Nos concede una entrevista Álvaro García Hernández (San Antonio, 1976) al hilo de su última novela publicada Enero y tú desnuda (Alianza). Licenciado en Filología Hispánica, trabaja como profesor de Lengua Española y Literatura, es autor del exitoso blog Diario de un dios equivocado y de varias novelas juveniles. Ha sido galardonado con el Gran Angular 2016 y el Premio Hache 2018. GINÉS J. VERA
En Enero y tú desnuda se menciona a Kant un par de veces, me ha parecido curioso porque cuando me hablaron de la vida de este filósofo sus rutinas diarias eran muy importantes, y hete aquí que las del protagonista de Enero y tú desnuda también: sus rutinas semanales. ¿Nos lo comenta?
Cuando yo cursé COU, el autor más temido en Filosofía era Kant. Siempre intento crear referencias que el lector comparta conmigo, no citar por parecer excelentemente culto. Siento desconocer las rutinas de Kant, las de Enero son simplemente una manera de sobrevivir.
Hay varias frases dignas de ser sacadas de la novela y que encabecen otras, o llevarlas a un tuit, por ejemplo: “El odio implica un gasto de energía”. De ser así. ¿el amor, también, es más entrópico el amor o el odio?
Cuesta más amar, la bondad no nos deja quedarnos quietos, el odio no nos deja salir de casa. Ah, y ya puestos, coméntenos esa otra: “la soledad nos vuelve ridículos”. Creo que esta hila muy bien con uno de los grandes temas río de la novela. Las mayores estupideces las hacemos cuando no tenemos a una persona que nos mira constantemente, cuando pensamos que todo el mundo nos está observando.
Se mencionan varias obras literarias y/o a autores, por ejemplo: a Wilde, Lolita, “un libro de Julio Llamazares” o García Márquez. Estas inclusiones suelen tener una significación más allá de lo casual. ¿Lo es en este caso?
La de Lolita me parece que también es bastante emblemática con la pulsión narrativa de la novela. Los libros son como los recuerdos, vuelven a su antojo. Yo no suelo utilizar muchas referencias literarias por sentido común, pero las que aparecen fue porque vinieron a verme en ese momento.
También asoman entre las páginas de Enero y tú desnuda, Verano azul, Trainspotting, Hijos de un dios menor, Nueve semanas y media, El Equipo A, Charlton Heston… componiendo un estupendo mosaico de la cultura cinematográfica casi de una generación, la del protagonista y, si se me permite, la de quien suscribe. Coméntenos la elección de estos títulos y guiños a la gran y pequeña pantalla.
Son símbolos generacionales, lo difícil no era rescatarlos, sino seleccionarlos. Cada generación tiene tantos que temía excederme siempre. Eso lo he aprendido con el tiempo, si ya has acertado con un disparo, no sigas disparando.