Arranca la 33ª edición de la nueva Mostra de cine de Valencia con la proyección, durante la gala de inauguración que esta noche tendrá lugar en el Palau de la Música, de la primera producción para el cine del actor, guionista y (ahora) director valenciano Carles Alberola. Responsable de Albena Teatre, una de las compañías de teatro más exitosas de nuestra comunidad, Alberola da el salto a la gran pantalla con la adaptación de su obra Mesperaràs? Como en la propia pieza teatral, la película cuenta las desventuras de Rubén, un profesor de universidad de literatura cincuentón que no acaba de encontrar a su media naranja. Una cena en su casa con una pareja de amigos que le harán de casamenteras, vendrá a intentar arreglar esta aparente disfunción. Pero las cosas no serán tan fáciles, por supuesto. Las propias aspiraciones individuales, las contradicciones de la vida serán los obstáculos principales para encontrar la felicidad deseada por todos los personajes. Mesperaràs? ha contado con la participación del reparto original de la obra, entre los que se encuentran Alfred Picó y Rebeca Valls, que acompañaban a Alberola en la presentación en sociedad de su primer largometraje.
Para Alberola el estreno de esta película era un sueño que se remonta a los inicios de su carrera, cuando solo imaginaba poder hacer cortos y quizá, algún día, la película que ahora se presenta. Pero, como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. “Ha llegado cuando ha llegado y hemos decidido que Mesperaràs?podía ser la historia adecuada para el momento y para el sitio que nosotros podíamos contar dentro del marco de producción que teníamos.” La peripecia de Mesperaràs? es el relato de un proceso de confluencias y dificultades que Alberola resumía ante los medios. ¿Por qué ahora?, se preguntaba. “Desde que se creó Albena, el planteamiento era de productora teatral y audiovisual. Dar el paso al audiovisual ya nos costó diez años. Y el cine unos veintitrés. Eso habla de la enorme dificultad para poner en pie proyectos audiovisuales. Creo que ahora es un momento bueno para poder llevarlo a cabo. Pero no solo para hacer, sino para que la película se pueda ver”. Con un presupuesto de poco más de 400.000€, las condiciones de producción, más que un inconveniente, fueron un aliciente para escoger este proyecto como la primera producción para la gran pantalla que lleva el nombre de su compañía. “Muchas veces tienes que pensar en lo que te gusta, lo que quieres hacer y lo que puedes hacer. En nuestro caso somos bastante conscientes de nuestra capacidad y también de nuestras limitaciones. Y hablo del hecho de tener un presupuesto suficientemente ajustado a lo que quieras contar. Creo que muchas películas mueren por el hecho de no poder contar lo que quieres con el dinero que tienes. Esta era una película que ya, de partida, tenía un presupuesto limitado, pero el guion permitía caminar a la par. Evidentemente también está el hecho de que fuera una comedia, de que fuera una historia que pensábamos que pudiera tener un abanico de público grande, como lo ha tenido en teatro. Y pensamos que podía ser el proyecto idóneo para arrancar y ojalá, en el futuro, arrancar diversas historias”, cuenta Alberola.
Dejando de lado el argumento, Mesperaràs? es una cinta que quiere reflexionar sobre las condiciones en las que nos desenvolvemos en este complicado mundo moderno donde el individualismo parece que lo ocupa todo. Un individualismo que, sin embargo, nos abandona ante la idea de que no tenemos ningún control sobre nuestras vidas. “Aparte de la peripecia de la historia, lo que me interesaba era hablar del hecho de la esperanza, de aquello que nos diferencia del resto de los animales, de la capacidad que tenemos de poder cambiar nuestra propia vida, nuestra propia existencia. No siempre lo conseguimos, pero muchas veces sí que podemos luchar por intentar que las cosas cambien. La película habla de eso, para mí fue el motor”. Aprovechando la profesión de su protagonista, Alberola nos propone, además, una reflexión sobre el valor de la ficción en nuestras vidas. “La ficción es básica para poder vivir. En el hecho diario de cada uno de nosotros está la ficción, está la recreación de lo que sucede. Y es algo que hacemos a diario, por lo tanto, creo que convivimos con lo que nos pasa, con lo que soñamos, con lo que pensamos, con lo que imaginamos. Y eso es lo que a veces nos hace muy poderosos porque yo creo que para conseguir las cosas lo primero que hay que hacer en esta vida es soñarlas, es desearlas.” ¿Cuánto queda de Rubén en Carles y cuánto de Carles en Rubén?, reflexionaba el director. “Esta obra la escribí para un productor de Madrid, lo que pasa es que al final no se montó el proyecto porque muchas veces, cuando buscas a gente muy conocida, son muy difíciles de encajar. Pero a pesar de no escribirla para ti, lógicamente tienes una serie de resortes o de referentes, y hay una proyección. Yo diría que no sé en cuál de los cuatro personajes hay más de mí. Me siento identificado en todos ellos y hay cosas de todos ellos que uno tiene. Yo creo que hay mucho menos de lo que la gente se cree y más de lo que yo pienso”.
En ese paso de la escena a la pantalla, sin embargo, Alberola necesitaba repasar algunos de los planteamientos formales y argumentales de una obra teatral de los que, visto el resultado, la película no parece que pueda despegarse. “A nivel de guion yo le di la vuelta al calcetín. Trasformé la historia que trascurría en una unidad de tiempo y espacio y llegó un momento en el que pensé que solo tenía que oxigenar el inicio porque todas las otras salidas de ese espacio lo que hacían era debilitar el conflicto de unos personajes encerrados en un tiempo determinado y un espacio concreto para poder aflorar lo que esconden, lo que sienten, lo que piensan. Y en ese sentido sí que se vinculaba a su precedente teatral”. El otro reto se encontraba en un reparto que, tras casi dos años interpretando la obra sobre las tablas, debía adaptarse a las condiciones del nuevo lenguaje. Rebajar subrayados y trabajar sobre la privacidad de los personajes supusieron la mayor dificultad para los actores. “Llevábamos mucho tiempo sin poder hacer audiovisual ni en cine ni en nada. La época en que actuábamos en Autoindefinitso en Maniatics[series emitidas por la extinta Canal 9] había como un acostumbrarse a la cámara y a toda una manera de hacer. En este caso hubo que recuperar todo eso aprisa, aprisa, porque quieras que no, aunque los compañeros sean conocidos, no deja de provocarte un cierto respeto, tienes que recoger una serie de cosas, buscar esa privacidad y hubo que readaptarse porque veníamos de mucho tiempo sin hacer nada”, comentaba Alfred Picó. Haber compartido cientos de representaciones, sin embargo, sumaba como una importante ventaja a la hora de afrontar el proyecto. “Es una suerte porque éramos una familia”, decía Rebeca Valls, otra de las compañeras de casting. “De la obra de teatro, la comunicación entre nosotros ya estaba hecha. Con eso ya partíamos de un punto privilegiado. Pero es que, además, tuvimos la suerte de reencontrarnos con todo un equipo del medio audiovisual con los que hacía muchos años que no trabajábamos porque no había nada. No estaba la tele en Valencia, no se hacían proyectos audiovisuales en Valencia. Esta suerte de contar con la gente con la que habíamos trabajado en Autoindefinitso en Da capoo en Socarrats, esos compañeros que ya no se dedicaban a esto, reencontrarnos todos juntos haciendo un proyecto en común, además la primera película de Carles Alberola, era una suerte y un privilegio para todos”.
Tras su paso por la Mostra, M’esperaràs? disfrutará de un estreno en las salas de los Cines Lys de Valencia, para, simultáneamente, pasar al Festival de cine de Lleida y al de Chicago, luego Brasil e iniciar, así, su periplo comercial, primero en tierras catalanas y baleares y luego hacia el resto del país. Para Alberola, las expectativas con el público son altas. “Esperamos que podamos arrastrar, no a la totalidad, que ya nos gustaría, de los espectadores que tuvimos al teatro, que son muchos, pero solo con que viniera la mitad nos sentiríamos satisfechos. Es romper inercias. La gente no tiene la costumbre de ver cine en valenciano, entre otras cosas porque no se exhibe cine en valenciano y siempre hay un extrañamiento en el audiovisual. Es un hecho de la costumbre. Así que es una incógnita lo que tenemos delante de nosotros. Estamos tratando de cuidar al máximo nuestra capacidad, primero para que la gente conozca lo que estamos haciendo. Por lo que hemos percibido, tenemos una buena sensación.”
Y de aquí, quién sabe. Para Alberola este es el primero de otros muchos proyectos que vendrán. “Para mí lo ideal sería poder simultanear el hecho de contar historias, tanto al teatro como en la televisión, como en el cine porque el placer que obtienes en uno es diferente al placer que obtienes en otro. O puedes explorar territorios que en otros medios no puedes. Evidentemente tenemos muchas ganas de continuar y de hecho tenemos varios proyectos cinematográficos que están ahí.” Veremos.