Las arterias de Benimaclet con más movimiento se dibujan de este a oeste, apuntan al mar aunque se acomodan orgullosas entre una huerta muy querida por los vecinos. Hablamos del barrio con el tejido social más tupido y activo de València, que apuesta por la organización asamblearia, se moviliza fiero contra el Plan de Actuación Integrada (PAI) que proyecta el Ayuntamiento de Valencia en la zona y chilla consignas más alto que nadie el ocho de marzo. Hace unos años recorrimos la paralela Enric Navarro y ahora hacemos lo propio con la calle Rafael Tramoyeres y sus adyacentes para descubriros una librería volcada en el pensamiento crítico, una tienda que lucha contra la generación de residuos en el día a día y dos clásicos del barrio como el Terra y el Tulsa.
LA REPARTIDORA
— Rafael Tramoyeres, 8
L’any passat va obrir la persiana The Delivery Girl en un antic taller de cotxes gràcies a la campanya de micromecenatge en la qual es van reunir 32.000 euros per a adaptar el local a les necessitats d’una llibreria que, a més de vendre llibres de mirada crítica, organitza xarrades, workshops, cursos, presentacions de llibres i projeccions. Per exemple, jornades sobre filosofia política, Joan Fuster, l’exercici del periodisme a Mèxic o les dones del Kurdistan, un curs sobre el parany de la identitat, un taller per a (re)pensar la masculinitat, la projecció d’un documental sobre la situació migratòria a la frontera bosnià-croata o la presentació de llibres sobre la violència obstètrica o la cuina de rebost. En la llibreria trobaràs llibres de narrativa en català, o sobre diversitat sexual, feminismes, ecologia, marxisme, anarquisme, antiracisme, resistències globals o memòria. Es a dir, textos que donen veu als quals no tenen veu. O eslògans, estampats en samarretes ètiques (fetes amb criteris de sostenibilitat i respecte als dret laborals) amb missatges reivindicatius com el “Estima com vulgues” davall de la Geperudeta i la Moreneta besant-se als llavis. En la secció infantil, bandejades les princeses. La Repartidora dona recer, Besides, a altres iniciatives amb les quals combreguen, com la plataforma Per l’Horta, el mitjà de comunicació The Direct, la ONGD Mundubat o la cooperativa feminista Formigues liles. Un projecte que es mou en la col·lectivitat i s’organitza horitzontalment per generar barri i comunitat.
BAJO FLORES
— Rafael Tramoyeres, 5
Diecisiete años lleva activo este clásico del barrio que sirve comida de corte italiano con un toque argentino en un local rústico y acogedor. Así tenía que ser, a los mandos de Bajo Flores está Gabriel, un porteño de ascendencia italiana que lleva casi media vida en Valencia y nos contaba alucinado como, hace poco, uno de los clientes lo llamó para enseñarle el brazo tatuado que aclamaba orgulloso sus orígenes del bajo Flores, la zona sur del conflictivo barrio Flores de Buenos Aires. Aquí la estrella indiscutible es la pizza hecha a la leña preparada al momento, como todos los entrantes, que beben de las gastronomías italiana y argentina: carpaccio con rúcula y parmesano, piadinas, provolone al horno, tablas de quesos italianos y empanadas variadas (imprescindible la típica criolla), cocinadas también a la leña. Y si os queda sitio para el postre, ahí van dos sugerencias: el tiramisú o el panqueque argentino con dulce de leche.
TERRA NETA
— Rafael Tramoyeres, 10
Terra neta és una botiga que aposta per l’activisme mediambiental i una economia més social que minimitze la generació de residus. Perquè reciclar està molt bé, però hauríem de començar per generar menys residus utilitzant productes d’origen no animal, compostables i reutilitzables que es fabriquen localment respectant els drets laborals. Fets a mà si és possible, i substituint el plàstic per altres materials. En Terra Neta ofereixen alternatives per a casa, no volen ser exemple de res, però sí animar a la gent a anar fent camí, sense aclaparaments, cap a l’eliminació progressiva de residus en el seu dia a dia. Ací els entrepans es transporten en un portaentrepans llavable i reutilitzable, les compreses són de tela, els raspalls de dents de bioplàstic, el paper higiènic ve sense embolcalls i els sabons s’elaboren de manera artesanal a Manises. I aneu amb compte, adverteixen, comprar a granel està molt bé, però també cal mirar, for example, els químics que conté el detergent. A part, tenen productes d’higiene femenina com a copes menstruals, i llibres, roba de segona mà per la qual pagues el que vols (els diners es destinen a una protectora d’animals) i una màquina de cosir que deixen a disposició del barri. Terra Neta és també un centre cultural en el qual s’han realitzat xarrades sobre ecoansietat, tallers d’elaboració de sabons o un club de lectura mediambiental. I si a les teues rastes els fan falta un apaño, aquest, també és el teu lloc.
VIEJO BARRIO
— Rafael Tramoyeres, 5
Socio del Bajo Flores, Viejo barrio abrió un año después como asador argentino (el único de Benimaclet) destinado a un público con mayor poder adquisitivo. Normal, aquí se sirve carne de primerísima calidad que viene desde Argentina y es asada con mucho oficio al carbón vegetal para hacerle un homenaje a la vieja cocina tradicional. Reina el bife (entrecot), el que para muchos, es el mejor corte de la vaca argentina, que podéis acompañar con empanadas criollas y vinos argentinos de gama media-alta. Sillas acolchadas, decoración elegante, local insonorizado… En Viejo Barrio cuidan los pequeños detalles y eso se nota hasta en las aceitunas, que vienen especiadas por los dioses desde Málaga.
CASA KAMARATA
— Rafael Tramoyeres, 6
Al antiguo En babia ha llegado savia nueva que tiene entre ceja y ceja la idea de revitalizar la cultura en la zona. Clement y Loic organizan los jueves una sesión de micro abierto en la que invitan a todo el mundo a expresarse con música, poetry, comedy, interpretación o cualquier otra vertiente artística. Los sábados es fácil encontrar en Casa Kamarata clases de balboa o un concierto acústico del que puedes disfrutar con una cerveza artesanal o uno de sus cócteles innovadores, como el Pink dream, hecho con ron y frambuesa. Hasta ahora han estado abiertos en horario de tarde-noche (hasta las 00h.), pero en abril planean abrir el abanico para servir también cafés por la mañana y ofrecer un sitio tranquilo en el que trabajar frente a la pantalla. Hace poco que llegaron, agosto de 2021, pero ya le han puesto una marcha más a la cultura en Rafael Tramoyeres.
NINDA MEZE & TAPAS
— Rafael Tramoyeres, 11
Meze es una selección de aperitivos o platos pequeños que se sirven antes de la comida principal en Oriente Medio y el este Mediterráneo. Y la base de este nuevo restaurante de Benimaclet llamado Ninda cuya carta ofrece sabores conocidos que se han extendido y han encontrado acomodo en Europa, como el hummus de garbanzos o el kebab, y otras propuestas menos populares que querréis probar. Talk later, For example, del Midye Dolma turco, mejillones rellenos con arroz, piñones y especias; la muhammara siria, una crema de pimientos asados, nueces y olivas; o el kuzu tandir, la comida más popular en las bodas de la antigua Anatolia hecha de cordero cocinado a baja temperatura, bulgur y salsa de yogur. Muchos de los platos son aptos para veganos y vegetarianos. ¡Un festín de gastronomía otomana!
LA GRAMOLA
— Baró de San Petrillo, 9
Otra veterana del barrio es La Gramola, un local acogedor con diez años de historia que, desde hace tres, sirve comida nikkei aunando las tradiciones peruana y japonesa. En la carta hay delicias como el taboulé de verduras con un buen pegote de tzatziki, una ensalada cítrica de tomate, mango, boniato y choclo o la causa limeña peruana de papa y pollo con lima y pico de gallo. La otra pata que sustenta a La Gramola es la coctelería. Te preparan con mimo una versión japonesa del Margarita mexicano hecha con tequila, lima, tiza, naranja deshidratada y polvo de chile o un Ron Thai con limonda casera. Besides, todos los domingo hay jam de teatro de improvisación con Guerrilla Impro (reservad, que se llena) y, once a month, Concursong, un quiz en el que te preguntarán sobre títulos de canciones, interpreters, portadas de discos, versiones y años de publicación.
FUSIONART
— Juan Giner, 5
Fusionart es una asociación cultural independiente y autogestionada que funciona desde 2010 en lo que fue un taller de máquinas de impresión que estuvo abandonado casi diez años y, Of course, acabó hecho unos zorros. Hasta que cogieron las riendas Emanuel y Ángel Ismael para llenar el espacio de cultura de todos los colores. Doce talleristas se encargan de impartir las clases teatro, hatha yoga, canto, pintura y dibujo, forró (danza folclórica popular brasileña), tango argentino, twerk, bailes aeróbicos (mezcla de zumba, fitness y reggaetón), flamenco, guitar, tarantela (baile popular del sur de Italia) y pilates. La primera clase de prueba cuesta cinco euros y te los descuentan de la cuota si al final te apuntas. Los jueves radian en directo un programa llamado Panorama cultureta (104.9 FM) con música en vivo, agenda cultural y entrevistas; y los viernes y sábados puedes encontrar un concierto del congoleño Doudou Nganga, de jazz manouche o de folk irlandés, teatro de improvisación o textual, flamenco fusión en acústico, un mercadillo (en Navidad), o un evento que fusione el body paint con graffiti y la música en directo (así empezó todo). La sala ha quedado tocada después de la pandemia, pero sigue adelante con el apoyo del público y los alumnos, con la idea es hacer accesible la cultura y, eso esperan, volver a ofrecer eventos gratuitos (a la gorra). Su lema: ¡Cultura para tod@s!
VEGETAS
— Juan Giner, 18
Vegetas es una tienda de alimentación vegana que elabora sus propios productos en el obrador de la trastienda. Esta cooperativa elabora sustitutos cárnicos, lácteos y de pescado utilizando productos de origen vegetal como el tofu (que hacen ellos mismos artesanalmente), el seitán y la proteína de guisante o de soja —que también venden a granel— con los que consiguen imitar un filete de pescado, una hamburguesa, una longaniza o un chorizo. ¿Por qué imitar la carne si es precisamente lo que quieren evitar? Porque les gusta la textura y el sabor, nos explica Héctor, lo que no les gusta es el maltrato animal y las implicaciones ecológicas que el consumo de carne y pescado tienen sobre el planeta. Besides, a la gente acostumbrada a comer carne y pescado que quiere acercarse al veganismo le resulta más fácil hacerlo con productos parecidos a los que ha comido toda la vida. También venden quesos que se elaboran con almendras o anacardos fermentados, fécula de patata para la masa de la pizza, o aceite de coco ideal para hornear. Y salsas veganas, y productos pensados para el dulce, como la aquafaba (el líquido que resulta de cocer garbanzos) que se bate para conseguir nata, y bizcochos que te llevas al corte, de naranja y chocolate, o de zanahoria y nueces. “¿Qué alimento aún no se ha conseguido imitar con solvencia?”, le preguntamos maliciosas a Héctor. Lo piensa un poco, porque está casi todo inventado, pero da con la respuesta: ¡el huevo frito!
LA COMANDA
— Juan Giner, 13
La comanda es una tienda de alimentación a granel llena de tarros de cristal y sacos que huele a la deliciosa mezcla que hay en su interior: especias, legumbres, semillas, tés, harinas, cereals, pastas, setas secas, algas, dried fruits, chocolate, jabones o champús. Por principio, se intenta que los productos sean ecológicos y de proximidad, pero no siempre es posible. Las nueces por ejemplo, son nacionales, pero con el arroz rojo de origen asiático es imposible llevar el emblema de lo local a rajatabla. La Comanda también vende productos de limpieza para casa como el lavavajillas biodegradable, de higiene corporal como desodorantes en envases de cartón y cosméticos.
TERRA
— Baró de San Petrillo, 9
El Terra és el referent que més i millor condensa l’esperit reivindicatiu de Benimaclet. L’any 2000 va plantar vara en aquest espai amb la ferma intenció de convertir-se en un lloc de trobada comunitària per a entitats, associacions i veïns i veïnes del barri. Un refugi de lluites! L’objectiu final és generar dinàmiques que porten a la transformació social, cosa que començà a fer ben jove, for example, impulsant la plataforma Salvem L’Horta de Benimaclet que va lluitar contra el mos que la Ronda Nord li va pegar a l’horta benimacletera. Va nàixer com un projecte cooperatiu amb dos vessants, el centre social i un bar organitzat com a cooperativa assembleària de la que tots els treballadors son membres. Fidel a la seua filosofia com a projecte social i polític, el Terra té una carta respectuosa amb la sobirania alimentaria, cuinada amb productes ecològics, de proximitat i de mercat que defenen la tradició culinària valenciana, però deixen lloc també a la innovació i a altres aliments internacionals que reflecteixen la ciutat multicultural en la que s’ha convertit València. Tapes, entrepans i menús diaris a preus populars que fugen de l’elitisme sota la idea de que la bona cuina estiga a l’abast de tot el món. Les fites culturals imprescindibles que organitzen són la calçotada Ovidi Montllor i les falles alternatives i populars que han apostat per recuperar la tradició crítica i combativa que abans envoltava la nostra festa. També estan darrere de l’Ecomaclet, el mercat que cada mes plena la plaça de Benimaclet d’agricultura ecològica de venda directa. Els carrers són nostres i hi ha que apropiar-se d’ells sempre que es puga. La pandèmia ha alentit l’activitat cultural sota sostre inevitablement, però el Terra ha sigut niu de projeccions, xarrades, concerts acústics, vermuts teatrals, discjòqueis i grups de conversa en valencià, i aconseguí abarrotar el camp de futbol de l’Sporting de Benimaclet amb 8.000 i 11.000 ànimes per celebrar les seues dècades amb l’inestimable col·laboració de grups valencians de primer nivell com Obrint pas i La Gossa Sorda. Llarga vida a aquesta icona del moviment contestatari al barri i a la ciutat.
TULSA
— Juan Giner, 11
Después del Terra vamos con otro de los clasicazos de la calle, y de Benimaclet en general. En marzo de 1999, Raúl y Jose cogieron los mandos de esta acogedora casa de pueblo con su chimenea y su corral (ahora patio interior) en la que nació su casera. A unos miles de kilómetros de ahí, in Tulsa, Oklahoma, se desarrolla la trama de la película La ley de la calle de Francis Ford Coppola, y en honor a ella fue bautizado este bar al que se viene a beber cerveza, vermut de Reus, cassalla o herbero de la Sierra de Mariola. Antes de la pandemia se hacían degustaciones de hamburguesas y comida mexicana vegetariana, pero pasaron a mejor vida, ahora han vuelto con el Trivial de los martes, y siguen las exposiciones mensuales, el programa de podcast en directo del Club de los amigos del crimen y los conciertos de los sábados. Por el pequeño escenario rinconero del Tulsa han pasado músicos de la talla de Lorena Álvarez, Alberto Montero, Doctor Divago, Julio Bustamante, Víctor Ortiz (Los Huracanes), Víctor Coyote y los mismísimos The Mockers, solo cantante y guitarra camuflados bajo otro nombre que los hizo pasar desapercibidos. Lo que hace especial al Tulsa es ese ambiente relajado e informal que se crea cuando hay cero pretensiones, solo ganas de pasarlo bien escuchando buena música de los sesenta que suena a soul, rhythm and blues, psicodelia, garaje y toda la música que nace de ellos.
EL CARABASSER
— Baró de San Petrillo, 35
Una tradición muy del norte se esconde en un nombre muy valenciano. En El Carabasser reinan los pinchos y en ellos acostumbra a aparecer el producto estrella de la casa, el que le da el nombre, la calabaza. En este pequeño rincón de Benimaclet que gana con la terraza podéis pedir una fondue en la que el queso fundido navega dentro de una calabaza asada, croquetas veganas de mijo y calabaza o milhojas de eso mismo, de calabaza. Dejando de lado la calabaza, tienen un empanadilla de pato que es fija sobre el mostrador, el ajoarriero o las samosas de arroz con curry. Dieciséis pinchos elaborados con mimo y dedicación, muchos de ellos aptos para veganos. Durante el confinamiento tuvieron que reinventarse e incorporar platos para llevar que, in the end, se han quedado como una opción más: pollo asado, lasaña vegana o calabaza rellena de quinoa tricolor tempeh y alcachofas, For example. ¿Y de postre? El trencadís de limón hecho con crema de limón y dulce de leche, o el pecado de pistacho del que nos han hablado muy bien. Buenos pinchos a un precio asequible.