Hubo un tiempo (no hace tanto, como podría parecer) en el que teníamos un acceso más cercano al cine anterior al tiempo que nos había tocado vivir. En aquellos años (digamos hasta la entrada del S.XXI) la televisión servía de enlace cultural entre generaciones, ofreciendo, bien en pases de máxima audiencia, bien a través de todo tipo de ciclos y programas (Cine Club, Qué grande es el cine), una oferta de películas y directores que hoy, como entonces, trataríamos de clásicos, pero que, sobre todo, eran Historia misma del Cine. Una Historia que, además, podíamos hacer nuestra gracias a la familiaridad con la que convivíamos con ese bagaje, adhiriéndolo de manera espontánea a nuestro propio desarrollo cultural que, por supuesto, no perdía de vista los movimientos, estilos, estéticas y formas de consumo, entonces, contemporáneos.
Hoy, sin embargo, las cadenas generalistas han desterrado buena parte de ese cine de las parrillas, rompiendo ese lazo intergeneracional. Por entonces, uno podía no saber quién era, por poner un ejemplo, John Ford, pero al menos había visto varias veces en su vida Centauros del desierto, Un hombre tranquilo o El hombre que mató a Liberty Valance. Cabría discutir, como se ha hecho ya desde distintos espacios, si esa cinefilia heredada de las generaciones anteriores no estaba mediatizada por ciertos condicionantes políticos y culturales que limitaban y, de alguna forma, dirigían, esa oferta, pero no es menos cierto que, al menos, el lazo quedaba amarrado. Y no, la aparición de las nuevas plataformas digitales no parece haber compensado esa falta, bien porque, en general, carecen de fondos fílmicos, bien porque los mecanismos de promoción imperantes no dejan espacio más que para atender a la “angustiosa” actualidad. Al quedar fuera de la vista del consumidor, éste ni reclama ni dispone de ese cine.
Caso aparte merece la plataforma Filmin que, con sus limitaciones (pues parece imposible disponer a día de hoy de todo lo producido) sí ha hecho, desde sus inicios, un esfuerzo por poner a disposición de sus subscriptores la obra de algunos de estos directores, a través, entre otros, de acuerdos como los que ha firmado recientemente con distribuidoras como Universal o Metro Goldwin Mayer. Si esto del coronavirus te ha dejado tiempo para ponerte al día de aquello que siempre dejabas pendiente o quieres explorar terrenos ignotos para ti, aquí tienes unas cuantas sugerencias. Muchos de vosotros ya los conoceréis, sé que muchos otros no. O puede que, simplemente, tengas ganas de volver a ver aquella película que no viste hace muchos años. ¿Hace cuánto tiempo que no viste Psicósis? Por ahí empezamos.
Alfred Hitchcock: Son 28 títulos, desde su época británica hasta el final de su carrera. No están todas sus películas, claro, pero hay más que suficiente para darse un atracón. Cronológicamente, encontramos títulos como Declive, 39 escalones, las dos versiones de El hombre que sabía demasiado, Sabotaje, Rebeca, Recuerda, El proceso Paradine y, por supuesto, La soga, La ventana indiscreta, Vértigo, Psicósis, Los pájaros, Marnie la ladrona, Cortina rasgada, Topaz, Frenesí y La trama. Como bonus extra, puedes encontrar el documental de Kent Jones, Hitchcock/Truffaut que aborda el proceso de redacción del famoso libro El cine según Hitchcock, obra del genial director francés en la que recopilaba las conversaciones que mantuvo con el llamado maestro del misterio. En la cinta intervienen, ni más ni menos, que directores como Martin Scorsese, Wes Anderson, David Fincher, Richard Linklater o Olivier Assayas (y si antes de ver este documental, te lees el libro mencionado, pues mucho mejor).
Willy Wilder: Y de maestro a maestro y tiro porque me toca. Del genio del misterio, al de la comedia (si bien Wilder firmó algunos dramas y piezas de género noir memorables). Pónganse ustedes de rodillas que la cosa viene, directamente, de lo más alto. En este caso, hablamos de 15 títulos: Perdición, Días sin huella, Berlín Occidente, Ariane, Testigo de cargo, Con faldas y a lo loco, El apartamento, Un, dos, tres, Irma la dulce, Bésame tonto, En bandeja de plata, La vida privada de Sherlock Holmes, ¿Qué ocurrió entre tu padre y mi madre?, Primera plana y Fedora.
Ingmar Bergman: ¿Para qué decir más? Otra genuflexión. Tampoco está todo, pero hay mucho. En este caso, encontramos hasta 23 títulos, desde su debut con Crisis, pasando por Un verano con Mónica, Noche de circo, El séptimo sello, Fresas salvajes, El rostro, El manantial de la doncella, El silencio, Persona, Gritos y susurros, Secretos de un matrimonio, Sonata de otoño, Fanny y Alexander (la serie y el largometraje posterior) o Saraband, su último trabajo. De postre, si aún tienes ganas, la plataforma te ofrece los siguientes documentales en torno a la figura de Bergman: Entendiendo a Ingmar Bergman, dirigido, entre otros, por Margarethe von Trotta, con entrevistas a cineastas y a sus colaboradores más cercanos; la serie de tres documentales Un siglo de Bergman, que contiene una larga conversación entre el director sueco y la realizadora Marie Nyreröd; y una curiosidad muy, pero que muy entretenida: La videoteca de Bergman. En esta última serie documental de seis capítulos de una hora de duración, los directores Jane Magnusson y Hynek Pallas invitan a grandes nombres del cine contemporáneo a visitar la Isla de Farö, en Suecia, última residencia de Bergman. Allí, el autor de El séptimo sello guardaba una amplísima colección de ¡¡video-casetes!!, muestra de sus muchos intereses, en géneros y estilos, en torno al cine. Las revelaciones son sorprendentes. Entre los invitados a esta fiesta encontramos, entre otros, a Robert De Niro, Woody Allen, Isabella Rossellini, Mieko Harada, Laura Dern, Holly Hunter, Martin Scorsese, Alexander Payne, Agnes Jaoui, los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne, Daniel Espinosa, Ang Lee, Francis Ford Coppola, Gus Van Sant, Zhang Yimou, John Landis, Wes Craven, Alejandro González Iñárritu, Michael Haneke, Wes Anderson, Lars von Trier o Claire Denis. Casi nada. Una muy buena manera de empezar este viaje.
Truffaut y Godard: Y seguimos para bingo. ¿Por qué los ponemos juntos? Porque queremos empezar con el documental Truffaut y Godard: Two in the Wave de Emmanuel Laurent, trabajo que se sumerge en la relación de los dos principales nombres de la llamada Nouvelle Vague francesa. De Truffaut encontramos hasta veinte títulos, de Los mocosos o Los 400 golpes, pasando por Jules et Jim, La piel suave, Farenheit 451, Besos robados, Domicilio conyugal, La noche americana, El amor en fuga y muchas más. De Godard, la plataforma nos ofrece 22 piezas que abarcan desde su obra de ficción con títulos como Al final de la escapada, Vivir su vida, Banda aparte, Lemmy contra Alphaville, Week-end, La chinoise o Yo te saludo, María, a sus últimos trabajos en el terreno del documental experimental con Histoires du cinema, Film Socialisme, Adiós al lenguaje y El libro de las imágenes. Además, podemos encontrar el largometraje de Michel Hazanavicius, Mal genio, producción del año 2017 que aborda, en forma de biopic, la etapa más política de Godard, especialmente su relación con los movimientos de Mayo del 68.
Éric Rohmer: Siguiendo con la Nueva Ola francesa, uno de esos realizadores que ahora parecen medio olvidados, pero sin el cual no se entendería buena parte del cine de autor de hoy. Filmin tiene en su depósito 16 títulos que incluyen El signo de Leo, su opera prima, sus llamados Cuentos Morales (La coleccionista, Mi noche con Maud, La rodilla de Claire, El amor después del mediodía), La marquesa de O, su ciclo de Comedias y Proverbios (que abarca La mujer del aviador, La buena boda, Pauline en la playa, Las noches de la luna llena, EL rayo verde y El amigo de mi amiga) y los Cuentos de las Cuatro Estaciones (Cuento de primavera, Cuento de invierno, Cuento de verano y Cuento de otoño). Cine puro.
Federico Fellini: En solidaridad con nuestros hermanos europeos que estos días sufren con nosotros las incomodidades y el desatino de nuestros políticos a causa de esta pandemia, no podía faltar en nuestra lista uno de los grandes realizadores de todos los tiempos. La Filmoteca de Valencia hacía recientemente un ciclo sobre Fellini con motivo del centenario de su nacimiento. Son 13 títulos: Los inútiles, La Strada, Las noches de Cabiria, La dolce vita, Ocho y medio, Giulieta de los espíritus, Historias extraordinarias, Satiricon, Boccacio 70, Roma, Ensayo de orquesta, La ciudad de las mujeres o Ginger y Fred.
Akira Kurosawa: Del gran maestro Kurosawa encontramos menos obras, pero ninguna desdeñable. Fotogramas y fotogramas del mejor cine de todos los tiempos. De la obra de Kurosawa han pasado a la memoria colectiva, sobre todo, sus grandes producciones históricas, pero, para el que suscribe estas líneas, sus pequeños dramas “modernos” son igual de reseñables. En esa línea, encontramos Escándalo, El idiota, Vivir, El infierno del odio o Rapsodia de agosto. A todos estos títulos, se unen, por supuesto, Rashomon, Los siete samurais, Trono de sangre, La fortaleza escondida, Yojimbo y Ran. Además, podemos disfrutar del documental AK (Akira Korosawa) dirigido por el documentalista Chris Marker, que tuvo la suerte de asistir al rodaje de Ran y pudo ser testigo de los métodos de trabajo del maestro. Toda una lección de cine. Si no eres capaz de pasar la cuarentena con esto, háztelo mirar. 😉
Yasujiru Ozu: Pues sí, ahora que las cinematografías que nos vienen de oriente parece que están de moda (y bien de moda que están), había que viajar a los orígenes. De su extensa filmografía, que abarca hasta 53 películas, encontramos nueve títulos, todos imprescindibles. Ahí van: He nacido, pero…, Primavera tardía, Principios de verano, Cuentos de Tokio, Crepúsculo en Tokio, Flores de equinoccio, Buenos días, Otoño tardíoy El sabor del sake.
Y hasta aquí, de momento. En próximas entregas… más. GERARDO LEÓN
