Matar al rey es un thriller histórico con un guion muy bien construido que se mueve entre Agatha Christie y Game of thrones para inventarse una explicación verosímil (que no verídica) sobre la expulsión de los judíos de una España gobernada por los Reyes Católicos en 1492. El rey Enrique IV de Castilla ha muerto en extrañas circunstancias, solo, atormentado y rodeado de lobos en la corte armados de motivos para matarlo. Todos sospechan de todos y la única heredera del rey es una bastarda. ¡Rienda suelta al thriller! El rey es impotente (no le excitan las mujeres, más bien), lo que da pábulo a las habladurías sobre la legitimidad de su hija al trono y rienda suelta a las conspiraciones más malévolas para hacerse con el poder. Su mujer, la reina, lo desprecia, y mantienen una relación romántica con el señor Beltrán de la Cueva, antiguo privado del rey y también amante de este. La hermana del rey, la princesa Isabel de Castilla casada en secreto con Fernando de Aragón, aspira a sentarse en el trono pasando por encima de su cuñada y de su sobrina para unir los dos reinos en uno solo. El único personaje noble en todo el entuerto es el judío Jacob, médico y confesor del rey que está tratando de curarle de su languidez sexual. Él es quien nos guía por toda esta historia que, entre saltos en el tiempo, recrea todos los acontecimientos y los interrogatorios que se están llevando a cabo para descubrir quién ha matado al monarca. Él también deberá subir a declarar en una Castilla habitada por tres religiones que, con sus tiranteces, conviven de aquella manera. Antisemitismo, codicia y ambición se dan codazos en esta obra de teatro sobre la lucha por el poder. S.M.
El cabaret de los hombres perdidos
DEL JUEVES 26/12 AL SÁBADO 4/1
Destino Club está a punto de cerrar cuando entra un muchacho que ha sido perseguido, alcanzado y golpeado…