«He decidido dar el punto de vista a la gente que siguió a Anibal»

Estos días está de promoción con su novela Leones de Anibal (Edhasa) el escritor valenciano Javier Pellicer (Benigánim,1978). Inició su andadura literaria con la publicación de relatos. Ha participado en multitud de antologías, destacando: Fantasmagoria, Ilusionaria 2 o Crónicas de la Marca del Este. Su salto a la narrativa larga llegó en 2012 con El espíritu del lince (Pàmies), novela histórica por la que fue elegido autor novel finalista en los IV Premios de Literatura Histórica Hislibris. Su segunda novela fue Legados (Holocubierta) en 2013. En este caso, le pregunto por la actual Leones de Anibal. GINÉS J. VERA

Regresas al sigo III antes de Cristo para retomar un momento histórico tan fascinante como trascendental. ¿Era demasiado tentador dejar a Anibal Barca así, al final de tu novela El espíritu del Lince?
Sí, aunque son obras totalmente independientes, no es necesario leer ‘El espíritu del Lince’, aunque sí que es verdad que yo me quedé con esa astillita de querer contar lo que ocurre después. Y, bueno, el viaje de Anibal es un viaje fascinante y épico, y me pareció interesante retomarlo. Y, además, desde un punto de vista diferente al de la la mayoría de autores, al de la mayoría de novelistas que han tratado el tema, porque en lugar de centrarme en el personaje de Anibal o de Escipión o de algún personaje histórico carismático, he decidido dar el punto de vista a la gente que siguió a Anibalpara ver cómo fue la experiencia para ellos. Para dar voz a esa gente a la que normalmente nadie da voz.

Sí, de hecho, en Leones de Anibal vemos más personajes que en la referida, más desarrollados, sin perder fuerza narrativa, ni épica ni la dosis de aventura. ¿Quizá estos personajes, su mestizaje como individuos dentro de un mismo ejército, son una especie de reflexión acerca de la convivencia de culturas y la identidad?
Sí, sí, efectivamente, ese es uno de los puntos clave de la novela, ten en cuenta que el ejército de Anibal era un ejército multicultural, había soldados de todo tipo de pueblos, cartagineses había muy pocos, la mayoría eran mercenarios. La mayoría eran íberos, celtíberos, norteafricanos… luego, con posterioridad, galos también. Mi interés era también describir un poco como llegaron a conectar esos diferentes pueblos, aunque hubiesen algunos enfrentados entre ellos, había pueblos celtíberos enfrentados entre ellos, pero en este caso, en este viaje, todos siguieron a un mismo líder, a un líder que ni siquiera era de su propio pueblo. Era muy interesante explorar las motivaciones de esos pueblos y desarrollarlo y ver cómo ese viaje cambió sus vidas y su manera de ver el mundo, y eso se refleja en estos personajes protagonistas.

Justamente, aunque el gran personaje vertebrador de Leones de Anibal es Anibal Barca, el gran general que aglutina y lidera los ejércitos cartagineses, como has comentado, contra el ejército todopoderoso de Roma, me gustaría que nos hablases brevemente de Leukón, Alcón y Tabnit.
Sí, porque en realidad, Anibal es la figura aglutinadora de todos ellos, es el pivote sobre el que giran todos los personajes, y estos tres personajes son tres puntos de vista diferentes. Por un lado tenemos a Leukón, que es un celtíbero, podríamos decir que es una cultura un poco menos civilizada, son un pueblo muy cerrado, los castros sorianos, que tienen poco contacto con la cultura grecorromana. Luego tenemos a Alkón, que es un saguntino, que él si está influido sobre todo por la cultura griega, un íbero helenizado, porque ahí, en Sagunto, había una colonia griega. Y luego tenemos a Tabnit, que es uno de los pocos cartagineses que había en el ejército. Expreso puntos de vista diferentes y, en cierto modo, contrapuestos. El interés era ese, era ver como tres personajes tan diferentes llegaron a entablar relación e incluso a entablar una amistad y ver las conexiones entre ellos y cómo las experiencias cambiaron sus propios dramas y sus conflictos personales.

Sin duda Leones de Anibal es una novela épica con varias hazañas históricas entre sus páginas. La de atravesar los Alpes con un ejército de elefantes es una, la de derrotar a Escipión y sus legiones, otra. Precisamente, al hilo de esto, me surge la pregunta de qué hubiera pasado si Anibal hubiera derrotado a Roma en las Guerras Púnicas.
Anibal solo luchó en la segunda, la primera la luchó su padre. En la segunda tuvo la oportunidad de llegar a Roma, se planteó la decisión de asediar a Roma o no. En mi opinión, es verdad que yo no soy historiador, me falta un poco de contexto y de conocimientos, lo que falló en mi opinión es que Cartago no apoyó a Anibal. Anibal se vio en Italia, se vio en territorio enemigo sin los recursos necesarios para asediar Roma que era una ciudad mucho más complicada de asediar que Sagunto. Le faltaba maquinaria, había perdido casi todos sus elefantes y estaba un poco aislado. Tenemos que tener en cuenta también que los refuerzos que tenía en la Península Ibérica por parte de su hermano, que se había quedado para defender la Península Ibérica, no llegaron. Le falló el suministro, entonces, se vio un poco solo en territorio enemigo y Cartago no le apoyó, y tuvo que tomar la decisión de no asediar Roma. Fue su punto de inflexión, si hubiera asediado Roma, ¿la hubiera podido conquistar? No lo sabemos.

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