes obras: El verdugo, La vaquilla, Plácido, La escopeta Nacional, Bienvenido Mr. Marshall… Todas ellas crónicas del fracaso, humor hecho con el pesimismo que le rodeaba, el que se quitaba de encima haciendo reír. Empezó queriendo hacer drama pero se enamoró inesperadamente de la comedia y nunca, nunca la dejó. S.M.