Libros del Zorro Rojo · 2020
El pequeño aparatito móvil que llegó en tromba a nuestras vidas para mantenernos a todas horas conectados está provocando aislamiento. En La Nacionalen, Sandro Bassi retrata al carboncillo nuestro día a día, el de seres con la cabeza gacha embebidos por las pantallas de sus móviles que ya no se miran ni se hablan. ¿Qué necesidad hay? El artilugio que todos llevamos siempre encima es una fuente ilimitada de conocimiento y una herramienta para la conexión con el mundo globalizado del que ya no sabemos prescindir, so pena de ansiedad, que está deshaciendo el contacto físico y social a la mínima expresión. Un accidente que causa interferencias en los teléfonos de los pasajeros del metro nos revela la dependencia tecnológica con la que convivimos en la actualidad para que nos miremos desde fuera con conciencia crítica y propósito de enmienda. O no. Pero no lo dudes, mírate en el espejo de La Nacionalien y, por lo menos, reflexiona. S.M.