Es viernes en Madrid, una curiosa tormenta acecha la ciudad, las coberturas de los móviles fallan por unas horas, el sistema electrónico de puertas se cae, y cuatro de los trabajadores de la compañía van a ver truncado su ansiado descanso de fin de semana al quedar inesperadamente encerrados en su lugar de trabajo: Un CEO ansioso y machirulo, una recepcionista cansada y feminista, una gerente de recursos humanos absurda y contradictoria… y el repartidor de correos.
Su único contacto con el mundo exterior será una vieja radio guardada en un cajón, y a través de los mejores temas ochenteros viviremos junto a ellos sus contradicciones, sus frustraciones y sus diferencias, aunque también sus luces, sus sueños y sus anhelos más profundos. El dilema será entonces enfocarse en salvar su propia cordura o ayudarse mutuamente a salir del encierro, un encierro que es tan literal como metafórico.
Porque cuando todas las redes caen, solo quedará mirarse a los ojos, una vieja radio abandonada y los mejores temas de los 80’s. Y «spoiler alert»: ninguno saldrá de esa oficina como había entrado.