“Me ha afectado más de lo que ningún lied lo había hecho nunca”, decía Schubert de su conocido ciclo Winterreise D.991 (Viaje de invierno), de 1827. Rechazado por su amada y tocado por el avance de su enfermedad, Schubert transformó el dolor de su sufrimiento musicando poemas de W. Müller con tonos menores, modulaciones bruscas y efectos sonoros. Se trata de una obra de gran belleza, pero difícil de interpretar, rica en matices y contrastes. El músico que la toca debe aspirar a interpretarla lo más fielmente posible, recreando al máximo ese estado original que tenía cuando fue compuesta.
Conferencia a cargo de Enric Martínez-Castignani, barítono y divulgador.