CARME TEATRE. Gregori Gea, 6
Los protagonista de Xin, Fidel y Bárbara, son dos personajes con visiones muy diferentes del mundo. Sus miedos, sus deseos, sus fobias, sus filias y, en definitiva, sus perspectivas contrapuestas dan lugar al enredo, al dilema, y a un curioso juego de espejos, que en última instancia nos propone reflexionar sobre los roles sexuales y afectivos. De ahí el nombre de la obra, Xin, que en chino significa “corazón”, pero también “mente”. Una dualidad difícil de comprender según el pensamiento occidental, en el cual lo emocional y lo racional suelen entenderse como opuestos y originan quizá un desafío a la hora de interpretar determinadas situaciones. GEMMA SANCHIS