Superpop con Warhol

HASTA EL DOMINGO 29/1
ATENEO MERCANTIL. Pl. Ajuntament, 18

Ver en directo piezas icónicas del arte contemporáneo como las latas de sopa Campbell o las serigrafías coloreadas de Marilyn Monroe son un buen empuje para pagar la entrada (12€) de Superpop con Warhol en el Ateneo Mercantil, pero lo más interesante es ampliar el horizonte respecto a este artista controvertido que ha sido tildado de publicista de si mismo, de aprovechado y comercial, plano y provocativo, de máquina empresarial que se limitó a reelaborar y repetir imágenes de bienes de consumo industrial e iconos de la cultura popular. “Ser bueno en los negocios es la forma más fascinante de arte”, diría. Parece que algo de cierto hay pero también lo es que tuvo la valentía de romper con el expresionismo abstracto del momento que dominaba como rey y señor del reino, y que propuso un arte figurativo que se alejó de la élite al volverse accesible (conceptualmente) a las masas, popular, pop. Utilizando, además, técnicas como la serigrafía y la fotografía que permitían la producción en serie, lo que facilitaba la realización de las obras y reducía los tiempos de producción.

En los sesenta empezó a transformar el consumismo en arte (hete aquí las latas de sopa) de forma amable y con colores muy vivos —rara vez usaba más de tres—, pero durante esa década y la siguiente trató también temas oscuros y escabrosos como la pena de muerte o los asesinatos. En la exposición de Valencia se puede ver una pieza de su serie de 1964 dedicada a las sillas eléctricas y parte del mural (censurado) 13 most wanted men compuesto de litografías de fichas policiales de los criminales más buscados del momento. El tema de la muerte y como distanciarse de su impacto es omnipresente en la obra del artista. En los setenta empezó a recibir muchos encargos para retratar a celebridades y esa pasó a ser su principal fuente de ingresos. De la mítica The Factory se esfumaron los personajes divertidos y estrambóticos y aparecieron hombres de traje y corbata que buscaban hacer negocio. Lo cuenta en un vídeo una de las musas del artista, Holly Woodlawn (a la que se refiere Lou Reed en la canción “Walk on the wild side”), dice que en los sesenta, antes de que Valerie Solanas intentara asesinar al artista, The Factory era todo diversión, luego se volvió gris, sosa y aburrida.

Warhol retrató a la sociedad más chic (Marylin Monroe, Mick Jagger, Liz Taylor, Giorgio Armani, Jean Cocteau, Muhammad Ali…) pero también a los desatendidos, los marginados y la comunidad transexual neoyorkina, en la serie Ladies & Gentlemen que se expone en el ateneo. Quizá sea una de las más interesantes que se pueden ver. Con el tiempo se convirtió en empresario de si mismo y para los demás,  productor de películas y de bandas de música como The Velvet Undergroung para la que diseñó la mitiquísima portada del plátano que cuelga en la muestra. Junto a la de Sticky Fingers de The Rolling Stones o a la de (¡ojo!) Fuego de Miguel Bosé. También fundó, en 1969, la revista Interview, que colocaba en portada, con diseño visiblemente warholiano, los rostros del momento y de personajes semidesconocidos que se harían famosos tiempo después. ¡Todo un visionario! Y para bien o para mal, uno de los artistas más representativos de la segunda mitad del siglo XX. S.M.

También te puede interesar…

El paisatge dels somnis

FINS EL DIUMENGE 13/10
La importància dels paisatges d’Antonio Muñoz Degraín dins de la modernitat pictòrica espanyola.

El poder con que saltamos juntas

HASTA EL DOMINGO 29/9
Una exposición que pone a dialogar a mujeres artistas afincadas en Portugal y España entre las décadas de 1960 y 1970.

Génesis

HASTA EL DOMINGO 27/10
María Aranguren inserta pintura, telas, flejes o papeles dentro de policarbonato celular buscando la armonía cromática.

¿TODAVÍA NO TE HAS SUSCRITO A NUESTRA NEWSLETTER?

Suscríbete y recibirás propuestas culturales de las que disfrutar en Valencia.