“Yo nunca habría tenido un bar si no hubiera sido La Vitti”

MARCOS HERRERO Y PHILLIP THOMPSON MARCHUET (La Vitti Bar)

El año tiene estaciones y la vida tiene ciclos. La Vitti, también. Pero la música en directo no descansa. Esta es la historia compartida de Marcos Herrero (Yo Diablo) y Phillip Thompson (ex We Used To Pray). Marcos ya fue la energía continuadora de La Vitti después de que su fundador, Borja González-Ayllón, “Bob Lazy”, se lo traspasara hace unos años. Y ahora es él quien le cede a Phillip los honores de mantener la magia de la música en vivo en un garito tan agradable como necesario, tan refugio como templo, y tan genuinamente sencillo como referente cultural y bar con caché. A ambos les une su pasión por la música y sobre esa senda musical transita un poco esta conversación que curiosea en los suculentos proyectos personales de uno y otro. El nexo de unión es este magnífico rincón que es La Vitti Bar, ubicado en una mítica plaza de barrio, la plaza Xúquer, en su nueva fase de re-consolidación. SERGIO BELLO

Marcos, Phillip ¿cómo os conocisteis y cómo surgió la posibilidad del relevo de la antorcha de uno a otro? Apostaría a que la música, y la vocación comunicativa/ cultural y de nexo entre personas de Phillip tuvo algo que ver…
M. H. Phillip y yo nos conocimos en un evento de música en el parque del río Turia. Recuerdo que estuvimos hablando sobre un concierto de King Gizzard en Barcelona al que queríamos ir y que Phillip tenía el pelo larguísimo. Más tarde descubrí todo lo que empezó a montar en València. Llamó a Ku! (una de mis bandas) a tocar en un evento de Discohike y fue una experiencia increíble. Años después de esto, el pasado junio, comienza el relevo con una llamada que me hace Phillip donde empieza diciendo “pues tío, no te lo vas a creer pero…”. En fin, La Vitti III, la película.
P. T. M. Uff, ¿¡por dónde empezar!? En modo resumen, diría que por la escena musical y el emprendimiento. En modo vocación comunicativa. La música siempre ha estado muy presente en mi vida. De pequeño iba a un colegio especialista en música en el centro de Londres (contexto: nací allí, mi padre es británico y mi madre de Alginet) donde tocaba el trombón, cantaba en el coro y empecé clases de batería dos años antes de mudarme con toda mi familia a València, con catorce años. Al llegar a la terreta me metí en varias bandas y de adulto tuve la gran suerte de tocar con los que ahora son mis besties en una banda llamada We Used To Pray. Aprendí mucho. Cuando la banda se disolvió, sabía que era hora de empezar mis propios proyectos. Primero vino Discohike, unas rutas de senderismo con músicos locales en las que, al llegar a la cima, se organiza un concierto acústico. Después, Valencia Profunda: un intercambio de idiomas creado para conocer gente y proyectos interesantes de la ciudad donde ofrecemos escenario y micro a un emprendedor local. Uno de estos emprendedores fue Marcos, ya que soy fanboy de Yo Diablo y le tenía máximo respeto por llevar La Vitti. Cuando me comentó que quería traspasarlo y me preguntó si conocía a alguien, no caí en que esa persona era yo hasta que, poco después, comencé el proyecto Edom Coliving en La Canyada y conocí a mi socio Luka Roca. Vino como coliver en febrero 2024 y una noche nos dimos cuenta de que, con sus once años de experiencia en la hostelería, y mis ganas de agitar la escena musical/cultural, podríamos ofrecer un buen relevo.

Phillip, has querido continuar con los Lunezz de la Vitti, en los que Mariano Steimberg y Ales Cesarini invitan a actuar a un músico destacado de jazz (y otros géneros) para después dar paso a la jam abierta. Cuéntanos qué más habrá durante la semana.
Mira, jamás pensaría en llevar un bar si no fuera por el socio que tengo (Luka tq) y si no fuera este en concreto. Los Lunezz es uno de los motivos principales por los que decidí soñar, apostar, y ahora luchar, por esta aventura, ya que, para mí, es de los mejores planes underground que hay en la city. El nivel musical que hay es flipante. Trabajar con Mariano Steimberg y Ales Cesarini da gusto, a nivel personal y profesional. Son sinónimo de calidad. ¡Os prometemos hacer todo lo que podamos para seguir trayendo la máxima calidad a la Plaza Xúquer! Los miércoles a las 19.30h. arranca el intercambio de idiomas Valencia Profunda, donde traemos a un emprendedor local para dar una presentación de veinte minutos sobre quién es, qué hace y por qué. De esta forma, se consigue romper el hielo, conectar con gente proactiva y conocer proyectos interesantes. Los jueves tenemos un ciclo llamado Tiny Stage donde os podemos sorprender con todo tipo de géneros musicales (world music, soul, rock progresivo, flamenco…), y los findes eventos musicales más “energéticos” (Pianoke Bar con Gilbertastico, alguna pinchada con vinilos…) o culturales (presentaciones de libros, arte, eventos de emprendedores…).

Marcos, tras este periodo tan importante (¡empezaremos a verte como cliente en la Vitti ahora!), comienza otro igual de ilusionante al que intuimos te vas a dedicar en alma. ¿Qué nos puedes adelantar de tu banda Yo Diablo? ¿Tienes otros proyectos paralelos en cine o música?
Pues yo estoy en Bermudas viviendo ahora, me compré una cabañita con el dinero del traspaso… ¡Es broma, ché! Sigo en mi pueblo viviendo y con la música a tope. Con eso y trabajando con mi padre, que es el Lewis Hamilton del rodaje submarino (es operador de cámara submarina). Yo Diablo y Ku! son mis bandas. Yo Diablo es mi proyecto personal. Somos dos, guitarra y batería, tocamos una especie de rockabilly psicodélico y ahora estamos presentando nuestro tercer álbum, tocando por donde nos llaman. Ku! es mi otra banda y en noviembre sacaremos nuestro primer álbum. Somos cuatro jambos y tocamos un punk muy feliz que da para colleja. En fin, este año está siendo genial porque con la tontería (with the foolishness) he viajado a Estados Unidos, Alemania, Bélgica y diferentes partes de España para dar conciertos. Si ej que a mí lo que me gusta es la guitarrilla, jejeje, cof, cof (el tipo tose). ¡Otro carajillo! (es un viejo diablo de los bares).

¿Qué fue lo que os atrapó de este lugar?
M. H. Un día de clase, en la facultad de arquitectura, fuimos los chavales a tomar una cerveza (algo rarísimo) por Xúquer y allí nos sentamos en una terraza a celebrar no sé muy bien qué. Entré al garito en cuestión y entonces sentí que un rayo me partía en dos. Me flipó. Conecté con el espacio. Él conectó con mi ser. Y yo conmigo mismo. Ese mismo día conocí a Borja, el propietario de La Vitti por entonces. Empecé a ir finde sí, finde también. Me sentía en mi casa y más comprendido que con mis colegas de clase. Descubrí el tesoro que era las jams sessions en aquel lugar que había encontrado por casualidad. La cultura y el arte impregnaban cada rincón del pequeño café. Más tarde empecé a trabajar como camarero en La Vitti. Me dejé la carrera, empecé una banda. Ese mismo año Borja me propuso quedarme con el local de mis sueños. Me ayudaron mis padres y lo hice.
P. T. M. Respuesta fácil. La música. Yo flipaba con que pudiera ver tanto nivel tan cerca de casa. Admiro a Borja por tener la visión y fundar semejante garito en València, y a Marcos por tener el coraje y el arte de continuarlo. Ahora, lo que me atrapa son mis ganas de llevar La Vitti al siguiente nivel. Disfruto mucho el pensar en, debatir sobre y probar a hacer mejoras como café gourmet, con cocktails de todo tipo (clásicos, estilo prohibición…) y comida de bodega: jamón, queso, conservas, banderillas…

¿Qué supone llevar un bar cultural en esta época de franquicias y de lugares descafeinados?
M. H. Supone molar mucho (se quita las gafas de sol lentamente y da un pico al aire). No, ahora en Sergio: yo nunca habría tenido un bar si no hubiera sido La Vitti. Aquí ocurren y han ocurrido cosas increíbles. Me sale la lagrimita cuando pienso en la calidad de música que he disfrutado mientras trabajaba, en los momentos que he vivido, en las personas que he conocido. Me sale todavía más la lagrimita (ya lagrimón) cuando oigo a personas hablar sobre el lugar. He tenido el mejor bar del mundo (el tipo se derrumba). La Vitti está tan lejos del modelo capitalista e impersonal que reina por todas las ciudades que conozcas, que cuando la experimentas, crees que estás viviendo los años setenta. Me da pavor que estos lugares desaparezcan, por eso estoy tan contento de que Luka y Phillip continúen la vida de esta especie en peligro de extinción. Va en sirio.

Marcos, ¿dónde tocáis próximamente con Yo Diablo y Ku!?
Pues mira, mira, con Yo Diablo vamos a tocar en València, Murcia, Zaragoza, Holanda y demás lares. No te puedo decir las fechas porque son secretas (mentira, seguidnos en Instagram). Con Ku! tenemos una fecha muy guay que te puedo confirmar: el 29 de noviembre en la Sala Moon con Camellos. Venid o no vengáis, pero venid.

Phillip, ¿qué nos traéis a La Vitti próximamente?
Pues tenemos unos cuántos ases bajo la manga. No quiero hacer spoiler, pero os podemos asegurar que la calidad de los Lunezz se mantiene, que para las charlas de intercambio los miércoles tenemos emprendedores y profesionales que viven con pasión lo que hacen en una gran variedad de industrias (incluida de la música) y que a los Tiny Stage Concerts vendrán artistas locales emergentes, nacionales bien conocidos e, incluso, algún artista internacional.

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