“De alguna manera puedo decir que las setas me despertaron”

Me concede una simpática entrevista Long Litt Woon (Malaysia,1958) tras su paso promocional por España. Su nombre es chino, por lo que “Long” es su apellido, y “Litt Woon” su nombre. Long ha publicado La buscadora de setas (Maeva), un libro de memorias que ha obtenido gran repercusión sobre cómo superar la pérdida de un ser querido gracias a la micología. Long es antropóloga y experta en setas. Se trasladó a Noruega como estudiante de intercambio y allí conoció a Eiolf Olsen, con quien se casó y creó un hogar. Agradecemos a la editorial Maeva la posibilidad de entrevistar a la autora, que actualmente vive en Oslo, y especialmente a Aitana Mendioroz por su labor de interpretación. GINÉS J. VERA

El tener que sentarse a escribir este libro y recordar anécdotas y vivencias de Eiolf, ¿qué supuso para usted emocionalmente?
Prácticamente el libro empezó como un libro de setas, así fue durante muchos capítulos. En medio de esa escritura me preguntaba donde iba a meter a Eiolf dentro de este libro. Entonces, luego empecé a escribir, no sobre Eiolf, sino sobre la pérdida de mi marido. Luego me di cuenta de que este era un libro de dos viajes, no solo un viaje. De un viaje exterior donde una antropóloga descubre el mundo de las setas y todo lo que sea recoger setas, y luego un viaje interior y lo que es el entorno del duelo. No lo empecé pensando en Eiolf, sobre mi marido.

El hecho de salir a recolectar setas, el contacto con la naturaleza, ¿puede suponer durante el trabajo de superación de un duelo nuevas motivaciones, perspectivas frescas y quizá dotar de un nuevo sentido a la vida en la persona doliente?
Sí, es lo que yo hice y de lo que va el libro, es como estos dos viajes están conectados. Por una parte, con las setas yo experimentaba felicidad, cuando iba a buscar setas, la primera vez que las vi, era la primera vez después de que mi marido muriese. Entonces fue como la primera conexión y, por supuesto, aprender sobre las setas y tener nuevos amigos, amigos a los que les gusten las setas también, ir a lugares nuevos para mi, no solo en Noruega, sino también fuera, como por ejemplo en Nueva York, o en España. Entonces era como una segunda cosa de conexión entre esos dos mundos. Y lo tercero es, por supuesto, los sentimientos, los sentidos. Cuando mi marido murió no quería comer, no entendía una serie de cosas, pero la identificación de las setas necesita y requiere que tú estés concentrado con todos tus sentidos, de alguna manera puedo decir que las setas me despertaron.

Nos habla en el libro, en uno de los capítulos, que el envenenamiento por setas fascina a mucha gente. Es más, existe la creencia generalizada de que un simple trozo de seta venenosa implica una muerte dramática y casi inmediata. Pero no es así, háblenos sobre ello.
Sí, yo también pensaba eso antes, por eso está ese capítulo en el libro, yo también pensaba que las setas venenosas te las comías y te caías y te morías. Pero luego entendí que hay setas muy venenosas que todo el mundo está de acuerdo en que son muy venenosas, pero también hay muchas setas en una zona gris, que no se sabe; por ejemplo, en el libro hablo de algunas setas que en Noruega se comen, que creemos que son increíbles, pero luego un micólogo que vino de Francia no quería comerse estas setas. Hay actitudes nacionales hacia este tipo de setas. En Noruega tenemos una frontera con Suecia y unas setas se comen y ellos no las comen y otras ellos las comen y en Noruega no se comen. Tenemos actitudes nacionales y luego actitudes individuales. En el libro escribo sobre gente que cogería la seta desde la parte de abajo y luego hay otros que prefieren coger setas solo en los bosques. Hay gente que ven setas que están cerca de las carreteras y no las cogen porque dicen que hay contaminación. Entonces, esto del veneno es algo complicado.

Incluye en la parte final del libro algunas recetas con setas. Desde un pastel a un paté e incluso un helado. Coméntenos acerca de esta inclusión culinaria en su libro.
En Noruega solo freímos las setas en mantequilla, no en aceite, sal y pimienta y ya. Y no se hace nada más. Pero el sabor de las setas por ejemplo no significa que le tengas que echar sal, puedes llevarlas a otras direcciones como por ejemplo hacia los postres. Algunas setas tienen un sabor como más dulce, más tirando como a nueces o frutos secos, describo una en el libro, la ‘candy cup’, que son setas que sugiero para los postres.

Con la publicación de este libro confesional ¿ha querido de alguna manera ayudar a otras personas a superar el trabajo del duelo tras una pérdida traumática?
No fue mi intención cuando lo escribí, para mi es importante separar esto del duelo, yo creo que tienes que pensar en el libro como perdida o una crisis existencial de vida que afecta a tu identidad. Podría ser algo así como la perdida de un trabajo, la perdida de la salud, un divorcio, etc. Una crisis que afecte a tu identidad, y después tienes que pensar quién soy yo ahora mismo, porque no solamente perdiste esta cosa importante, sino que también has perdido tu identidad antigua, quién eres. Si algunas personas creen que el libro es un libro de fe, de esperanza, a mi me hace feliz, que la gente piense eso me hace feliz, pero no estaba en mis planes cuando yo lo escribí. Si que he visto que en algunas tiendas de libros que está en la sección de autoayuda.

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