“La escena musical valenciana ha cambiado mucho en los últimos años”

LLUÍS SENENT (Cantate de Funkiwis)

Yes drama! Empieza a ser dramática la cantidad de bandas valencianas que lo dejan. La próxima será Funkiwis, que se despide en la Rock City a finales de octubre después de doce años de trayectoria musical y cinco discos a las espaldas que han defendido sobre los escenarios con un directo potentísimo. Son legión, ocho músicos que se conocieron locales de ensayo valencianos con apenas 18 años y unieron fuerzas para forjar un proyecto de hard funk que después se dejó llevar por el rock y coqueteó con el hip hop, el metal o reggae, sin buscar nada concreto pero encontrándolo casi todo. Mezclando lo serio con lo divertido, la sátira y el cachondeo con la crítica social, Funkiwis deja otro joven cadáver en una escena musical valenciana y nos cuenta el por qué Lluís Senent, uno de los vocalistas de la banda.

Este año han dicho adiós Zoo, El Diluvi, Mafalda y Maluks, como antes lo hicieron Smoking Souls, La Raíz, Gener o La Gossa Sorda, entre muchos otros. ¿Por qué crees tantos grupos consolidados con fieles seguidores lo acaban dejando?
Pues porque son muchos días, meses y años de composición, giras y grabaciones, y al final, los miembros de un grupo pueden sentirse agotados física y mentalmente. Entre la vida en la carretera, que puede ser muy exigente, y el quedar poco tiempo para la vida personal, la cosa se complica con el paso de los años. Además, con el tiempo, los gustos musicales y las visiones artísticas de las personas que componen una banda pueden evolucionar en direcciones diferentes. A veces, las prioridades personales, ya sean familiares o profesionales, pueden afectar a la continuidad de un grupo. Súmale trabajar en una industria como la de la música, de tiempos frenéticos y exigencias altas, donde es muy difícil para bandas que son (al menos en parte) independientes mantenerse a flote económicamente.

En vuestro comunicado de despedida decís que “la música es un camino largo y complejo lleno de expectativas que pocas veces se cumplen, donde no paras de golpearte contra un muro”. ¿Cuál ha sido ese muro? ¿Por qué lo habéis dejado vosotros?
El muro siempre ha sido la presión por cumplir con las expectativas de nuestros fans, de la industria y las nuestras propias. Continuamente, esa presión nos ha paralizado o dividido, y ha hecho que nos cuestionemos si estábamos en el camino correcto. Después de tantos años recorriendo locales de ensayo, estudios de grabación y escenarios, y compartiendo nuestra música con tanta gente, sentimos que hemos llegado a un punto en el que necesitamos cerrar una etapa en grupo. La vida de un músico es intensa. Como cualquier persona, hemos cambiado y evolucionado mucho a lo largo de los años, nuestras influencias musicales y nuestras visiones artísticas también han evolucionado, así como los proyectos vitales de cada uno. Tomamos esta decisión tan cruda porque creemos que es importante para poder ser honestos con nosotros mismos y también con nuestros seguidores. Nos dimos cuenta de que queríamos ser nosotros quienes eligiésemos el momento en que acababa Funkiwis, que no acabase muriendo por su propio peso.

Cuando más rodado está el grupo, cuando mejor tocáis, cantáis y componéis, la fiesta se acaba. ¿Cómo se digiere esta contradicción?
La vida son un sinfín de ciclos que empiezan y acaban continuamente, en todos los ámbitos de nuestra vida, que nos hacen evolucionar hasta que morimos. Hay veces que, simplemente, la inercia te hace crecer y dejar cosas atrás para experimentar nuevas y seguir aprendiendo y disfrutando hasta que llega tu hora. Precisamente porque sabemos que estamos en un gran momento, creemos que es importante que la gente nos recuerde con esa vibración y no con una versión de Funkiwis desmejorada o desgastada.

Las letras de vuestras canciones contienen una buena dosis de critica social, pero hay quien piensa que la música valenciana ha perdido punch reivindicativo en los últimos años. ¿Coincides con este enfoque?
Es cierto que la escena musical valenciana ha cambiado mucho en los últimos años, y es posible que haya un sentimiento general de que ha perdido un poco de ese “punch” reivindicativo que antes caracterizaba a muchos grupos, al menos en nuestra zona. Sin embargo, creo que es importante no generalizar. Al final, la música es una forma de expresión y cada grupo o artista es libre de enfocarla como quiera. Aunque es verdad que ciertas restricciones absurdas por parte de la justicia han tenido repercusiones en la libertad de expresión y eso ha podido condicionar a nuevas bandas o artistas a la hora de elegir la rama reivindicativa. También, los gustos del público son cambiantes, y cada vez más frenéticamente. Esto, ligado a la situación política “cómoda” que hemos vivido los últimos años, pueden ser los principales factores. Lo que vendrá en el futuro, seguramente más bien próximo, nos lo podemos imaginar.

Los Chikos del Maíz dicen en la canción “Ecos de un futuro pasado”: “Que sí, que vale, que la hemos cagado con letras llenas de patriarcado”. Vosotros sois ocho hombres sobre el escenario, ¿sois consciente de haberla cagado con letras llenas de patriarcado?
Nosotros llevamos mucho tiempo, algunos desde 2006, y otros se incorporaron más tarde. Evidentemente, creciendo en una sociedad donde el patriarcado está tan arraigado, y más cuando eres adolescente, por buena que fuese tu intención, tu ignorancia te hace equivocarte. Es más que obvio que, aún sin quererlo, nuestras letras han tenido un reflejo del patriarcado. La música, como cualquier forma de expresión artística, es un reflejo de la sociedad y de las personas que la crean, pero también tiene un gran poder para influir en ellas, y teniendo un grupo, es nuestra responsabilidad utilizar la influencia de manera consciente y respetuosa. Como músicos, debemos estar abiertos a la crítica y al diálogo, siempre. No siendo adolescentes también nos ha tocado aprender y reflexionar al escuchar algunas opiniones y ser autocríticos. Cambiábamos ciertas palabras de algunas canciones en los directos, intentando rectificar al máximo esas posibles expresiones o frases más patriarcales. Pero sin dudarlo, formamos parte de una sociedad patriarcal y, sobre todo de más jóvenes, la hemos cagado.

Es habitual que en los directos le deis giros a algunas canciones para mantener la frescura y sorprender al público. ¿Preparáis alguna sorpresa para la despedida en Rock City? ¿Artistas invitados/as?
Tenemos un directo digno de una despedida (o eso pensamos). Con canciones que quedaron apartadas cuando sacábamos disco nuevo, y que hemos recuperado para tocar de nuevo después de muchos años. Al final, acabaremos tocando cerca de dos horas de repertorio en el que hacemos un repaso de toda nuestra carrera, de principio a fin. Como no podemos tocarlas todas, hemos seleccionado las treinta que pensamos que más nos representan. Hemos decidido que será un concierto sin colaboraciones, puramente Funkiwis, sin añadidos.

Lluís, se acaba Funkiwis, ¿no drama?
No drama, pero sí drama. Aún nos quedan las últimas fechas, creo que aún no lo hemos interiorizado, así que de momento estamos bien. Ya sale en nuestras conversaciones el “tú qué vas a hacer después?”, o empezamos a darle vueltas internamente cada uno. Lo lloraremos, pero será una mezcla agridulce de alegría y pena. Alegría porque, como te decía antes, hemos decidido que acabe el proyecto en un momento muy bueno. Tristeza porque, obviamente, se nos va una parte muy importante de nuestras vidas.

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