BOMBAS GENS. Av. de Burjassot, 54
La artista noruega Anna-Eva Bergman trabaja sus lienzos en gran formato sin marco superponiendo capas de distintos materiales: una espesa pintura previa, láminas de metal (panes de oro o plata) y, en algunos casos, barniz para lograr aún mayor densidad. Son por lo tanto obras que por su materialidad ganan muchísimo en el directo, al natural se mueven y respiran. La nueva exposición de Bombas Gens va de abstracción, naturaleza (fiordos, astros, montañas…), horizontes, formas simples, azules y colores metalizados. En un viaje a Carboneras en 1962 la artista empezó a pintar sus primeros horizontes y siguió haciéndolo de nuevo en su tierra con los paisajes noruegos, a partir de bocetos y fotografías hechos durante un viaje en barco por el Cabo Norte. En la muestra se alternan paisajes del norte y del Mediterráneo sin que apreciemos grandes diferencias, jugando maliciosamente a la ambigüedad para romper por completo los clichés en torno a la luz. También se expone Piedras de Castilla–pintada durante un viaje por España y Portugal en 1970–, una serie de tinta china sobre papel que marca la evolución de Bergman hacia formas cada vez más simples y una gama cromática más restringida. Diálogo entre Norte y Sur para cerrar el año en Bombas Gens. S.M.