PEPITA LUMIER. Sogorb, 7
Una de las ilustradoras más interesantes y comprometidas del panorama actual, Ana Penyas (aquí la entrevista que le hicimos), protagoniza la exposición individual de la galería Pepita Lumier este mes. Se llama así, Ana Penyas. Exposición individual, sin más, porque lo suyo es la ilustración, no poner títulos, y porque el dibujo de una abuela y un bakala enlazados de espaldas que nos recibe al entrar en la galería sintetiza lo que es esta muestra. Un picoteo de lo hecho hasta ahora por la valenciana, que ha cerrado etapa vital en su ciudad para probar nuevas experiencias en Madrid. Así que Valencia, de la que beben muy directamente sus ilustraciones y sus cómics, ha quedado atrás de momento y esta exposición es un punto y a parte que marca un cambio en su cotidiano y su mundo visual, aunque el feminismo, la memoria histórica y el territorio sigan siendo temas vitales que no abandona.
En Pepita Lumier podréis ver, principalmente, originales de la novela gráfica Estamos todas bien (Salamandra Graphic) sobre la vida de sus dos abuelas durante el franquismo, un proyecto que empezó como trabajo de clase mientras estudiaba Bellas Artes, mutó en fanzine para Tenderete y, cuatro años después, la convirtió en Premio Nacional del Cómic. Son dibujos en blanco y negro sobre folios blancos hechos por una ilustradora que está intentando profesionalizarse y a la que no se le pasa por la cabeza que aquello vaya a acabar frente al ojo público. En los originales de la otra gran obra expuesta, En transición (su otro gran cómic), ya encontramos otras hechuras, a todo color, con pretensiones más altas. En transición (Barlin) es un buen palo a la sacrosanta Transición española en la que Penyas busca la voz de la calle, en contraposición al discurso de la política oficial. En los dos cómics, lo social, lo colectivo, es político, aunque no esté enmarcado dentro de los cauces oficiales, y subyace un costumbrismo comprometido con el feminismo, con la memoria histórica y con las luchas sociales. Estamos ante una autora interesada en contar la historia en minúsculas, la que no sale en los libros de texto, pero dice muchísimo sobre los cambios que se producen en la sociedad. Completan el recorrido el mural que pintó para la cafetería del IVAM, un pequeño cómic publicado por El País Semanal para el 8 de Marzo e ilustraciones para la publicación feminista Pikara Magazine. Viendo el conjunto, Penyas aprecia cambios formales (más color, otras perspectivas, más seguridad…) y narrativos, pero la temática se agarra siempre a lo cotidiano. Es algo que no se agota. S.M.