El número tres resulta fundamental en esta ópera alemana, de miras profundas y argumento sencillo, escrita para un teatro vienés de público popular, en el alemán del pueblo y no en el italiano del teatro de corte. La lucha del bien y el mal, puesta en la lid entre la Noche y el Sol por la hija de ambos, la virtud llamada Pamina, se dirime entre las fuerzas de la naturaleza feraz y la razón, que apoyarán al Sol y los recovecos oscuros del alma, y las grutas infernales, que apoyarán a la noche. Será la sangre pura de un príncipe enamorado quien decida la hegemonía de la luz sobre la oscuridad, de la razón frente a la superstición, en esta ópera del Siglo de las Luces que ya avanza romanticismos y revoluciones.
Moderado por Manuel Muñoz.
Fotografía de Hans van den Bogaard.