ENTREVISTA: ANTONIO GARRIDO

Esta semana nuestro entrevistado en la sección de libros es el escritor Antonio Garrido (Linares, 1963). Su primera novela, La escriba (2008), se alzó con el Prix des Lecteurs Selection 2010, y fue finalista del Prix Fulbert de Chartres. Con El lector de cadáveres (2011), obtuvo el Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza y el Prix Griffe Noire, y fue seleccionada para los Edgar Allan Poe Awards USA en la categoría Best Paperback Original. En esta ocasión le entrevistamos al hilo de su última novela El último paraiso (Planeta, 2015) avalada con el Premio de Novela Fernando Lara 2015. Antonio Garrido une su nombre al de ganadores de anteriores ediciones de este premio como Terenci Moix, Ángeles Caso, Francisco Umbral o Zoé Valdés.

Haber sido merecedor de un premio tan prestigioso como el Fernando Lara de Novela ¿le da un plus a la obra en estos tiempos de fugacidad de títulos en las librerías?
Sin duda, ¿no? Es un premio que anteriormente ha recaído en Umbral, Terenci Moix, Dragó, o Zoé Valdés, de un gran prestigio; es una responsabilidad. Por un lado va a permitir que mucha gente se adentre en una lectura que yo creo que les va a resultar muy satisfactoria y por otro lado es una responsabilidad para siguientes novelas, yo siempre he intentado dar lo mejor de mí mismo, no sé si lo consigo cuando escribo. El hecho de ser reconocido con este premio me obliga a seguir peleado por lo que siempre he soñado que es que una novela además de entretener tiene que emocionar.

Una novela con el marco de gran crisis del 29 en Estados Unidos que llega a las librerías cuando también estamos inmersos en una crisis, incluso gente en los mismos  zapatos que Jack Beilis. Lo de los zapatos es un guiño.
Es una de las grandes historias que tiene dentro esta novela, la del drama que supuso para estos americanos la inmigración a la Unión Soviética y que por desgracia hemos visto muy de cerca en muchos de nuestros conocidos o en nosotros mismos. Y es curioso cómo se repite una circunstancia con los mismos ingredientes que son unos desaprensivos que manejan el poder en su propio beneficio a costa de los inocentes y a la vez de los más débiles. Pensé en ese paralelismo y que también era el momento idóneo para rescatar esta historia y aprender de lo que sucedió en aquella ocasión y de esta para que no vuelva a suceder; la experiencia de esta gente fue dramática, porque a diferencia a como ha sucedido ahora no existía ningún tipo de apoyo social, no existía paro, no existía ningún tipo de prestación…, no pagar el alquiler representaba que vinieran los matones y te echaran por la ventana si era necesario.
Es cierto que existen muchas similitudes, pero yo lo que sacaría es la lucha por la supervivencia y la esperanza que hay después de tanto sufrimiento y esto se refleja en la novela, cómo estos hombres se dejaron la piel, hicieron lo que fue necesario, incluso dejar su país e irse al fin del mundo, a un destino incierto, aunque se lo vendieran como el ultimo paraíso buscando la felicidad, lo que buscamos todos, buscando un porvenir, sin saber que se iban a enfrentar a su propia perdición.

Volviendo a la novela, háblenos del personaje de Elizabeth Hewit, pues también palpitan en estas páginas una historia de amor y envidias.
Hay tres protagonistas femeninas en la novela que tienen  bastante peso, una es la novia de Adrew, Sue, que es una chica ambiciosa, pizpireta. Andrew es un joven idealista que la acompaña a la U. Soviética. Esta chica representa un estrato social humilde con una ambición, con pocos recursos y dispuesta a cualquier cosa con tal de progresar, incluso a traicionar a su novio intentando relacionarse con el amigo de su novio, Jack.
Otro personaje es Elisabeth, una chica agraciada no solo física sino también económicamente porque es sobrina de un potentado; es presuntuosa, está acostumbrada a vivir bien, también es ambiciosa, le gusta relacionarse con gente de su nivel y no le importa utilizar sus encantos para, de alguna manera, quedar por encima del protagonista, no te diría hacerlo sufrir pero si jugar un poco con él… Tiene un nombre, arrogante, ella es arrogante.
Y luego, por último, hay una doctora que se llama Natacha, que es soviética, que representa quizá toda la nobleza y toda la utopía que de verdad quería cambiar el mundo en la U. Soviética porque sus ideales, en principio, eran muy loables; representa todo lo bueno y es el tercer personaje femenino que va a tener relación con Jack, entra las tres se enfrentarán y sacarán lo mejor o lo peor de él, según se van sucediendo las tres relaciones. GINÉS VERA

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