IVAM. Guillem de Castro, 118
El IVAM sigue empeñado (en el mejor sentido de la palabra) en enseñar el arte que se hace a orillas del Mediterráneo y en revalorizar el trabajo de mujeres artistas que no siempre lo han tenido fácil. Dos características que han marcado el rumbo del museo en los últimos seis años en los que José Miguel Cortés ha dirigido la nave con tino para recuperar el crédito perdido durante la etapa más oscura de la institución. La exposición de Gülsün Karamustafa, de las últimas que llevará la firma de Cortés (también comisario en este caso) y la primera gran muestra individual de la artista turca en España, está marcada por una ciudad mediterránea que ha sido desde tiempos inmemorables crisol de culturas y puente entre Asia y Europa, entre Oriente y Occidente: Estambul. Como la antigua Constantinopla, Karamustafa es una mujer entre dos mundos consciente de que lo es: “Yo no soy una artista oriental, pero tampoco, evidentemente, occidental”. Es una artista contestataria que critica la pintura orientalista (precisamente hay una exposición a este respecto en el IVAM hasta el 13 de septiembre: Orientalismos) y la manera fragmentaria y mística que ha tenido tradicionalmente Occidente de retratar a la mujer oriental. Además, estrechando los lazos entre la alta y la baja cultura, cuestiona el concepto de Modernidad hegemónico que ha impuesto Occidente porque considera que hay muchas maneras de entender la Modernidad. Karamustafa representa un mundo híbrido, barroco y sugerente a través de elementos cotidianos como la ropa, las alfombras o los tejidos decorativos, usando todo tipo de materiales y técnicas que cuestionan los géneros, el papel asignado a la mujer y al hombre en la sociedad turca. Encontraréis su serie Pinturas de prisión de 1972 sobre la vida cotidiana de las mujeres en prisión inspirada en su propia experiencia carcelaria, trabajos que resaltan la hipocresía de la sociedad turca con la transexualidad o le dan la vuelta a la visión masculina del hammam turco, y Mystic transport, una pieza que reivindica lo que aportan los migrantes del interior de la Turquía agrícola cuando llegan a Estambul. Otra vez, mujeres y Mediterráneo en el IVAM. ¡Viva! AU