La naranja siempre ha estado ligada a la historia de Valencia. El origen de este fruto dorado se remonta a los jardines árabes donde los naranjos adornaban con sus frutos y perfumaban el ambiente con el aroma del azahar. Es en los siglos XIX y XX cuando su cultivo y comercialización convierten a este pequeño fruto en una gran fuente de riqueza. En el panorama artístico de la época también asume un papel protagonista en sus diferentes vertientes: la literatura, la música, la arquitectura, la cerámica, la escultura etc. convirtiéndose en un símbolo de riqueza, prosperidad y progreso.
