TEATRE PRINCIPAL. Barques, 15
El mismo Federico García Lorca nunca supo lo premonitoria que fue su obra Así que pasen cinco años, pues cinco, justo cinco, fueron los años que pasaron desde que la terminó hasta que fuera asesinado en su tierra. El carácter premonitorio y mágico se unen, en esta pieza, a la belleza de los textos, creando una verdadera leyenda del tiempo, como la subtitulara Lorca. Nos habla del amor perpetuamente postergado, un amor que su autor amasó con la esquiva y terrible materia de los sueños. Tenemos frente a nosotros el teatro más moderno del que siempre será uno de los grandes poetas de nuestra historia, al que el Centro Dramático Nacional y Atalaya han querido rendir homenaje. Lo hacen con puesta en escena primorosa y enigmática, impregnada de un embriagador aliento poético, un espacio escénico sugerente y de una fuerza plástica impresionante, creando un espectáculo emocionante e hipnótico que ha ya sido calificado por la crítica como la mejor versión de este texto. GLORIA POZUELO