Marala són la catalana Selma Bruna, la mallorquina Clara Fiol i la valenciana Sandra Monfort. S’interessen per la tradició com a força d’innovació. Les seves cançons beuen del present i procuren fer honor al passat. Ens presenten un àlbum contundent i esperançador a partir d’una investigació sobre la mort en la música tradicional. Per fer-ho, han escoltat balls de vetllatori del País Valencià, cançons de mort de les Balears, misses de difunts clàssiques, els discs de Rodrigo Cuevas, Maria Arnal o Tarta Relena i moltes altres referències que han impregnat les seves cançons. Amb Pau Vallvé a la producció musical i Jordi Casadesús a la producció sonora, el disc combina sons sintètics amb d’altres orgànics, hi ha prophets i panderos quadrats, hi sonen redobles de Setmana Santa, elegies, reguetons feministes i les veus hi tenen un paper central. El disc s’ha acompanyat d’una gira amb una posada en escena molt cuidada en l’àmbit estètic. A més de la música, el vestuari, l’escenografia i el tractament del so i les llums estan al servei de generar una experiència immersiva. El concert de Marala es converteix en un espai segur on expiar-ho tot: la irreverència, el recolliment, la broma macabra, la litúrgia. L’univers que ha generat Marala a partir de la mort acaba sent una onada d’aire fresc que eixampla els confins de la vida.
Si lxs simples mortales, las personas de a pie, normales y corrientes, no tenemos solo una cara, sino que tenemos varias, ¡imaginemos un/a artista! Las obras de Queralt Lahoz suelen reflejar fragmentos de sus personalidades poliédricas, aunque debemos suponer que hay lados que siempre mantendrán ocultos a los focos, resguardados en la intimidad. Si además hablamos de una artista sincrética como Queralt Lahoz, capaz de amalgamar diferentes tradiciones musicales porque las ha vivido de verdad, las caras se multiplican. Ahora bien, la artista de Santa Coloma de Gramanet destila tanta pureza en sus canciones y actuaciones que cualquiera podría pensar que lo sabe todo de ella… y no es así. Por eso, en el afán de mostrar a su público otra cara que aún no conoce, su faceta más íntima, Queralt Lahoz pone en marcha este invierno Todo se puso azul: una nueva gira en formato voz y guitarra que estrenó el pasado octubre en el marco del festival BIME en Bilbao y con la que volverá a viajar por toda la península.
Las canciones que hoy vitorean lxs seguidorxs de Queralt Lahoz en sus conciertos, las que interpreta rodeada de músicos y colaboradorxs sobre escenarios llenos de compañerxs y artistas, tienen un origen mucho más íntimo de lo que podría pensarse. Y enseñarlas tal como nacieron, como las canciones de autora que son, es la motivación última de esta nueva gira de la cantante catalana. Así saldrán a escena el gran corazón y las raíces profundas de esas canciones. Porque la forma de crear y componer de Queralt es un proceso complejo, casi de alquimia, tras el cual ese origen tan íntimo y genuino evoluciona y se transforma hasta dar con el resultado que todxs conocemos. Todo se puso azul dará a conocer al público de dónde vienen las canciones, cómo se hilan entre sí, cómo nace una a través de la otra y cómo han evolucionado desde las palabras que verbalizó pensando en las mujeres de su casa hasta llegar a todas aquellas personas a las que ahora se quiere dirigir. Todo se puso azul es la Queralt más visceral e íntima; es acercar a los focos su cara más pura. Es la confesión más sincera de una artista orgullosa de su propia verdad.