Javier de Isusi · Astiberri · 2020
La Divina Comedia de Oscar Wilde hay que leerla porque ha ganado el Premio Nacional del Cómic 2020, claro, y por el personaje que retrata de forma magistral, por sus planos cinematográficos, por las entrevistas intercaladas a quienes lo conocieron bien, por su ritmo, por la gran variedad de recursos narrativos con las que Javier de Isusi nos cuenta los últimos días de Oscar Wilde enfangado en la Francia de finales del siglo XIX. Acaba de salir de la cárcel, que ha visitado por sodomita, muchos de sus amigos le han dado la espalda y pasa sus últimos días gorroneando y ahogado en alcohol como el buen esteta vividor que es, habiendo perdido la pulsión del escritor y bajo otro nombre, el de Sebastian Melmoth. Esta es la historia, pero es que Isusi nos la representa a lo Wilde, como si fuera un gran montaje teatral en el que siempre hay drama presente. La vida imita al arte y no al revés, que diría el irlandés. Este comic nos dibuja a Wilde como un gran conversador, un orador de primera que domina el lenguaje como nadie, un showman que se convierte en el alma de cualquier fiesta por su humor, su fina ironía y el abanico de grandes citas que siempre tiene a punto. “Lo único interesante de la gente es la máscara —dice Wilde en el cómic— no la realidad que se oculta tras ella”. Y así vivió su vida, alimentando al personaje que interpretó su vida como en una obra de teatro. AU