“Los conciertos grandes no son lo nuestro”

En el pub Tranquilo Niebla de Cánovas se escuchaban canciones que en los años 90 no sonaban en otros locales de València, prácticamente la misma semana en que se publicaban. Como “Definitely maybe” de Oasis o “Up to our hips” de The Charlatans. Una noche, después del concierto de Elastica en Arena Auditorium, bebía, acodado en la barra, Ramón Noguera, quien luego pincharía en otros garitos de la ciudad. Comentó que tenía una foto con The Stone Roses, de cuando vinieron a Barraca en el año 1989 y alguien se jugó con él una paella a que aquello no era verdad. Ramón se fue a casa y trajo de vuelta la foto que dejó a todos los presentes fascinados. Estas cosas pasaban en el pub (y asociación musical) en el que Juan Enrique León, “Jota”, empezó organizando pequeños bolos con bandas locales, una pasión que se convirtió en profesión cuando montó junto a Neus Aulló la promotora de conciertos con más solera de la ciudad. De la mano de Tranquilo Música, por València han pasado artistas internacionales de la talla de Shellac, Bonnie Price Billy, The Dream Syndicate, Yo La Tengo o Iron & Wine; y primeras espadas del pop estatal como Nacho Vegas, Rodrgio Cuevas o Los Planetas. València es menos gris desde que ellos agitan la coctelera, y de eso hace ya treinta años, una excusa como otra cualquiera para preguntarles sobre música, músicos, salas y festivales.

Jota, ¿hoy abrirías en València un pub como Tranquilo Niebla?
J: Hoy un pub, no creo, ya lo hice… Ahora sí me montaría una sala de conciertos, al estilo del Loco Club o 16 Toneladas. Ambas salas están muy bien gestionadas y son lo mejor que tenemos en la ciudad.

Si pudieseis darle un consejo al joven Jota de 1995 que se lanzó a organizar su primer concierto con Los Planetas en la sala Roxy, ¿cuál sería?
J: Visto lo visto, mucha pasión, un poco de cordura (los managers y agentes quieren hacer el agosto en invierno) y, sobre todo, un buen gestor de la economía de la empresa.
Neus: Yo a Juan le diría que fue un valiente y que hizo muy bien en lanzarse a hacer aquello que más le gustaba. Todo hay que intentarlo.

La ciudad ha cambiado mucho a lo largo de estas últimas tres décadas. ¿Cómo creéis que ha influido Tranquilo Música en la escena musical valenciana?
J: Es cierto que hay mucha gente que ha crecido musicalmente junto a nosotros. Hemos traído a muchos de sus grupos favoritos y eso nos hace estar muy contentos, mucha gente nos felicita cuando terminan los conciertos. Pero, ahora mismo, las influencias se producen a través la redes, cada vez menos por la música que ves en directo en tu ciudad.
Neus: Como ha influido, no te lo podemos decir nosotros. Sí que creo que hemos colaborado a mantener viva la escena de la música en directo de la ciudad. A lo largo de estos años nos hemos ido adaptando a los cambios, aunque siempre intentando hacer aquellos artistas que más nos gustan.

En los ochenta, la música se descubría en la radio, en tiendas de discos, en cintas que te pasaban los amigos o yendo a Barraca. Hoy el algoritmo de Spotify te recomienda un millón de canciones que podrían gustarte. ¿Cómo ha cambiado la forma en que descubrís y seleccionáis a los artistas con los habéis trabajado?
J: Es evidente que las redes y Spotify te ayudan a descubrir cosas. Yo la radio musical cada vez la escucho menos, sigo buscando en revistas online y confiando en los amigos y prescriptores de tiendas de discos para buscar y descubrir cosas nuevas.

Siempre habéis mostrado un fuerte compromiso con la escena local. ¿Cómo evaluáis el estado actual de la música valenciana y qué creéis que le hace falta?
J: La escena local sólo necesita muchas más salas de conciertos de las que hay.

¿Habéis organizado algún concierto sabiendo que probablemente perderíais dinero, solo por el placer de traer a València al artista en cuestión?
J: A priori, te diría que no. Cuando algo no lo conocemos, pero viene de un promotor amigo, lo intentamos. A lo loco, pocas veces. Hace poco hicimos a Swell y sabíamos que iba a ser un grupo con poco público, pero aún así, ¡¡¡lo hicimos!!!
Neus: Hemos hecho y hacemos alguno de estos, sabiendo que puede existir cierto riesgo, si no, seguramente no nos dedicaríamos a esto. Se trata de encontrar el equilibrio.

Un artista que no os gusta demasiado pero que sabéis que haría buena caja. ¿Cual sería?
J: Hay mucho grupo nacional indie mainstream que no nos va nada, pero llenaría. Dar nombres es feo… me lo quedo para mí.
Neus: Hay unos cuantos…

Un artista que os pirra pero que es fácil que acabe pinchando en València. ¿Cuál sería?
J: Bandas americanas que allí son muy famosas y aquí es difícil que funcionen: My Morning Jacket, Villagers…
Neus: También hay alguno…

¿Cuáles son los artistas más “normales” con los que habéis trabajado? ¿Hay mucho músico con ínfulas de estrella?
J: La gran mayoría de músicos son gente muy normal, son más los managers y tour managers los que ponen problemas…
Neus: Los artistas norteamericanos, en general, siempre tienen un trato fácil. Pero en general, los artistas son más normales de lo que se puede creer. Muchas veces, es más su entorno lo que puede dificultar el trabajo, que el propio artista.

¿Podéis explicarnos la increíble proliferación de las bandas tributo?
J: Es inexplicable, no tengo palabras, no lo entiendo.
Neus: Ni idea… A mi también me intriga, pero seguro que esos sirven para hacer caja… [risas].

En la Comunitat Valenciana hay muchísimos festivales, pero el público de concierto de sala es más bien escaso. ¿Cómo se explica este fenómeno? ¿Veis en el horizonte el pinchazo de la burbuja festivalera? ¿Lo deseáis?
J: Deseamos que todos los festivales se hundan, menos los nuestros y los de mis amigos.

A lo largo de las últimas décadas han desaparecido salas valencianas muy especiales como Arena, Mogambo, Roxy, Wah Wah, el Colegio Mayor LLuis Vives… Si sólo pudierais resucitar una, ¿cuál sería y por qué?
J: Luis Vives, por el espacio tan ideal para conciertos pequeños y por la persona que lo gestionaba, Luis Puig, con una gran cultura musical y un gusto exquisito.
Neus: Arena, por las características y el aforo de la sala. Allí se podían hacer artistas que ahora son difíciles encajar en los aforos de las salas de la ciudad.

Cuando Garaje y Arena Auditorium cerraron, València se quedó sin salas para conciertos “grandes”. En septiembre abre sus puertas el gran Roig Arena, pero entre los artistas anunciados hasta el momento no hay nada nuevo ni sorprendente. ¿Qué impacto creéis que va a tener? ¿Harán parada en València artistas internacionales que antes pasaban de largo? ¿A quién os gustaría llevar allí a tocar?
J: Acaban de empezar a programar, habrá que esperar un poco, seguro que muchos guiris importantes pasarán por aquí… Los conciertos grandes no son lo nuestro, nos gusta mucho más el concierto en sala, pero si pudiéramos, traeríamos a Arcade Fire, Death Cab For Cutie, PJ Harvey o Phoenix.
Neus: La nueva apertura del Roig Arena creo que puede favorecer a que algunas giras, que actualmente no tienen cabida en los aforos de València, pasen por la ciudad.Death Cab For Cutie y The National son artistas con los que nos encantaría trabajar en este nuevo espacio.

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