«LO FEMENINO ESTÁ MUY PRESENTE EN TODA LA NOVELA»

Nos concede una entrevista Tania Padilla (Córdoba, 1985) quien ha recibido recientemente el Premio Ateneo de Sevilla Joven de Novela con su obra La torre invertida (Algaida). Padilla es licenciada en Filología Hispánica. En 2004-2005 disfrutó de una beca en la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores. Ha impartido talleres de escritura creativa y ha publicado artículos de investigación, cuentos y poemas en revistas y antologías de ámbito nacional. En 2013 apareció su primera novela, Nosocomio: el diamante negro. Con su obra Un secuestro raro (Algaida) quedó finalista de la primera edición del Premio Logroño de Novela para Jóvenes Escritores. GINÉS J. VERA

Creo que hay un cierto paralelismo entre la protagonista de esta novela y Ud. en cuanto al viaje y al proceso de documentación de La Quinta da Regaleira y La torre invertida.
Sí, en realidad la protagonista, Sofía Bernier, de alguna manera actúa como alter ego mío. Además, la historia se plantea como una historia metaliteraria donde la protagonista realiza un viaje a la Quinta para documentarse, y en realidad coincide con ese primer viaje que hago yo a la Quinta, con unos amigos, muy diferente, porque yo tampoco me había documentado mucho sobre la Quinta; es decir, Sofía sí que va ya sabiendo y yo fui sin saber. Entonces, cuando yo fui y me tropecé con esa construcción tan alucinante, sobre todo por la torre invertida, dije: yo tengo que escribir una historia con todo esto. Y a partir de ahí empecé a documentarme. Entonces, ese paralelismo no es exactamente real, pero sí que es real de alguna manera.

Háblenos de la parte femenina tan presente en esta novela más allá de las cuatro voces de los personajes de Sofía, Alida, Minerva y Rebeca.
Es verdad que los personajes fundamentales de la trama son femeninos, es una novela coral; y también la torre invertida, ese espacio uterino -de alguna manera- también es una metáfora del descenso a los infiernos. Quería jugar con todas esas claves arquitectónico-simbólicas, de alguna manera, porque funcionan a nivel espacial tanto interno como externo para el propio personaje. Sí que es verdad que lo femenino está muy presente en toda la novela. También lo femenino asediado, de alguna manera, por las fuerzas masculinas, hay algunas violaciones; la mujer ha de abrirse su propio espacio y buscarse su propio espacio en la novela. Yo creo que en la novela funciona mucho el desplazamiento de la mujer como objeto a como sujeto. Es decir, yo creo que las protagonistas inician, de alguna manera, ese desplazamiento: son objetos, a priori, objetos sexuales, que se convierten -por su propio movimiento de conquista o de autoconquista- en dueñas de sus propias historias.

Y como gran objeto está la torre, que da título a la novela.
Si, y como gran objeto la torre y la casa, toda la Quinta da Regaleira.

Entre los temas que se entretejen en La torre invertida, además de la metaliteratura que comentábamos, está el de la sutil paradoja entre la falsedad de la verdad y lo real de la mentira, ¿no es así?
Sí, se juega mucho en la novela con la verdad. El juego de la verdad y la mentira y, sobre todo, con el relato histórico. Y ahí es donde yo creo que entra el personaje de Fernando Pessoa. Pessoa fue siempre partidario de un discurso nacionalista histórico falso literario. No tenía problema en reconocer que la literatura es mentira y que ese discurso nacional, del nacionalismo portugués, del quinto imperio y del sebastianismo era una mentira, una mentira bonita, y como mentira y como bonita era necesaria para la construcción de una identidad nacional.

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