En la obra original de 1865, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll introdujo personajes caricaturescos que reflejaban la sociedad victoriana de la Inglaterra del siglo XIX para hacer una crítica social. En esta Alicia en Wonderland, Arden Producciones hace lo propio, pero con la sociedad actual, cerrando así su tetralogía de cuentos políticos con música en directo (escucharemos canciones de Michael Jackson, Lou Reed, Pink Floyd, The White Stripes, Rolling Stones y ABBA, entre otros). Alicia es una becaria muy preparada que se adentra en el país de Wonderland buscando los planos del nuevo orden y lo que allí encuentra es una ristra de personajes antropomórficos absurdos que representan los diferentes estamentos sociales: un juez comprado, un policía loco, una condesa muda, un gato inútil, un conejo bipolar, una oruga politoxicómana, una reina de corazones déspota y muy flamenca… Conforman una sociedad inepta y corrupta que privatiza servicios básicos, practica el nepotismo, aprueba las puertas giratorias y le da cancha ancha a las fake news. “Tu calumnia, que algo queda”, dice la reina, absolutamente enajenada. En realidad, son seres que han renunciado a su libertad por miedo al cambio, a perder el orden, la disciplina y la protección, seres que funcionan como un espejo en el que nos vemos inevitablemente reflejados. Wonderland nos habla en realidad del aquí y el ahora. Por cierto, en un momento de la obra, acusan a Alicia de haber traído un virus del exterior y la aislan siguiendo un protocolo anti-virus. Que sí, que sí, que la ficción, muchas veces, supera la realidad. S.M.
Camino al zoo
DEL JUEVES 30/1 AL DOMINGO 2/2
Diálogos brillantes, dolor, violencia, rabia y un sofisticado tono de teatro del absurdo que conecta irremediablemente con los tiempos que vivimos.
