SEBASTIAN MELMOTH. Sant Ferran, 17
En la primera exposición de su trabajo como artista, Tauhauz nos invita a ver la estética de la naturaleza desde una perspectiva geométrica. Como ocurre con el número áureo, al que se le atribuye un carácter estético, en la naturaleza se encuentran una serie de texturas y patrones que pueden traducirse matemáticamente. Uno coma seis uno ocho cero es el resultado de un proceso de introspección y maduración en el que se intenta mostrar la conexión intrínseca entre las matemáticas y el arte. Se compone de cinco series de collages en los que el artista corta, pega y reconstruye las texturas de la naturaleza, inspirándose en los detalles y las formas del sorprenderte microcosmos del mundo natural. SILVIA LOZANO